Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…(Wendi Rogers/ANN)
El sentido de misión y las ofrendas misioneras en particular, han «caído a la vera del camino de muchas maneras», admitieron los líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que representan cada una de las 13 regiones durante las reuniones de primavera en las oficinas principales de la iglesia mundial el 14 y 15 de abril.
«En parte es culpa nuestra y parte no es culpa de nadie», dijo Ben Maxon, director de mayordomía de la iglesia a nivel mundial, a los asistentes. «Todo el proceso de este comité ha sido bregar, no cómo incrementar la dadivosidad para las misones solamente, pero cómo retomar la pasión por la misión de la iglesia».
Un informe en el otoño de 2003 a miembros del Concilio Anual mostró una merma consistente en las ofrendas misioneras durante los últimos años. Calificando esto como, «una perturbante tendencia», el comité administrativo de la iglesia votó revisar el programa de las ofrendas misioneras y analizar las causas del descenso.
Maxon explicó que hace más de 100 años, las ofrendas misioneras comenzaron con «una visión increible. Se les llamó, ‘Pitcairn’, la construcción de un barco que llevaría el evangelio a las islas del Pacífico Sur. La misión encendió una pasión por la misión en nuestra iglesia».
Hay una «tremenda dependencia de las ofrendas misioneras para alcanzar las áreas no penetradas del mundo», dijo a los asistentes Bob Lemon, tesorero de la iglesia a nivel mundial. «Debemos encontrar una forma para comunicar a nuestros miembros que la obra no está terminada. Todavía tenemos extensas regiones sin penetrar. Hemos realizado un trabajo mediocre en comunicar cómo se usan las ofrendas, y pido disculpas por eso. Estamos tratando de establecer procedimientos que nos ayudarán a identificar y a definir claramente eso».
Las razones por el descenso incluyen, comunicación deficiente a los miembros de iglesia sobre cómo se usan los fondos, promoción inefectiva de las ofrendas, descenso en la asistencia a la Escuela Sabática, competencia en la solicitud de ofrendas dentro y fuera de la organización de la iglesia, cambio del enfoque global a las necesidades locales y una percepción de que las ofrendas no apoyan la misión de avanzada.
«Hay una desconección de grandes proporciones entre la actual misión de la iglesia y la persona en las bancas en las iglesias», expresó Patricia J. Gustin, directora del Instituto de Misión Mundial en la Universidad Andrews, Berrien Sporings, Michigan. «No se percatan en realidad de lo que la iglesia está haciendo. El otro asunto es que la información que reciben, no está enfocada en la terminación de la obra». Explicó que existe un enfoque en los proyectos misioneros que se desarrollan bien en ciertas áreas del mundo, y esto crea una sensación de que la iglesia está haciendo bien en sentido general. «Los hace pensar que sería mejor mantener su dinero aquí (en la iglesia local), pues, todo va bien en otras partes del mundo», dijo ella.
Lemon explicó que misión envuelve más que el trabajo en las líneas de avanzada, más obra visible. «Debemos comunicar que cada centavo del dólar misión va a la misión, y en verdad, así es», dijo él.
Los asistentes votaron establecer una oficina para la promoción de la misión en la sede principal de la iglesia, aunque Lemon explicó, «no estamos añadiendo más presupuestos salariales». Dijo que los presupuestos han existido y han sido presupuestados de una forma diferente, hasta ahora.
«Esto es absolutamente vital para la terminción de la obra y espero que los procesos que estableceremos no sean simplemente un voto, pero un cambio mayor en el giro de las comunicaciones», dijo Lemon.
«Esto no es sólo añadir a la estructura, añadir una nueva oficina. Se trata de crear conciencia», agregó Maxon.
El informe incluyó sugerencias para comunicar mejor cómo se han usado las ofrendas, incluyendo aquellas ofendas solicitadas por correspondencia directa, un sábado de énfasis sobre la misión mundial cada año, establecimiento de un sitio Web, animar a los líderes de la iglesia a promover constantemente la misión, incluir a los pastores en la planeación e implementación de nuevas iniciativas, organizar grupos de jóvenes que asistan a los pastores en la promoción, y producir segmentos para el Canal Esperanza (Hope Channel).
Canales correctos de comunicación, tales como periódicos de la iglesia y canales laicos, se continuarán usando igualmente.
«Debe reconocerse que el apoyo a la misión de la iglesia debe ser de todos los miembros de la iglesia», decía el informe.
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