Bagdad, Irak … [Alex Elmadjian/ANN]
Detonaron un carro lleno con aproximadamente 330 libras (150 kilogramos) de dinamita en las afueras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Bagdad la noche del pasado viernes 10 de septiembre. Aunque no se estaba realizando servicio alguno a esa hora, un guardia que se encontraba en el lugar pudo escapar ileso.
«Los detalles aún son vagos, pero parece haber sido un ataque deliberado a la iglesia debido a que no hay otro blanco significativo en el lugar de la bomba,» dijo Homer Trecartin, secretario-tesorero de la sede regional de la Iglesia Adventista en el Medio Oriente. Hasta ahora, nadie se ha declarado responsable.
El auto fue estacionado del lado del edificio, contiguo a la oficina pastoral y el cuarto de los controles eléctricos, que también servía como área de almacenamiento. Como resultado del fuego quedaron únicamente las paredes de ambos cuartos, y la mayoría de las ventanas de el área principal de culto volaron en pedazos. Oweda Wahba, pastor de la Iglesia Adventista en Bagdad, quien llegó a la escena 15 minutos después de la explosión, piensa que al volar los vidrios hubieran causado serios daños en los adoradores si el carrobomba hubiese estallado durante un servicio regular de Sábado por la mañana.
Reporteros locales e internacionales de radio y televisión, entrevistaron al Pastor Wahba, y las noticias de la explosión se transmitieron en la mayoría de los canales satelitales árabes así como en la prensa local y la agencia noticiosa Reuters.
Los adventistas en Irak han estado en elevada alerta desde que seis bombas explotaran en las afueras de iglesias cristianas el domingo 1 de agosto, matando a 11 personas. Desde entonces, la junta directiva de la Iglesia en Bagdad, tomó la valerosa decisión de continuar las reuniones de Sábado, pero agregando varias precauciones de seguridad, tales como levantar barreras de concreto, aumentar el número de guardias, y trasladar los servicios de la iglesia al sótano hasta que la situación mejore.
Esta es la segunda vez que la iglesia tiene daños por una bombas en menos de un año. En octubre del año pasado, una poderosa explosión que destruyó la sede de la Cruz Roja a 200 metros de distancia, hizo añicos los ventanales de la iglesia al otro lado.
Michael Porter, presidente de la Iglesia Adventista en el Oriente Medio, está preocupado por la creciente inseguridad en Irak.
«El mes pasado, un miembro de la iglesia en Bagdad, madre de tres pequeños, cayó en fuego cruzado en su camino a la boda de un familiar en Mosul y perdió la vida. Es difícil imaginar las tensiones bajo las cuales viven las personas a diario. Oramos fervientemente por la moderación y que los diversos bandos en Irak terminen sus diferencias para que la maravillosa gente de este hermoso país pueda tener la oportunidad de florecer una vez más,» dijo Porter.