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Managua, Nicaragua… [Libna Stevens/DIA]

Los líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Nicaragua están preocupados por los miles de miembros de la iglesia afectados por el Huracán Félix, tormenta de categoría 5 que golpeó ese país centroamericano temprano el 4 de septiembre. Félix destruyó comunidades enteras en la región norte, a 600 kilómetros de la capital, Managua, con altos vientos y lluvia torrencial. Allí viven más de 5000 miembros de la iglesia. El número de víctimas está ya sobre tres dígitos y, hasta ahora, cinco miembros de la iglesia se han reportado muertos. Sin embargo, algunos miembros no han sido hallados en Mismito Keys y áreas circundantes que sufrieron los fuertes vientos de Félix de 160 mph. A estas áreas sólo se entra por vía aérea.

«Aún no sabemos con certeza la condición de nuestros miembros que han sobrevivido al huracán», dijo el pastor Juan Ángel Guevara, presidente de la iglesia en Nicaragua, durante una conversación telefónica. «La infraestructura total de la iglesia ha sido afectada en la región del Atlántico norte».

El pastor Guevara, quien se ha comunicado sólo por radio con unas pocas de las comunidades en las regiones afectadas, dijo que dos estructuras de la iglesia soportadas por columnas de madera fueron destruidas, y docenas de edificios más sufrieron cuantiosos daños.

«Tenemos 45 iglesias en las comunidades de Sandibay, Francia Sirpi, islas de Puerto Cabezas, y Mismito», dijo el pastor Guevara. «La mayoría muestran daños considerables y, guiados por el estudio oficial del gobierno sobre las comunidades inaccesibles, la mayoría de esas iglesias fueron destruidas».

Los líderes de la iglesia y miembros están, con razón, muy preocupados por sus conciudadanos golpeados en las comunidades pantanosas y llenas de árboles que bordean a Honduras, donde residen familias de bajos ingresos.

«Hay tantos ríos desbordándose, y eso nos preocupa aún más», dijo Guevara. «Esto se inunda cada año cuando el invierno golpea el área, y este huracán fue demasiado intenso».

Guevara dijo que hay una estación de radio y una clínica operada por la iglesia, las cuales no ha podido contactar aún.

La escuela adventista –primaria/secundaria juntas –en Puerto Cabezas, donde más de 700 personas del área buscaron albergue, perdió el techo de cada uno de sus salones de clases.

«La gente que se refugió allí tuvo que irse a otro lugar mientras el techo seguía volando sobre el terreno de la institución», dijo Guevara.

Esfuerzos de ayuda humanitaria

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Nicaragua, y su equipo de reacción en emergencia VRED (Volunteer Rescue and Emergency response team) ha podido entregar más de 1,000 libras en equipo de primeros auxilios a las áreas inicialmente evaluadas por la Defensa Civil de Nicaragua, de acuerdo con oficiales de ADRA en Nicaragua. Además, alimentos y tiendas se están entregando tan rápido como es posible.

«Pudimos entregar medicina, alimentos y tiendas de campaña a más de 16,200 personas, y esperamos entregar más, según hayan más fondos», dice Plinio Vergara, director de ADRA Nicaragua. «Nuestro mayor desafío es tabajar tan rápido como podamos, mientras dependemos del número limitado de helicópteros disponibles para entregar provisiones en la región selvática inundada, pero nos movemos tan rápido como podemos».

Más entregas están en programa para los próximos días, para ayudar a la población donde más de 50,000 personas fueron afectadas.

«Tenemos 11 miembros de nuestro equipo de ADRA y VRED estacionados en la escuela adventista de Puerto Cabezas entregando materiales justo ahora, y ofreciendo primeros auxilios a las víctimas», dice David Castillo, oficial de emergencias de ADRA Nicaragua, que viajó en helicópteros de evaluación días después que el huracán golpeó la región. «Hay sólo tres helicópteros disponibles desde Puerto Cabezas, para hacer estas distribuciones, pero trabajamos tan rápido como podemos».

ADRA Nicaragua y VRED tienen un acuerdo con el más alto nivel de la Defensa Civil y la Armada de Nicaragua, para ayudar en la búsqueda y rescate, evaluar necesidades y distribuir provisiones, añade Castillo.

Wally Amundson, director de ADRA para Interamérica, dice que ADRA Nicaragua tomó una iniciativa importante durante los últimos meses. «Esta oportuna ayuda para las víctimas del huracán se debe en gran parte a la planeación anticipada y el entrenamiento para responder a emergencias, a lo largo de los dos últimos años por parte del liderazgo de ADRA Nicaragua».

De acuerdo con Amundson, ya fueron enviados fondos para ayudar a las víctimas del huracán Félix.

«La División Interamericana asignó fondos que ADRA Internacional ha donado para apoyar los esfuerzos de ayuda humanitaria, junto con fondos locales en reserva para cuando se presente la necesidad», dijo Amundson.

Además, ADRA España se comprometió en ayudar a ADRA Nicaragua en la reconstrucción de las comunidades afectadas tan pronto como se dé paso a la siguiente fase, de acuerdo con Vergara.

Aunque la iglesia aún no termina la evaluación de los daños en sus iglesias, y la verificación de sus miembros, los líderes y miembros de la iglesia por las áreas afectadas de Nicaragua están tomando donaciones activamente en sus iglesias locales para beneficiar a sus compatriotas que fueron víctimas de Félix, de acuerdo con el pastor Guevara. En la ciudad capital de Managua, la iglesia ha organizado un centro de donaciones en la oficina de la sede de la iglesia, a través de llamados al público a través de la radio, y se ha unido con la Cruz Roja, donde docenas de ellos han participado en una campaña de donación de sangre.

«Llegan camiones de carga desde nuestras iglesias por todo el país; nuestras oficinas están repletas de comida, ropa, y la gente viene a donar», dice Guevara. «Estamos en el proceso de clasificar toda la ropa y empacar los alimentos para su distribución».

«Tenemos a nuestros miembros de iglesia, guías mayores y conquistadores, trabajando juntos, juntando dinero para comprar alimentos y ayudar a las víctimas», dijo Guevara.

Por ahora, Guevara pide a la iglesia en Interamérica y a los miembros en todo el mundo, que oren por las víctimas del huracán Félix en Nicaragua.

«Sabemos que cuando el pueblo de Dios ora, Dios hace milagros», dijo él.

«Tomará tiempo hasta que podamos reconstruir nuestras iglesias, las casas de miembros, escuelas y comunidades, pero nuestra necesidad apremiante es asegurar que todos nuestros miembros estén vivos, seguros, y que puedan reunirse para adorar cada semana, y proveer ayuda a cada víctima que podamos».

Después que el huracán Félix saqueó a Nicaragua, siguió su trayectoria hacia Hondurtas, donde se convirtió en huracán de categoría uno, y dejó comunidades inundadas. La iglesia en Honduras aún evalúa los daños a miembros e iglesias.

Ubicada en América Central, con fronteras con Honduras y Costa Rica, Nicaragua tiene más de 87,000 adventistas del séptimo día, y 186 iglesias organizadas.

Para ayudar a las víctimas del huracán Félix en Nicaragua, escriba a la oficina de ADRA en la División Interamericana, 8100 S.W. 117th Avenue, Miami, Florida 33183, o llame al teléfono 305.403.4656 o done en línea en www.adra.org www.adra.org

Image by ANN. ADRA Nicaragua
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