San Luís, Missouri, Estados Unidos, 4 de julio, 2005 [Mark Kellner/John Surridge/ANN]
Por un momento eso está atrayendo nuevos miembros de sociedades donde las creencias en “espíritus malignos” continúa jugando un papel, la Sesión 58 de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día aprobó, el 4 de julio, una nueva declaración de creencia fundamental, declarando que el poder de Dios ayuda a los creyentes a vivir una vida santificada.
«Creciendo en Cristo», como ha sido titulada la nueva declaración, enlaza la Victoria de Jesús sobre los espíritus malignos durante su ministerio terrenal con las luchas a las cuales que enfrentan los cristianos hoy.
«Por su cruz Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal», reza la declaración. «Aquél que sujetó los espíritus malignos durante su ministerio terrenal ha quebrantado su poder y asegurado su destino final. La Victoria de Jesús nos da Victoria sobre las fuerzas del mal que aún procuran controlarnos, a medida que caminamos con él en paz, gozo y certeza de su amor».
Continúa, «Ahora el Espíritu Santo mora en nosotros y nos capacita. Dedicados continuamente a Jesús como nuestro Salvador y Señor, somos liberados del peso de nuestras actuaciones pasadas. No vivimos más en la oscuridad, miedo a los poderes de maldad, ignorancia falta de significado de nuestro modo de vida pasado».
Según Michael L. Ryan, uno de los vise presidentes generales de la iglesia mundial, vencer el mal es un asunto importante para lugares donde la creencia en espíritus malévolos ha prevalecido anteriormente.
«He visitado cientos y cientos de nuevas congregaciones en áreas en las cuales jamás hemos penetrado antes”, dijo Ryan a los delegados. “Y encuentro que muchas personas viven bajo el temor de espíritus malignos. La primera pregunta que se les hace a los obreros de avanzada es, “¿Qué va a hacer su Dios respecto a los malos espíritus en nuestra vida?»
Según Michael L. Ryan, un vice presidente de la iglesia mundial, vencer el mal es un asunto importante para los miembros en lugares donde la creencia en espíritus malignos ha prevalecido previamente.
«He visitado cientos y cientos de nuevas congregaciones en áreas donde nunca hemos entrado», dijo Ryan a los delegados. «Y encuentro que muchas personas viven temiéndole a los espíritus malignos. La primera pregunta con la cual se han enfrentado nuestros obreros de avanzada es, «¿Qué va a hacer to Dios respecto a los espíritus malignos en nuestra vida?»
Ryan, un veterano misionero quien hasta hace poco dirigía el esfuerzo de Misión Global de la iglesia, dijo que algunas respuestas dadas por empleados de la iglesia eran unas “con los cuales no estoy cómodo”, y que a menos que la iglesia trate este asunto, “si el tiempo sigue por unos pocos años más, creo que estaremos sorprendidos con la iglesia que encontremos en ese momento” en esas áreas.
Con el fortalecimiento de la expresión de la iglesia de la victoria liberadora que Cristo tuvo en el Calvario, la nueva declaración está diseñada para animar a los creyentes a permanecer firmes en su fe.
«En esta nueva libertad en Jesús, estamos llamados a crecer en la semejanza de su carácter, comulgando con él diariamente en oración, alimentándonos en su palabra, meditando en ella y en su providencia, cantando su alabanzas, congregándonos para adorar, y participar en la misión de la iglesia», continúa la declaración. «Al darnos a nosotros mismos en servicio amante a aquellos que nos rodean y al testificar de su salvación, su presencia constante con nosotros por medio del espíritu, santifica cada momento y cada faena».
En una candorosa evaluación de la necesidad de una nueva creencia fundamental, expresada en la propuesta de una nueva declaración de creencia, la iglesia dijo, “Esta nueva declaración aguzará el entendimiento adventista de la naturaleza de un crecimiento constante en Cristo. Esto es indispensable en un tiempo cuando algunos miembros de iglesia están más interesados en discusión teológica que en el impacto espiritual de esas doctrinas en su vida cotidiana».
