7 de octubre, 2005 Silver Spring, Maryland, Estados Unidos …. [Mark A. Kellner/ANN]
«La Segunda Venida de Cristo, en verdad, es una buena noticia; y es un acontecimiento único para creerlo y predicarlo», declaró el Pastor Jan Paulsen, presidente mundial de la iglesia Adventista del Séptimo Día en un sermón del 7 de octubre para abrir el Concilio Anual de la iglesia. “Y la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene un mandato específico para hacer eso”, añadió.
Pulsen predicó su sermón, “Abrazando lo Peculiar”, al comienzo de la sesión administrativa mundial, a una audiencia de 500 delegados, visitas y amigos reunidos en la sede de la iglesia mundial, al igual que a televidentes alrededor del mundo, que presenciaron el evento transmitido por medio de Esperanza TV Cable y Red Satelital.
«El primer Concilio Anual es de carácter especial, después de la Sesión de la Asociación General”, dijo Paulsen en comentarios antes de su sermón. “Es la ocasión cuando deseamos revisar más ampliamente la misión de la iglesia”, agregó, incluyendo reflexiones sobre la prioridad del servicio de la iglesia, sus finanzas y recursos humanos. Agregó él que se espera emprender un nuevo examen de los ministerios de la sede por medio de decisiones presentadas en este concilio.
“En todo esto, yo espero, se hará evidente cuan profundamente estamos dedicados a la iglesia y a nuestro Señor”, afirmó.
También mencionó la naturaleza creciente de la familia mundial de la iglesia. “Alimentaremos el cuerpo de Cristo a fin de mantenerlo saludable en lo que se pueda, y ágil. Pero como familia global, hemos llegado a tener mucha diversidad, ampliamente esparcidos y muy diversos en muchas formas. Quiero que nos relacionemos con esta diversidad como una bendición y no como una amenaza”, dijo.
En este sermón, basado en un encuentro entre Jesús y sus discípulos, según se registra en Mateo 16, Paulsen expuso un paralelo entre la particularidad de Cristo y la necesidad por que los dirigentes cristianos hoy sigan a Cristo solamente, independientemente de cualquier agenda personal.
La aparición de Jesús en la escena en la provincia romana de Palestina dejó perplejos a muchos observadores, explicó Paulsen. Algunos lo vieron como “un amigo, un respiro de aire fresco, alguien que traía esperanza”. Otros lo consideraron como “una influencia peligrosa, un manipulador de mentes sencillas, y uno que debería ser vigilado y controlado”.
Y cuando Jesús preguntó a sus seguidores más cercanos, quién creían ellos que era él, Pedro inmediatamente lo identificó como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Ese entendimiento de Cristo como El Único, separa a los cristianos de todos los demás – en los tiempos de Jesús, como ahora – que lo considere como un buen maestro, un profeta o expositor de valores morales.
La singularidad de Jesús es “una particularidad la cual debe ser reconocida, abrazada, informada y confesada. Como líderes debemos ser los primeros en la fila para hacer eso, dijo Paulsen. “La búsqueda termina con Jesús. Usted no necesita buscar en ningún otro lugar”.
“Es un hecho serio que es posible estar tan cerca de la verdad y todavía perderla”, declaró Paulsen. “Podemos llenar nuestras vidas con tantas cosas delicadas y nobles, y ocuparnos en tantas oportunidades. Y todavía, si Jesús el Mesías no es una parte identificada, afirmada y abrazada, estamos donde estaban los que dijeron: “Él es Juan el Bautista, o Elías o Jeremías.'»
Paulsen se refirió a los dirigentes de la iglesia cuando dijo, «Para el “negocio” en el cual usted y yo estamos implicados, es críticamente importante seguir simplemente los pasos del dirigente –el Señor – tan leal y fielmente como usted sepa. Abrazar su agenda”.
Añadió, “En el ministerio y servicio del Señor y la iglesia, no emplee mucho tiempo en mirar el ‘paisaje’ o midiendo la fuerza de los vientos políticos que soplan… Agendas generadas por uno mismo o para el servicio personal, no pueden ser conciliadas con la creencia de que Dios tiene un plan, y que es el que cuenta finalmente, y el único que, en verdad, prevalecerá”.
En otro comentario dirigido a la dirección de la iglesia, Paulsen dijo que, aunque Dios”nos ha dado nuestra particularidad en doctrinas y valores, tales asuntos, algunas veces, son descuidados en sermones y escritos para la iglesia.
«Esto me perturba y me aflige, si puedo mencionarlo sin crear algún tipo de paranoia, que la particularidad de nuestra fe es a menudo desviada de nuestra predicación, enseñanza y escritos”, dijo él. “No hay nada errado con lo que se dice desde el púlpito; es bíblico; debería ser predicado; tiene su día. Pero qué de aquello que no se dice – eso que es algo especial para la identidad de nuestra fe. ¿Nos avergonzamos o estamos inseguros en afirmar y confesar la peculiaridad?”
Paulsen dijo, «nuestra misión como iglesia” es afirmar, como él lo hace, «que hay solamente un Señor y todo acerca de él es especial”; «que es el Espíritu Santo, y la fe que él inspira, lo que me hace fuerte para reconocer y afirmar eso que es peculiar” para los adventistas; y “que finalmente lo que importa es reconocer y someterse a la soberanía de Jesucristo”.
Mientras se tendrá un servicio especial sabático en la sede mundial el 8 de octubre, los negocios rutinarios del Concilio Anual empezarán el domingo de mañana y se espera que continúen hasta el 13.
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