24 de marzo, 2006 Piedmont, Alabama, Estados Unidos … [Ken Wetmore/Mark A. Kellner/ANN]
Desmond T. Doss, Sr., quién con valentía se enfrentó al ridículo para servir en la Segunda Guerra Mundial como un paramédico del ejército sin portar arma, y que trabajó en un sábado, 5 de marzo de 1945 para rescatar 75 soldados heridos atrapados bajo el bombardeo enemigo en la isla de Okinawa, murió el 23 de marzo en su residencia en Piedmont, Alabama. Doss, el único objetor de conciencia en recibir la Medalla de Honor del Congreso durante la Segunda Guerra Mundial, tenía 87 años de edad.
Se informa que Doss, un hombre de pocas palabras y sin pretenciones, no gustó jamás ser llamado «objetor de conciencia», prefiriendo en vez, «cooperador de conciencia». En vez de aceptar una suspensión del servicio militar, Doss se unió al ejército como voluntario, pero nunca portó armas. Asignado a la División de Infantería 307 como paramédico de una compañía, a menudo fue acosado y ridiculizado por sus creencias. Criado como un adventista del séptimo día, Doss no creía en usar un arma o matar por causa del sexto mandamiento que dice, “No matarás” (Éxodos 20:13). Sin embargo, Doss fue un patriota y creía en servir a su país.
Según referencia de su Medalla de Honor, vez tras vez, los soldados compañeros de Doss presenciaron cuán atrevido era respecto a su propia seguridad. Siempre estaba dispuesto a ir en busca de un camarada herido, no importaba cuán grande fuese el peligro. Durante la batalla en Okinawa el 5 de mayo de 1945, Doss rehusó refugiarse contra el fuego enemigo al rescatar 75 soldados heridos, llevándolos uno a uno y bajándolos sobre el filo de los 400 pies de Maeda Escarpment. No se detuvo hasta haber traído a todos a lugar seguro cerca de 12 horas más tarde. Doss más tarde le dio el crédito a la habilidad de hacer nudos aprendida en un grupo en un campamento adventista, los Conquistadores, lo cual le ayudó a lograr el rescate.
A pesar de que aquel día era un sábado, séptimo día de la semana, Doss comprendió la orden de Jesús de que era lícito “hacer bien” en el santo día al salvar vidas.
Según informes de los medios, cuando el presidente de Estados Unidos, Harry Truman le entregó la medalla a Doss, Truman le dijo, “Estoy orgulloso de ti; tú te mereces este reconocimiento, en verdad. Considero esta medalla un honor superior al de ser Presidente».
La devoción ejemplar de Doss a Dios y a su país recibió aclamación a lo ancho de la nación. El 4 de julio de 2004, una estatua de Doss fue colocada en el Museo Nacional del Patriotismo en la ciudad de Atlanta, Georgia, junto a estatuas del doctor Martin Luther King, del Presidente Jimmy Carter, y el General Gray Davis, jubilado de Marine Corps, también recipiente de una Medalla de Honor. Igualmente, en 2004, salió un documental intitulado “El Objetor de Conciencia”, narrando la historia de fe, heroísmo y valentía de Doss. También se está planeando una presentación fílmica describiendo la historia de Doss.
Irónicamente, Ferry Benedict, quien produjo el documental y quien trabajará en la película, estaba recibiendo un premio denominado “Bridge Award” (premio puente) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día al momento en que se comunicó la noticia del fallecimiento de Doss.
“Vi a Desmond hace diez días”, dijo Benedict a ANN. “Tuvimos una Linda plática; él estaba de buen ánimo. Su historia se grabó en una película, y llegó lejos, más lejos de lo que Desmond alguna vez se imaginó”.
En y alrededor del distrito central de Washington surgieron tributos para Doss.
“Probablemente haya pocos que apreciaran la vida y la libertad más que él”, dijo en una declaración el Mayor Sheldon Smith, vocero del ejército de Estados Unidos. “ “Private First Class Desmond T. Doss era un héroe en el sentido más estricto – uno a quien cada uno de nosotros no deberíamos bacilar en emular”.
Según el pastor Don Schneider, presidente de la Iglesia Adventista en Estados Unidos, Doss “es considerado como un modelo digno de imitar – especialmente para muchos de nuestros miembros. Su decisión de no portar armas en el tiempo de mayor peligro fue una decisión valerosa y heroica que al mismo tiempo ha afectado muchas vidas. Estamos orgullosos de haber tenido a Desmond como miembro de nuestra iglesia”.
Sobreviven a Doss, su esposa Frances, su hijo, Desmond T. Doss, Jr., y su hermano, Harold Doss. Le precedieron en su muerte Dorothy Schutte, su primera esposa y su hermana, Audrey Millner.
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