Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, 5 de Septiembre de 2007… [Taashi Rowe/ANN]
Cuando la Iglesia Adventista del Séptimo día en Kettering, Ohio, Estados Unidos, decidió aceptar donaciones a través de Internet, el tesorero Ed Mann notó contribuciones de personas que usualmente no habían aportado.
El aumento vino mayormente de estudiantes universitarios que estaban distantes, en sus estudios, quienes mantenían su feligresía en su iglesia materna.
«No fue una cantidad de dinero enorme, pero ellos tuvieron una oportunidad de dar, que de otra manera nunca habrían tenido», dijo Mann.
Después que la Iglesia Adventista en Norteamérica lanzó el programa de donaciones por Internet el año pasado llamado Adventist Giving, la iglesia ha recibido más de 1,5 millones de dólares hasta julio, provenientes de miembros que mejor darían en línea, en lugar de poner un cheque o dinero en efectivo en el platillo de las ofrendas.
«Como iglesia tenemos que ir al día con la forma como la gente está manejando sus finanzas en la actualidad», dice Fred Kinsey, asistente de comunicación para el presidente, en la Iglesia Adventista en Norteamérica. «No he escrito un cheque en un año y medio. Todo lo que hago es en línea».
Más de 80 iglesias adventistas en Norteamérica usan ahora el sistema, y otras 120 están en el proceso de introducirlo.
Los líderes de la iglesia esperan que un 20 por ciento de las iglesias en Norteamérica, o el 35% de los miembros, participen en el programa.
Otras organizaciones cristianas, como Full Gospel Baptist Fellowship, Promise Keepers y la Asociación Nacional de Evangélicos en Norteamérica, ya aceptan donaciones en línea, dice Ed Reid, director de mayordomía para la Iglesia Adventista en Norteamérica.
Unas pocas iglesias ya tenían sus propios programas de donaciones en línea cuando los líderes en los departamentos de Comunicación y Mayordomía de la División Norteamericana comenzaron a impulsar un programa a nivel de toda la región, que estuviese disponible para miles de iglesias adventistas.
Reid tiene una teoría: «Cuando tú haces todas tus transacciones bancarias en línea, y vienes a la iglesia, ocurre algo que yo llamo la 'ruleta de la cartera'. El platillo de las ofrendas pasa por ahí, y usted pone en él cualquier cosa que tenga en el bolsillo, pero si hubieses podido hacerlo en línea, habrías dado más».
Reid añade que dar diezmos y ofrendas en línea es conveniente para las personas que viajan o no son capaces de asistir a la iglesia regularmente.
Pero con la conveniencia viene un precio. Los cobros por el uso de la tarjeta de crédito –usualmente cerca del 2 al 3 por ciento de una transacción– inicialmente hizo que los miembros de la iglesia de Mann en Ohio se abstuviesen de usar el sistema. Como el programa crece, el liderazgo de la iglesia en norteamérica está discutiendo ahora qué entidad pagará las cuotas: las iglesias locales, las administraciones más grandes a nivel de cada estado, o la sede de la División Norteamericana.
Algunos miembros pueden estar dudosos en participar, porque dicen que hay un ejercicio espiritual en poner el dinero físicamente en un platillo de ofrendas, dice Reid. Otros tal vez no sean muy expertos en Internet, o sientan que ese no es un método seguro de hacer negocios.
«Ninguna información financiera es almacenada en línea, haciendo el asunto, en algunos casos, más seguro que escribir un cheque», dice el administrador de Adventist Giving, David Green, quien tiene un título de maestría en seguridad a través de Internet.
Mientras diversos líderes de la iglesia dijeron que es más probable que los jóvenes devuelvan sus diezmos y den sus ofrendas en línea, Mann anota que todos los grupos de edades en su congregación usan el programa.
Para más información, vea el sitio de la Web http://www.adventistgiving.org
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