Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, 10 de octubre de 2006 … [Elizabeth Lechleitner/ANN]

“Cuando una persona trabaja para Dios, él o ella debe preguntarse continuamente: ‘¿Estoy haciendo todo lo que puedo?’”. Esa es una pregunta que Vernon Parmenter, director del Centro de Voluntarios Adventistas, ubicó al principio de un DVD que describe “His Hands” [Sus Manos], una nueva iniciativa laica de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la cual describe una manera de “Dilo al Mundo”, particularmente en localidades donde actualmente hay poca o ninguna presencia adventista, al mismo tiempo que se mantienen fuertes congregaciones en casa.

El proyecto, tal como Parmenter lo describió ampliamente para los delegados al Concilio Anual, es “una visión para la iglesia del siglo XXI unida en oración y buscando la dirección de Dios en la movilización de su pueblo”. Específicamente, está fundamentada en las congregaciones locales y hace un llamado a los laicos para patrocinar y enviar misioneros alrededor del mundo, además de recibirlos en casa.

Fundamentalmente, “Sus Manos” es un intercambio misionero. Las iglesias locales escogerían un proyecto misionero y seleccionarían un miembro de la iglesia para servir como misionero. En intercambio, ellos recibirían un voluntario de “Sus Manos”, de tiempo completo, para ayudar en su congregación local como evangelista, pastor asociado, líder juvenil, obrero bíblico, o de cualquier otra manera que sea necesaria.

Parmenter cree que es una falta de fondos –no una falta de entusiasmo—lo que a menudo detiene los esfuerzos misioneros voluntarios. “Sus Manos”, dice él, ayudará a resolver el problema, habilitando a los laicos de la iglesia –elegidos por sus juntas de iglesia como comisionados de “Sus Manos”—con la responsabilidad de asegurar que un misionero es enviado al campo.

Parmenter mencionó un grupo de comerciantes provenientes de las iglesias de Nigeria quienes, habiendo ya patrocinado 10 nuevos misioneros de acuerdo con el modelo propuesto por “Sus Manos”, están “mostrando el camino”. “Imagínese lo que podría ser hecho si cada iglesia e institución adventista patrocinase y enviase un misionero ultramar. Tendríamos decenas de miles de misioneros sirviendo en el mundo, donde hoy tenemos cientos”, dijo Parmenter, ilustrando el potencial de “Sus Manos”.

Se trata de un conjunto de principios básicos que guiaron a la iglesia cristiana primitiva, en torno a los cuales gira el proyecto “Sus Manos”, dijo Parmenter. Entre estos principios están un firme arraigamiento en los pequeños grupos y las congregaciones locales, los componentes vitales de la oración y la influencia del Espíritu Santo, y miembros que se sienten impulsados a compartir el evangelio con el mundo. Citando un pasaje del Nuevo Testamento, Parmenter dijo que la iglesia primitiva “imponía las manos sobre sus misioneros y les enviaba con una misión”, un concepto sobre el cual él hizo un punto de referencia para “Sus Manos”.

“Es tan fácil perder de vista aquello para lo cual hemos sido llamados como iglesia”, dijo el director de Misión Global, Gary Krause. “Pero si perdemos de vista nuestra misión, entonces nuestra iglesia morirá”.

Ted Wilson, uno de los vicepresidentes generales de la iglesia mundial, dijo que “Sus Manos” concentrará a los miembros de iglesia alrededor de ese objetivo común. Inspirándoles a “compartir a Cristo e invitar a la gente a prepararse para su pronta venida”, él dijo que la iniciativa “provee una manera dinámica a través de la cual los miembros pueden responder al llamado del Espíritu Santo”.

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