May 1, 2006 Silver Spring, Maryland, Estados Unidos …. [Taashi Rowe/ANN]El pasado 18 de abril se publicaron los resultados de un estudio que encuestó a 1.003 cristianos de los Estados Unidos en enero pasado. El estudio, que fue realizado por el Barna Group, una organización cristiana de investigación, muestra que siete de cada 10 norteamericanos (72%) dicen que su compromiso con Cristo es importante para sus vidas. Sólo el 17%, sin embargo, cree que «la fe de una persona significa que debe involucrarse en la iglesia local», y sólo un 54% dice estar tan comprometido con Dios que «harían lo que hiciera falta para desarrollar una relación más profunda con Él». «Estas cifras enfatizan cuán superficial es el compromiso de las personas con Dios», escribió el investigador George Barna en un informe que resume sus hallazgos. «Los norteamericanos están dispuestos a gastar sus energías hasta cierto punto asistiendo a la iglesia y leyendo la Biblia, y hasta están dispuestos a dar dinero como ofrenda. Como resultado, se convencen a sí mismos que son gente de genuina fe. Pero cuando realmente tienen que establecer sus prioridades y realizar un compromiso tangible para conocer y amar a Dios y permitirle que cambie su carácter y estilo de vida, la mayoría de las personas se queda a mitad de camino. Queremos ser ‘espirituales’ y contar con el favor divino, pero no estamos seguros de darle el control de nuestra vidas y de que se involucre con la imagen y el resultado por el que tanto hemos trabajado». En 2002, la Iglesia Adventista realizó un estudio similar entre sus miembros, con el propósito no sólo de conocer los datos estudiados por Barna sino también conocer en qué situación estamos y a partir de allí realizar planes para determinar dónde debería concentrarse la labor misionera de la iglesia. El estudio mostró que en promedio, el 57% de los adventistas asistían todas las semanas a la iglesia y el 51 por ciento asistía a un estudio bíblico seminal. Comparados con los resultados de Barna, parecería que los resultados de la Iglesia Adventista son muy buenos. Sin embargo, el crecimiento espiritual es una de las prioridades de la visión de la iglesia para los próximos cinco años. Esa visión, denominada «Cuéntale al mundo», invita a la iglesia mundial a mejorar en varias áreas: crecimiento espiritual, desarrollo comunitario, testificación personal, evangelización urbana, establecimiento de iglesias, programación de evangelización y ministerio de los medios. Según los líderes de la iglesia, Incrementar el crecimiento espiritual significa aumentar el porcentaje de adventistas que participan en el estudio diario de la Biblia, para pasar del 50% a al menos un 65%. La pregunta es: ¿Puede el norteamericano promedio llamarse cristiano sin realizar el «mantenimiento» básico de estudio de la Biblia, oración y asistencia a la iglesia? «¿Puede uno ser un esposo comprometido y no ir a su casa?», se pregunta Alan DeSilva, pastor de la Iglesia Adventista de Takoma Park, Maryland. «Los que creen que no necesitan ir a la iglesia para ser cristianos comprometidos son los que no tienen una relación con el Señor». Una vida cristiana comprometida abarca el compromiso, la confianza y la comunicación, dice. «Estos son los mismos ingredientes para una vida matrimonial feliz. El estudio de la Biblia y la oración son los vehículos principales para comunicarse con Dios. Y una vida comprometida se basa en la confianza». El posmodernismo imperante en la Europa secular podría estar afectando a los cristianos norteamericanos. Basta leer el libro de Reinder Bruinsma, presidente de la Iglesia Adventista de los Países Bajos y autor de «Faith Step by Step, Finding God and Yourself» [La fe paso a paso: En busca de Dios y de ti mismo] analiza la brecha entre el pensamiento posmoderno y la visión cristiana tradicional. Cada vez más, la gente formula las preguntas básicas de la fe, dice Bruinsma. «Cada vez estás menos interesados en los puntos doctrinales. Lo que les importa es lo que la religión te puede brindar, la experiencia. También tiene mucho que ver con la actitud hacia la institución de la iglesia». Es a causa de esta forma de pensar que algunos pueden sentir que no necesitan ir a la iglesia para ser cristianos. Esta gente puede pensar que en lugar de ir a la iglesia pueden realizar alguna tarea positiva por su comunidad, y que eso constituye su «actividad religiosa» de la semana. DeSilva dice que aplaude a los que participan en el servicio comunitario. «Aprecio el servicio cristiano pero no quiero que se lo confunda con la comunión o adoración cristiana. Son dos cosas diferentes. El servicio cristiano brinda cierto nivel de satisfacción pero no reemplaza a la comunión. La comunión cristiana es un ingrediente básico de la fe. El trabajo por otros es también importante para el desarrollo y la maduración, pero no puede reemplazar la comunión. Sólo la complementa».Todos los derechos reservados (c) 2006 Adventist News Network.

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