Khartoum, Sudán, 2 de Agosto de 2005 …. [Alex Elmadjian /UME/ANN]
Intenso desenfreno y zaqueo explotaron en Khartoum, Sudán, después del anuncio oficial el lunes pasado, de que el vicepresidente de la nación, John Garang, había resultado muerto en un accidente en helicóptero.
«He estado en contacto tanto con la oficina regional de la iglesia en Khartoum, como con la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) toda la mañana, y las cosas no están bien», dice Michael Porter, presidente de la Iglesia Adventista en la región del Medio Este.
Porter añade que la mayoría de los estudiantes de la escuela primaria de autoayuda, localizada en el mismo complejo que las oficinas de la iglesia, han sido enviados a casa, o tuvieron temor de asistir a la escuela después del anuncio. Sólo unos pocos estudiantes y uno o dos profesores estaban todavía encerrados en la escuela, incapaces de arriesgarse a regresar a casa, por causa del malestar predominante.
El pastor John Bullock, administrador de la iglesia en Sudán del norte, reporta que muchos edificios han sido destruidos, vidrios rotos, carros incinerados y tirados al revés, La policía antimotines y los militares están trabajando para restaurar el orden.
«Los oficiales hicieron el llamado para un toque de queda, de modo que se pudiera ayudar a mantener el orden y la seguridad», dice Porter. «Mientras tanto, estamos implementando los procedimientos establecidos para momentos de crisis, diseñados para proteger vidas».
«Yo sólo quiero que la gente no pierda la esperanza», dice Debbie Bullock, originaria de Canadá, quien llegó a Khartoum con su esposo John sólo unas semanas atrás. Este tipo de desórdenes es otro elemento en la serie de eventos desafortunados que han ocurrido en las pasadas semanas. El área ha experimentado recientemente dos «haboubs» –enceguecedoras tormentas de polvo que dejan una gruesa capa de polvo rojo–, así como lluvias torrenciales.
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