Berlín, Alemania …. [Julio C. Muñoz/ANN]
Christoph Silber es una estrella del cine alemán en crecimiento. El guionista es un devoto adventista del séptimo día cuyo proyecto más reciente, «Goodbye Lenin», fue galardonado con seis premios de primera categoría en los premios al cine europeo en Berlín, a comienzos de este mes.
“Good Bye Lenin” relata la historia de una mujer de Alemania Oriental que cae en coma en 1989. No es el mejor momento para esta mujer, que es activista del progreso social y de las mejoras de la Alemania socialista.
Su hijo Alex la halla en un aprieto cuando despierta ocho meses más tarde. Su corazón está tan débil que el impacto que le produce descubrir que el socialismo y el muro de Berlín han caído puede matarla. ¿La solución? Mantener a la mujer con la impresión de que nada ha cambiado, aunque en realidad todo es diferente.
“Goodbye Lenin” se ha transformado en un éxito asombroso, no sólo en Alemania, sino en toda Europa. El filme también se exhibe en las salas de los Estados Unidos.
Silber se unió al proyecto cerca del fin de la producción previa y trató de fortalecer uno de los mensajes más importantes del filme. El guionista afirma que el filme trata básicamente acerca de la reconciliación, no sólo de Alemania, sino de la familia.
“Es básicamente la historia de una familia quebrantada», dice Silber, «y este muchacho se da cuenta de que necesita paz. Quiere tener paz en su propia vida y también tiene que hallar la paz para su familia, que estuvo dividida por la historia».
El tema de la unidad familiar resulta especial para Silber, que dice que su papel más importante es el de padre y esposo. Afirma asimismo que no es difícil ser cristiano en la industria cinematográfica.
“Para mí funciona muy bien porque sé que siempre soy cristiano. No puedo quitarme mi chaqueta cristiana y ponerme la de guionista», dice Silber. «Así que voy con Dios tanto como me es posible. A veces me equivoco, por supuesto, pero mi ideal en la vida es seguir a Dios y caminar con él en todo lo que hago».
Silber es muy activo en su iglesia de Berlín y dice que eso lo fortalece. Además considera que su misión es llegar a millones de personas a través de su arte: escribir guiones.
“Creo que hay grandes posibilidades de alcanzar a las personas que tienen puestos de poder, que tienen una voz en la sociedad, y es posible alcanzar esa gente; es posible tocar esas personas y abrirles los ojos en relación con cosas que no ven. Y eso es algo que, me parece, tengo grandes chances de lograr».
Silber dice que todos los cineastas, no sólo los cristianos, tienen una tremenda responsabilidad.
“Siento que los cineastas tienen la responsabilidad de contar la verdad al mundo tal cual es, pero al mismo tiempo deben mostrar que el mundo podría ser diferente, que podríamos amarnos más, que podríamos hacer la paz en un tiempo cuando se hace la guerra, y que no tenemos por qué ser lo mismo que los demás quieren que seamos».
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