Lima, Perú …. [Rajmund Dabrowski/ANN]
Los esfuerzos legislativos del Perú para garantizar trato igualdad a todas las religiones tuvo el respaldo del Pastor Jan Paulsen, presidente mundial de la iglesia de Adventista del Séptimo Día, la semana pasada.
Durante una visita al doctor Marcial Ayaipoma Alvarado, presidente del Congreso, Paulsen dijo que la iglesia adventista valora grandemente «la libertad religiosa, libertad para creer, expresarse y cambiar de opinión». Añadió que la iglesia no es solamente una comunidad que predica, sino que está involucrada en educar, sanar y en ayudar socialmente, así como en los ideales de la libertad religiosa».
Los comentarios del líder adventista se produjeron en apoyo a la actual redacción de la pieza legislativa que garantizaría la igualdad en el trato para todas las religiones y personas en el país. El ministro de justicia del Perú está considerando la propuesta de ley.
Los adventistas han hecho presencia en Perú por más de cien años, y la membresía actual está por encima de las 700,000 personas bautizadas y son parte de una familia en la fe de más de 1 millón que adoran semanalmente en congregaciones adventistas en Perú.
En un comunicado a los medios, Paulsen reiteró la posición de la iglesia sobre la libertad religiosa como un derecho humano fundamental.
«Reconocemos y aplaudimos la búscada de tolerancia por parte de Perú, más apertura a la diversidad, y reconocimiento de libertad religiosa e igualdad para todos. Como cristianos, abogamos por tolerancia y acciones para poner en alto la dignidad de cada ser humano. Una vida regida por la tolerencia prepara el terreno para una mayor prosperidad y paz. Reafirmamos nuestro cometido para respaldar esfuerzos para garantizar igualdad de trato para todas las religiones y personas ante la ley en Perú», dijo él.
El doctor Alvarado le dio la bienvenida al líder adventista y dijo que los adventistas eran bien conocidos y respetados por su participación en educación, salud y actividades para el bienestar de otros».
La reunión con el doctor Alvarado inició la visita de cinco días a la nación sudamericana por el pastor Paulsen, un viaje que incluía dedicaciones de lugares de adoración en Pisac, Valle Sagrado, y una iglesia en la isla flotante de Uros sobre el Lago Titicaca. El viaje del pasotor Paulsen también incluía una visita a las antiguas ciudades incas y monumentos, cuzco y Machu Picchu y una convención con los miembors de la iglesia de Altiplano en un estadio en Puno.
Durante una visita al Congreso, Paulsen, acompañado por Melchor Ferreyra, presidente de la iglesia adventista en Perú, también se encontró con el doctor Antero Flores Araor, presidente anterior del Congreso, y Rosa Graciela Yanarico Huanca procedente de Puno y representa la región del Altiplano en el Congreso. Yanarico Huanca, adventista del séptimo día, es uno de los principales legisladores que está respaldando el proyecto de ley sobre libertad religiosa e igualdad.
Es en la región del Altiplano donde la iglesia adventista estableció su presencia permanente al erigir escuelas y abogar por los derechos de la población indígena en la región.
Nombres como, Manuel Camacho, Fernando y Ana Stahl, pioneros de la educación para la gente indígena de la región de Puno, son altamente respetados por contribuir al sistema moderno de educación de Perú.
Reconciendo esta contribución, Paulsen dijo, «Hoy su legado continúa en vuestra búsqueda de igualdad y libertad para todos, en su moderno sistema de educación, que también incluye más de 200 escuelas adventistas a través de vuestro país».
En esta declaración Paulsen enfatizó que, «A menudo, los miembros de una iglesia cristiana son vistos solamente en términos de su contribución espiritual a la sociedad. Como cristianos, sin embargo, no somos solamente criaturas de un ambiente espiritual. También tenemos un interés activo en todos los asuntos que le dan forma a la manera en que vivimos, y todos los elementos que tienen que ver con la diversidad y calidad de vida».
Como tales, «respondemos a las necesidades de las comunidades que nos rodean, a través de nuestras instituciones y programas, ofreciéndoles educación de calidad y cuidado de la salud, así como reaccionando a las necesidades humanitarias de la sociedad. Ofrecemos estos servicios a todos, sin importar credo o trasfondo.
«Ruego para que la iglesia adventista continúe haciendo todo lo que pueda para ser un socio productivo y útil en esta sociedad, trabajando por el bienestar de la gente», dijo Paulsen.
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