Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, 24 de Marzo de 2006… [Personal de ANN]
El caso de Abdul Rahman, quien trabajó una vez para una agencia humanitaria cristiana y vivió muchos años en Alemania, atrajo esta semana la atención mundial. Residiendo ahora en su ciudad natal, Rahman, Afganistán, fue reportado a las autoridades islámicas en el curso de una disputa de custodia relacionada con su ex esposa e hijos. De acuerdo con la ley islámica Shari’a, la cual forma parte del sistema legal afgano, un musulmán que rechaza la religión y no regresa puede ser ejecutado con la pena capital.
“Para los que defienden la libertad religiosa, lo que sucede en Afganistán no es sorpresa”, dice el Dr. John Graz, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. “Hay muchas naciones en el mundo que siguen prácticas similares, y el mundo parece ignorarlo. Los líderes de las naciones democráticas deben saber qué ocurre en Arabia Saudita, Irán, Sudán, cuando un musulmán quiere cambiar su religión”.
El director de Coordinación con las Naciones Unidas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Dr. Jonathan Gallagher, agrega: “En este momento estoy en una reunión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y este es un tema de mucha discusión aquí. Este caso ha estado en los titulares, por cuanto ejemplifica la mayor amenaza contra el libre ejercicio de la religión en ciertos regímenes –no sólo Afganistán. Es trágico que, en un país que ha presenciado tanta participación de la comunidad mundial en el desarrollo de un gobierno abierto y libre, la vida de un ciudadano esté amenazada simplemente por ejercer su derecho constitucional a practicar la religión de su predilección”.
Muchos líderes nacionales, incluyendo al presidente de los Estados Unidos, han expresado su preocupación acerca del caso de Rahman, y los reportes de los medios de comunicación indican que tales súplicas podrían estar logrando un resultado positivo. De acuerdo con la red Deutsche Welle de Alemania, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha asegurado tanto a la Canciller Alemana Angela Merkel como al Primer Ministro Stephen Harper, que Rahman no enfrentará la pena de muerte.
Harper dijo a los reporteros en Ottawa que el presidente afgano Hamid Karzai ha dado seguridad a Canadá respecto al caso: “Yo telefoneé personalmente al presidente Karzai para expresar mi preocupación. Él me dio el mensaje de que no tenemos que preocuparnos acerca de un eventual suceso de esa naturaleza”.
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