Yendo del concepto a la realidad para esta creencia requirió algún trabajo. El proceso empezó en el 2003 con una pregunta de si todo el documento de las creencias fundamentales necesitaba algunas inserciones editoriales para tratar este asunto, o si se requería una nueva declaración. Para el 2004, se decidió que una nueva declaración era necesaria. Fue redactada y discutida en la reunión de primavera y referida a la Sesión de negocios de 2005.
En esta sesión mundial, la iglesia también aprobó un protocolo formal para iniciar cambios a la declaración de creencias fundamentales. El proceso está diseñado para asegurar la consideración de tales propuestas en todos los niveles de la iglesia, ya sea que un cambio es iniciado en la sede mundial o en una unidad del campo mundial. (Vea el texto del protocolo de la declaración para detalles específicos).
Las deliberaciones en la sala sobre la creencia fundamental se extendieron por dos días e incluyó bastante discusión de la naturaleza de diversos elementos del documento. El pastor Richard Elofer, presidente de la iglesia en Israel, y Calude Richli, secretario de la región centro oriental Africana de la iglesia, cada uno formuló preguntas sobre el uso de la cruz en el documento, dada la interpretación de ese símbolo como instrumento de persecución y cruzada por judíos y musulmanes.
Respondiendo en ambos casos, el doctor Ángel Manuel Rodríguez, director del Instituto de Investigación Bíblica, explicó que, mientras algunos han usado mal el símbolo de la cruz en la historia, ese no es el propósito de la iglesia adventista.
“La cruz”, dijo él, “es donde Cristo derrotó los poderes malignos. Ello debería liberarnos para inducirnos a amar a la gente. [Este es un] mensaje de esperanza para los islámicos [y para] los judíos… La cruz fue el lugar donde Cristo derrotó los poderes del mal y nos liberó para amar a los musulmanes, judíos, budistas y a cada persona en el mundo”.
Paul Petersen de la región del Sur del Pacífico dijo que no había nada acerca de una “teología de la oración” en el Nuevo Testamento, y cuestionó si las cosas pueden o no ser santificadas, según se refleja en la cláusula, “determinado momento y cada tarea” de la declaración.
Respondiendo, el doctor William Johnsson, editor de Adventist Review [Revista Adventista] periódico oficial de la iglesia, dijo, “A través del Antiguo Testamento, los lugares han sido santificados por la presencia de Dios. Casi los últimos versículos del Antiguo Testamento hablan acerca de cómo aun las sartenes, los utensilios serán llamados santos para el Señor. En el Nuevo Testamento, [dice la Biblia] nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo. Esto me parece muy claro”.
Diversos comentarios, la mayor parte positivos, vinieron de los asistentes en la sala cuando se les preguntó sobre la nueva declaración de creencia fundamental.
“No veo ningún problema en añadir otra creencia a la lista de 27—si ésta está en conformidad con las enseñanzas de la Biblia”, dijo Marija Trajkowska de Serbia.
”Atenerse a 27 creencias no es particularmente significativo –es natural adicionar más si las necesitamos. Si ‘Crecer en Cristo’ no es parte de la lista actual, entonces necesitamos agregar una más”, dijo Daegeuk Nam de Korea.
John Nengel de Nigeria dijo a ANN, “No sé cuántas creencias fundamentales teníamos originalmente, pero si después de 25 años hay necesidad de otra que ahondará nuestras perspectivas, no veo razón por qué no debería ser incluida.
Las fronteras del conocimiento siguen expandiéndose, así que una creencia adicional debería ser bien acogida». “Por el contenido de esta nueva creencia, pienso que es apropiada. No es asunto de cantidades”, dijo Enrique Becerra de Chile.
Frantz Garcon de New York dijo, «Crecer en Cristo es de lo que se trata la vida cristiana. Es la obra de toda la vida, así que en verdad, esta creencia ya debería estar allí”.
La Sesión de la Asociación General de la iglesia en 1980 en Dallas, Texas, estuvo por una semana completa discutiendo y votando la declaración actual de las 27 doctrinas fundamentales.
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