La cafeína no es un nutriente, es una droga, dice un experto adventista
Citando a algunos expertos en investigación, Ross Grant dijo en su sesión plenaria de la Tercera Conferencia Global sobre Salud y Estilo de Vida, celebrada en Loma Linda, California, Estados Unidos, el 12 de julio de 2019, que “la cafeína es la droga sicoactiva más popular en el mundo”, Imagen: Adventist News Network
22 de julio de 2019 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Sandra Blackmer, Adventist Review
Aunque los beneficios de tomar café frecuentemente son altamente pregonados tanto por los medios de comunicación, como por los científicos, el orador Ross Grant dijo en su sesión plenaria de la Tercera Conferencia Global sobre Salud y Estilo de Vida, que “la cafeína no te proporciona nada. Solo engaña a tu organismo a pensar que estás mejor, cuando en realidad está de hecho quitándote algo”.
“La cafeína no es un nutriente”, dijo. “Es una droga”.
Ross Grant, un farmacólogo bioquímico de los Seminarios de Investigación de la Facultad de Medicina del Hospital Adventista Sydney, en Australia, dijo que aunque el consumo de cafeína pareciera elevar el estado de ánimo y aumentar el sentido de alerta y de energía, “solamente te hace sentir con más energía. En realidad, no te da ninguna energía adicional”, dijo.
La cafeína puede producir ansiedad e inquietud y nerviosismo; se relaciona con un aumento de ansiedad y depresión, especialmente en los niños; y puede exagerar la respuesta del organismo al estrés, al hacer aumentar el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, añadió.
Más efectos negativos sobre la salud
El orador Grant dio a conocer datos informativos que indican que el consumo diario de cafeína está relacionado con un aumento del riesgo a sufrir de osteoporosis, cáncer colorrectal, enfermedades del corazón y diabetes. Se ha demostrado también que causa perturbación del sueño.
Ross Grant, un farmacólogo bioquímico de los Seminarios de Investigación de la Facultad de Medicina del Hospital Adventista Sydney, en Australia, dijo en su sesión plenaria de la Tercera Conferencia Global sobre Salud y Estilo de Vida, celebrada en Loma Linda, California, Estados Unidos, el 12 de julio de 2019, que la cafeína puede afectar las funciones cognitivas más elevadas, tales como atención dividida o flexibilidad cognitiva, memoria funcional, además de inhibición de respuestas inapropiadas. Imagen: Adventist News Network
Los efectos sobre recién nacidos pueden ser muy significativos, añadió el conferenciante. Hay estudios que indican que el consumo de cafeína por parte de mujeres embarazadas está relacionado con un aumento de riesgo de dar a luz bebés de peso menor al normal y hasta retraso de crecimiento.
En adultos jóvenes, el consumo de cafeína puede afectar las funciones cognitivas más elevadas, tales como atención dividida o flexibilidad cognitiva, memoria funcional, además de inhibición de respuestas inapropiadas, explicó el orador. “Las bebidas que contienen cafeína conducen también a niveles generales más bajos de creatividad”, añadió.
En resumen
Aunque la cafeína puede incrementar tu percepción de estar alerta y aunque temporariamente pueda elevar tu estado de ánimo, puede también aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas, de nacimientos de bebés de bajo peso y de ansiedad y depresión, dijo el orador Grant.
“La cafeína disminuye la calidad del sueño y reduce el flujo sanguíneo en el lóbulo frontal del cerebro, afectando con ello funciones ejecutivas tales como la memoria y las habilidades de planificación, reduciendo también el pensamiento creativo y las habilidades de resolución de problemas”.
“El consumo de café se usa en y está asociado con las actividades sociales, tiempo de esparcimiento y el mejoramiento del desempeño laboral y la sensación de bienestar”, añadió; de manera que tal vez no consideremos tan seriamente como debiéramos los efectos negativos de salud al consumir cafeína.
Al citar Filipenses 2:5: ” Haya, pues, en vosotros este sentir (esta mente, en la versión en inglés) que hubo también en Cristo Jesús” (RVR 1960), el orador preguntó: “¿Estamos ayudando al desarrollo de una mente como la de Cristo al consumir cafeína?”
“Las evidencias indican que no”
Traducción – Gloria A. Castrejón