Kingston, Jamaica… [Unión de las Indias Occidentales/DIA]
Los adventistas del séptimo día en más de 600 iglesias en toda Jamaica dedicaron el sábado 5 de marzo de 2005 como día de ayuno y oración, para buscar la intervención del Señor en el problema creciente relacionado con el crimen y la violencia en Jamaica.
En el primero de dos servicios especiales llevados a cabo en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Memoria de Andrews, y en la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Meadowvale, el pastor Patrick Allen, presidente de la Unión/Misión de las Indias Occidentales de los Adventistas del Séptimo Día, amonestó a la congregación a “creer en Dios y mantenerse firmes”. Dijo que “como comunidad de fe, estamos involucrados en varias iniciativas en nombre de nuestra nación para ayudar a combatir la plaga del crimen y la violencia, pero también hay un arma a nuestra disposición, la cual a menudo no usamos de una manera pública y corporativa para demostrar nuestra preocupación. Esa arma es la oración”.
Él insistió en que “como cristianos, no podemos mostrar ninguna forma de desesperación o un sentido de desesperanza, inclusive cuando andamos en el oscuro valle de la muerte, porque sabemos quién camina al lado de nosotros, quién controla el futuro, y quién sostiene nuestras manos. Necesitamos comunicar esta fe a nuestra comunidad y a la nación, de que al fin de cuentas, Dios está en el control”.
El ayuno y la oración, los cuales comenzaron a la puesta del sol del viernes y finalizaron a la puesta del sol del sábado, hicieron que los guardadores del sábado estuviesen reunidos “afligiendo sus almas”, derramando su agonía y desesperación ante Dios en su adoración, en nombre de la nación y su gente.
El pastor Allen recordó a la congregación, que incluía a miembros del gobierno, la oposición y otros oficiales, acerca de un número de actos violentos provenientes de conflictos callejeros, asesinatos, y tiros de medianoche, hechos perpetrados en Jamaica durante los últimos dos años y medio, y subrayó muchas iniciativas para combatir el crimen y la violencia, en la promoción de valores, la consejería, la participación del gobierno, la iglesia y los líderes y miembros de la comunidad.
El pastor Allen animó a su audiencia al declarar que “nuestra línea de defensa es nuestra confianza en Dios, su dirección y sabiduría, mientras dirigimos los asuntos de nuestra nación, y mientras vivimos nuestra vida diaria. No podemos comportarnos como los deístas, quienes rechazan la creencia en lo sobrenatural, y en la autoridad de la Biblia, escogiendo en su lugar depender de la razón humana”, agregó.
Al cierre de su mensaje, el pastor presentó el antídoto para la repugnante violencia y el crimen que hay en el país, recomendando la Palabra de Dios: “Al enfrentar momentos de dificultad en este país y en nuestra vida personal, les recomiendo la Palabra de Dios como una lámpara delante de los pies de ustedes, y como una lumbrera a su camino”.
En servicio en la Iglesia en Memoria de Andrews, que inició a las 8:00 a.m., vio la primera lección siendo leída por el senador Burchel Whiteman, Ministro de Información, y la segunda por el senador Bruce Holding, líder de Jamaica Labour Party. Otros invitados asistentes incluyeron a los senadores Floyd Morris y Dwight Nelson, el comandante Richard Reese, director del Servicio Correccional, la Sra. Yvonne Coke, fundadora de Hands Across Jamaica (Manos Unidas en torno a Jamaica), el Sr. Winston Rickgard, Administrador General de LOVE 101, el reverendo Courtney Stewart, Director de TBC Radio, el reverendo Lenworth Anglin, director designado de la Iglesia de Dios en Jamaica, el Sr. Pearnel Charles M.P., y la Sra. Lorna Golding.