7 agosto, 2006 Lincoln, Nebraska, Estados Unidos …. [Elizabeth Lechleitner/Personal de ANN]
Como proclama la canción de la institución, a los estudiantes del Union College, una institución adventista de Lincoln, Nebraska, se los conoce por «usar tinta». El próximo 24 de agosto, sin embargo, se los verá en cambio «usando pintura». Eso se debe a que virtualmente todo el predio participará en el «Proyecto Impacto», un programa de servicio de la institución.
El 25º aniversario del evento está atrayendo la atención más allá del predio. Se espera que Dave Heineman, Gobernador de Nebraska, participe en la apertura de las actividades ese día.
A una semana de comenzadas las clases, uno esperaría que la mayor parte de los estudiantes se dedicaran más bien a dormir que a lijar y cepillar casas, a menos que fuera obligatorio o se les diera crédito académico por su participación. Pero a lo largo de los años, los estudiantes voluntarios han hallado una suerte diferente de motivación, que nada tiene que ver con las donas y las camisetas sin costo que reciben a cambio de su participación.
Mindy Mekelburg, estudiante de Comunicación, lo explica de esta manera: «El proyecto me ha ayudado a mirar más allá de mí para ver la necesidad de ayuda en la comunidad». Es así de simple. Desde 1981, alrededor de 13.500 voluntarios como Mekelburg han realizado más de 90.000 horas de servicio con un objetivo en mente: marcar una diferencia.
«Siempre está la tentación de utilizar el día para el tan necesario descanso o para reponerse antes que levantarse temprano para colaborar con el proyecto», admite Larry Ray, profesor de matemáticas de la institución.
Pero, se apresura a añadir, «al fin del día, nos preguntamos cómo pudimos pensar en no participar. El gozo de ver brillar los ojos de un niño o el aprecio expresado por el personal de una agencia nos da una satisfacción infinita. Estas bendiciones nos han ayudado a seguir durante 25 años».
A lo largo de los años, las agencias locales han llegado a aceptar de buen grado y hasta depender del celo de los voluntarios de «Proyect Impact». Shanna Letcher, coordinadora de voluntarios de Cedars Youth Service, una organización de asistencia y apoyo a la niñez de área de Lincoln, anticipa con ansias el trabajo con los voluntarios del Union College. «Nunca son negativos; siempre están muy felices. Parece que siempre quieren estar aquí».
Y así es, dice Justin Okimi, un graduado 2006, que actualmente es capellán asistente en la institución, y seis veces coordinador del proyecto. El «Proyecto Impacto» hace surgir energías maratónicas en lo que respecta al servicio continuo, más que nada porque los que planifican conectan los voluntarios con los servicios que mejor se adaptan a sus talentos e intereses.
Llamémoslo servicio especializado; los voluntarios dicen que es un disparador del entusiasmo y esto significa que es más probable que se involucren con proyectos a largo plazo. Heather Dickman, estudiante de ciencias de la salud, dice que «después de mi primer año, estaba tan entusiasmado de participar en más actividades de voluntarios…que quería continuar durante todo el año».
Este año, el proyecto se asociará con el Lincoln Action Program, una agencia sin fines de lucro privada de acciones comunitarias, en un proyecto del 25º aniversario que buscará revitalizar los vecindarios de Clinton and Hartley. Dirigidos por Okimi, los voluntarios limpiarán terrenos, removerán graffiti y residuos, y plantarán árboles, entre otros proyectos de renovación urbana.
Okimi dice que, junto con los voluntarios del Unión, se siente verdaderamente «privilegiado de ser parte de estos proyectos». Y agrega: «Al hacer que los estudiantes sientan que son parte de la comunidad, el proyecto perpetúa realmente el proceso de voluntario. Los estudiantes se dan cuenta de que no sólo asisten a una institución educativa, sino que viven el lugar y son parte de éste».
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