Stevninghus, Dinamarca… [División Trans Europea/Personal de ANN]
¡Déjenlos comer torta—más de 164 pies (50 metros)! Cerca de 3000 conquistadores asistentes al Camporee Regional de Conquistadores de la División Trans Europea, realizado en Stevninghus, Dinamarca, consumieron suficiente torta como para aspirar al récord mundial sobre comer torta y aparecer en los titulares locales.
Aunque los conquistadores aún tienen que esperar la respuesta del Libro Guiness de Récords Mundiales, el camporee en sí mismo fue un evento fuera de serie, atrayendo conquistadores y sus líderes provenientes de 26 países. Mientras los participantes llegaron como granizo principalmente desde el norte y el oeste de Europa, algunos viajaron desde tan lejos como Malasia, Singapur, Tailandia y Kuwait.
Durante un conmovedor servicio bautismal, 18 jóvenes entregaron sus vidas a Cristo, y fueron recogidos 30.000 Kroners daneses (2.750 libras esterlinas ó 5.145 dólares americanos) para ayudar a impulsar clubes de conquistadores en Egipto y ayudar a cubrir el costo de la traducción de materiales al idioma árabe.
También consiguiendo un estatus récord, se recolectaron 80.000 Kroners daneses (330 libras esterlinas ó 13.715 dólares americanos) para impulsar las iniciativas juveniles en Groenlandia, durante el día de comercio en el camporee.
Meter Bo Jensen, director de conquistadores para Dinamarca, quien manejó la planeación local del camporee, comentó que el evento presentó “una cantidad de actividades un programa bastante emocionante que ayudó a unir a la gente proveniente de todas las diversas culturas presentes en el camporee”.
Además del programa típico de conquistadores que apunta a personas entre los 10 y 15 años, quienes planearon el camporee también ofrecieron opciones apropiadas para la edad de los Rovers (entre los 16 y los 19 años). Esas actividades, incluyendo una caminata nocturna y un café Internet, recibieron buena asistencia y aceptación.
De acuerdo con Paul Tompkins, director de jóvenes para la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la región Trans Europea, más allá de generar recuerdos cariñosos y servir como un lugar de encuentro para los conquistadores de todo el mundo, lo más importante es que el camporee fue “una significativa oportunidad espiritual para que todos los presentes se acercaran más a Dios”.
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