9 de marzo, 2007 Nueva York, Nueva York, Estados Unidos…. [Personal de ANN]
Cinco adventistas del 7mo día se unieron a más de 5,000 damas en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York esta semana para la Quincuagésimo-primera sesión de la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres (CSW). La sesión que empezó el 26 de febrero y terminó el 9 de marzo, le da eco al dilema de millones de mujeres y niñas alrededor del mundo para quienes el abuso y la violación de los derechos humanos fundamentales es un sistema de vida.
Informes de miembros de estado de las NU y expertos indicaron que cerca de 55 millones de niñas no asisten a escuela formal y más de 80 millones se casarán a los 13 años de edad. Unos preocupantes 2 a 3 millones viven en esclavitud sexual y jamás tendrán acceso a los derechos humanos básicos, mientras 218 millones de niños forman parte de la fuerza laboral.
«Políticas y esfuerzos de colaboración estuvieron entre los puntos de agenda, pero aún permanece la necesidad responsabilidad en cada nivel del gobierno, el hogar, la sociedad y la institución», expresó Viola Poey Hughes, quien dirigió la delegación de damas adventistas de la sesión.
La iglesia debe ofrecer más que palabras de condenación en la lucha contra la violencia, dijo la doctora Linda Koh, directora de Ministerio de los Niños en la sede de la iglesia mundial adventista que asistía a CSW por primera vez. «Como iglesia necesitamos estar más organizados, específicamente para ministrar a las víctimas de este problema en todos los niveles. En muchas partes del mundo la niñas enfrentan prácticas sociales tradicionales y dañinas tales como niñas novias, mutilación genital y la negación de una educación».
«Parece que nuestro énfasis como iglesia es, algunas veces, solo respecto al bienestar espiritual y el compartir las buenas nuevas de la salvación, pero necesitamos hacer más para atacar los problemas físicos que enfrenta la gente que puede impedir su aceptación del evangelio», continuo Koh. «Actualmente no hay una
fuerza predominante para hacer tal cosa. Debe haber un movimiento audaz y activo para confrontar los asuntos sociales».
En su declaración a la CSW, la iglesia adventista enfatizó la importancia de desarrollar programas concretos y prácticos, tales como proyectos de alfabetización, Toca un Corazón, Dilo al Mundo (un énfasis sobre el ministerio a través de la participación de las damas), y un programa de capacitación en diversidad de niveles -desarrollado completamente por el Departamento de Ministerios de la Mujer de la iglesia mundial.
«Tenemos una fuerte convicción sobre libertad y responsabilidad, y los derechos humanos de cada individuo», dijo el doctor Jonathan Gallagher, vínculo en las NU para la iglesia adventista, quien no solamente redactó la declaración de este año, sino que también avivó la participación de las damas adventistas en el foro de CSW. «Nuestra teología impone nuestro respaldo de intentos para ayudar al oprimido y violado, para traer conforte y sanidad a los hijos de Dios».
El secretario-general delegado de UN, Asha-Rose Migiro, animó a la CSW de este año para dar valerosos pasos para mejorar las vidas de niñas alrededor del mundo. «La violencia contra la mujer y las niñas permanece insidiosa -perpetrada por miembros de la familia, personas ajenas y agentes del estado en todas las regiones del mundo, en las esferas públicas y privadas, en tiempos de paz y de conflicto».
Migiro dijo también que la actual Convención Sobre los Derechos del Niño y la Convención Sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer CEDAW son inadecuadas porque ninguna de las dos es consistentemente puesta en vigor por ley y los estados muy a menudo fallan en implementar las provisiones del tratado en forma voluntaria.
Migiro abogó por la prosecución y castigo de los perpetradores, aumento de recursos y una rigurosa campaña para reformar actitudes estereotípicas hacia la mujer y las niñas en detención por hombres y muchachos.
Koh concuerda que debe hacerse más para asegurar que los gobiernos cumplan con loas ordenanzas de las UN. «Cumbres como estas ejercen mucha presión sobre los gobiernos, pero no hay suficiente responsabilidad como debiera haber. Por esa razón, organizaciones no gubernamentales (NGOs) deben tomar más de la responsabilidad en hacer lo que los gobiernos no hacen».
Koh cree que la iglesia adventista puede marcar una diferencia al intensificar su participación en asuntos sociales. «La iglesia hace bastante para crear conciencia, pero siento que todavía no participamos al nivel de algunas otras ONG».
«Nuestros ministerios de la mujer, de los niños y de jóvenes», sigue diciendo Koh, «necesita enfatizar el impacto comunitario. Necesitamos aliviar estos problemas, establecer lugares de refugio y luchar el tráfico humano. Muchas personas están haciendo esto a nivel del proletariado y la iglesia necesita apoyar estos laicos en sus esfuerzos».
La CSW de este año atrajo mujeres de cerca de 100 estados miembros tales como Moroco, China, Indonesia, Rumania, Italia, Ghana, Kenya y Australia. Representando a la iglesia mundial junto con Hughes y Koh estaban Nancy Kyte, director de mercadeo del departamento de Misión Adventista de la iglesia mundial, y Debbie Rapp e Ivonne Kight, de oficinas locales de la iglesia en los Estados Unidos.
Derechos Reservados ® por Red de Noticias Adventista (ANN).