Andra Pradesh, India… [Dorothy Watts/Personal de ANN]

 

Cinco meses después del devastador golpe de un maremoto en la cosa oriental de la India, cientos de familias en la Iglesia Adventista del Séptimo Día están todavía recuperándose del trauma, ayudadas por donaciones de parte de miembros de iglesia alrededor del mundo. Mientras el organismo de beneficencia de la iglesia, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, ADRA, ha canalizado millones de dólares en ayudas para víctimas del tsunami sin tomar en cuenta su filiación religiosa, también la iglesia se ha movilizado para ayudar a sus miembros en este tiempo de necesidad.

 

“Quiero agradecer a mi iglesia y a mi Dios por la ayuda que obtuve para reparar mi casa”, escribe la Sra. A. Anbunathan, de Subrayapuram, desde la sección de Tamil Nadu correspondiente a Tanjore-Karaikal. “Pude hacer un nuevo techo de paja, y comprar utensilios de cocina y otros elementos domésticos que fueron arrastrados por la corriente cuando vinieron las olas”.

 

Anbunatham perdió todo en la mañana del 26 de diciembre de 2004, cuando el tsunami destruyó gran parte de la comunidad donde ella vive, a lo largo de la costa este de la India. Ella es una de los más de 7.000 miembros adventistas que representan 1.015 familias adventistas afectadas por el tsunami.

 

La iglesia ha ayudado a restaurar 143 casas y a reparar y reabastecer tiendas pertenecientes a tres familias adventistas. Cuarenta botes de fibra de vidrio con redes, y 50 botes sencillos han sido distribuidos. Seiscientas setenta y dos familias han recibido compensación a causa de las pérdidas en la cosecha de una estación. Cabras, vacas y máquinas de coser han sido entregadas a miembros de iglesia, para ayudarles a sostener a sus familias.

 

“Estoy tan agradecido con Dios y con mi iglesia, por proveerme un bote, para que yo pueda ir nuevamente a pescar, y sostener a mi familia”, dijo Naidu Sreenu, desde Gundaipalem.

 

Seiscientos sesenta y un niños en las escuelas adventistas fueron afectados por el tsunami, perdiendo no sólo su capacidad de pagar tarifas de estudio porque sus padres no pueden ganar más dinero, sino también sus libros. Sus gastos escolares fueron cubiertos y sus libros fueron provistos por el fondo que la iglesia creó para ayudar en la tragedia del tsunami.

 

Por lo menos 40 huérfanos han sido trasladados a instituciones educativas con internado, pertenecientes a la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

 

El fondo proveyó una ayuda inicial para vestido y alimentos, y las personas siguen siendo apoyadas por medio de fondos provenientes de Children’s Health Education and Relief International Canada (Agencia Internacional de Educación para la Salud de los Niños, y para Asistencia Social, de Canadá), y Asian Aid Internacional (Agencia Asiática Internacional de Ayuda Humanitaria).

 

Las iglesias en Puerto Blair, las Islas Andamán, Karaikal y Subrayapuram están siendo reconstruidas. Varios salones de clases en diversas escuelas están siendo reparados también.

 

“Yo hice un llamado a los líderes de la iglesia para que ayudasen a nuestros miembros”, escribe el pastor M. M. Samson, de las Islas Andamán. “La ayuda llegó, y nuestros feligreses pudieron reparar sus tiendas y casas, y reemplazar sus artículos domésticos y vestimenta. Además, pudimos reconstruir nuestra iglesia. Estamos muy agradecidos por el corazón tierno de nuestros hermanos y hermanas que vinieron en nuestra ayuda”.

 

“No podemos encontrar palabras para expresar nuestra gratitud por la maravillosa corriente de amor y apoyo que hemos recibido para nuestros miembros adventistas”, dice el pastor Ron Watts, presidente de la iglesia en Asia del Sur. “No todas las necesidades han sido satisfechas por completo aún, pero hemos tratado de dar algún apoyo a todos”.

 

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