Silver Spring, Maryland, Estados Unidos… [Personal de ANN]
“Den al Señor lo mejor de ustedes. Démosle todas las oportunidades para usarnos, a ustedes y a mí”, declaró el pastor Jan Paulsen, presidente mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en un mensaje de Año Nuevo para 2005 ofrecido a la comunidad de 25 millones de personas que asisten semanalmente a los servicios religiosos celebrados por la iglesia en 203 países y áreas del mundo.
“Ustedes son la iglesia. Yo quiero agradecerles por lo que ustedes hacen para el cumplimiento del ministerio de la iglesia; el servicio que nosotros tratamos de dar al mundo”, dijo el pastor Paulsen a la familia mundial de creyentes adventistas. “Tantos de ustedes, sean empleados por la iglesia, miembros de organizaciones de apoyo, o como miembros laicos individuales, tantos de ustedes han traído y están trayendo progreso para el ministerio y el servicio que la iglesia intenta prestar en nombre de Cristo. Quiero agradecerles por su compromiso, por su dedicación y por lo que ustedes dedican para el Señor”.
Al mismo tiempo, el pastor Paulsen reconoció las preocupaciones que algunos puedan tener respecto a sus acciones en el año que finaliza.
“Supongo que para todos nosotros hay momentos en el año pasado que nosotros quisiéramos que no estuviesen allí. Hay evento que sucedieron, y quisiéramos poder quitarlos de ahí; hay cosas que hicimos y dijimos, que desearíamos no haber dicho o hecho. Y sin embargo, ustedes saben bien que el pasado está hecho, ya se fue, es historia; no podemos cambiarlo, no podemos reescribirlo”, afirmó.
“Así que, no gastemos mucho tiempo en el pasado. Miremos hacia el Año Nuevo, con las oportunidades y los momentos que Dios provee para nosotros, y permitámonos decidir que enfrentaremos el futuro con la intención de dar lo mejor de nosotros para el Señor”, agregó el pastor Paulsen.
En 2004, la Iglesia Adventista del Séptimo Día experimentó otro año de crecimiento récord. Las estadísticas finales del año no están listas, pero se cree que un millón de personas se habrán unido al pueblo adventista este año; para el tercer trimestre de 2004, la feligresía mundial se mantenía cerca de los 14 millones de personas, más de la mitad de quienes asisten a los servicios religiosos.
Concluyendo sus declaraciones, el pastor Paulsen apeló a que “mientras miramos hacia el futuro, demos lo mejor de nosotros, de modo que el amor y la compasión de Jesucristo pueda encontrar su expresión en sus vidas y en la mía, y que la gente que está atribulada, con desesperación en lugar de esperanza, pueda encontrar eso en lo que yo les doy, y en lo que ustedes les dan”. Él pidió a los adventistas que viviesen de modo que otros pudiesen ver que “hay muchas razones para tener esperanza, porque Jesucristo es el dueño del futuro, y nos ofrece esa ventaja para cada uno de nosotros”.
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