Medellín, Colombia… [Libna Stevens/DIA]
En cuestión de dos horas, a más de 80.000 personas de las más necesitadas en toda Colombia se les sirvió una cena especial en cajas durante una actividad el sábado 13 de octubre. La distribución masiva de alimentos la hicieron miles de adventistas del séptimo día quienes prepararon y entregaron voluntariamente las cenas en cajas, a las comunidades más pobres del país, y fue facilitada por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA). El éxito del esfuerzo se basó en un plan sencillo: inscribir a tantos miembros de iglesia y voluntarios como fuese posible, para donar una comida.
Esta fue la tercera actividad anual nacional efectuada por ADRA y la iglesia para crear conciencia respecto a los menos afortunados que viven hambrientos cada día, resaltando el Día Mundial del Hambre, celebrado el 16 de octubre de cada año.
«Miles de miembros de la iglesia de todas nuestras congregaciones participaron donando cerca de $1,50 para hacer provisión para alimentar a alguien en necesidad», dice Gabriel Villarreal, director de ADRA Colombia. «Fue toda una bendición ser parte de este proyecto una vez más».
De acuerdo con Villarreal, llegar al objetivo de 80.000 personas fue algo fácil. El año pasado, ADRA Colombia y la iglesia tenían un objetivo de distribuir 65.000 cenas, y terminaron distribuyendo 72.466.
«Nuestro objetivo este año era servir alimentos a 80.000 personas», dijo Villarreal. Así que ADRA imprimió cajas especialmente marcadas para esa cantidad, pero la mayoría de nuestros campos o regiones de la iglesia sobrepasaron sus objetivos, de modo que, yo pienso, que llegamos a ayudar a cerca de 100.000 personas». Villareal dijo que anunciará la cifra final en los próximos días.
Acuñado por los organizadores con el nombre de «Día de la Bondad y la Compasión», el proyecto ha tenido resultados positivos de amplio espectro en Colombia.
Ninguna otra organización ha podido tener un impacto de esta magnitud en el país, de acuerdo con Villarreal.
«El impacto principal que este programa tuvo en muchas de las comunidades y ciudades en el país es que ADRA y la Iglesia Adventista del Séptimo Día, como organizaciones están comprometidas con hacer evidente la bondad y la compasión a personas que están en necesidad», dice Villarreal.
Miles de jóvenes –guías mayores, personas pertenecientes a la sociedad Dorcas, y otras voluntarias –se reunieron en las iglesias para empacar las cenas especiales, comenzando temprano ese sábado. Las comidas fueron entregadas a centros de la comunidad para ser distribuidas en áreas previamente seleccionadas de entre la población, en las comunidades más pobres, donde los residentes ya habían recibido tiquetes de comida.
La Sierra, Medellín
En la comunidad de La Sierra, situada en las montañas que rodean a la ciudad de Medellín, 3.500 cenas empacadas también fueron distribuidas. Cientos de familias se reunieron para presenciar el evento y reciber las cenas empacadas, mientras los líderes de la comunidad, los adventistas, los de ADRA, miembros de la iglesia y voluntarios, presentaron un programa especial sobre la promoción de la bondad y la compasión hacia los demás.
Villarreal, que estuvo en La Sierra durante el evento especial, dijo que las personas se mantenían viniendo a él impresionados con lo que ADRA y la iglesia estaban haciendo en la comunidad de esas personas aquel día. Una mujer en particular le dijo: «Estamos tan sorprendidos de que ustedes nos estén dando comida a todos nosotros y no estén pidiendo nada a cambio; ustedes son la única organización que ha venido aquí para darnos algo, sin pedir nada a cambio».
«La obra de la iglesia es lograr que nos ocupemos con las necesidades de la gente, no porque queramos algo de ellos a cambio, sino porque Cristo dijo en la Biblia que ayudemos a nuestros prójimos», dijo Villarreal.
Además de distribuir las comidas, se instaló una carpa especial en La Sierra para ofrecer chequeos médicos gratuitos a 60 personas. Además, se donaron cuatro camillas a los líderes comunitarios de La Sierra, para ayudar a transportar a los enfermos desde sus casas ubicadas en la parte alta de la montaña, hasta la parte de abajo, para transportarles en ambulancia al hospital de la ciudad.
Personas sin hogar en Bucaramanga
Como parte de la actividad, ADRA y los miembros de la iglesia en Bucaramanga proveyeron para que la gente tomara un baño, hacerse manicura, pedicura, motilados, vestidos, y un programa especial de cena para 200 personas sin hogar.
El departamento de bomberos local fue contactado para proveer agua para los baños improvisados que fueron instalados en el parque. Después de tomar su baño, todas las personas sin hogar se vistieron con ropa interior nueva, jeans, una camisa, medias y zapatos, y después se les hizo manicura, pedicura y un recorte de cabello por parte de 25 estudiantes voluntarios plenamente capacitados, enviados por un salón de belleza que quería participar en la actividad. Más tarde siguió un programa especial de cena, donde las personas sin hogar fueron tratadas como los invitados especiales, sentados alrededor de mesas de lino blanco para participar en juegos divertidos y disfrutar de un concierto musical mientras participaban de sus comidas.
«Fue tan maravilloso ver la transformación de estas personas sin hogar en ese día», dijo Villarreal. «Aquí en Colombia hay muchas personas desamparadas, de modo que esta fue una oportunidad estupenda para hacerles sentir especiales».
Cerca de 200 personas sin hogar en Cali, y otras 50 en Cartagena, fueron mimadas de igual manera, según Villarreal.
Un millón de cenas para un millón de personas
«Este tipo de proyecto cautivó la atención de los líderes de la iglesia en la División Interamericana el año pasado, cuando más de 72.000 personas recibieron alimentos por medio de los esfuerzos coordinados de ADRA y los miembros de la iglesia», dijo Wally Amundson, director de ADRA para el territorio de la División Interamericana. Se tomó un voto por parte del comité ejecutivo de la DIA, al principio de este año, para implementar el proyecto y conseguir la ayuda de ADRA y el departamento de Ministerio Juvenil, para distribuir un millón de cenas empacadas de manera similar en Interamérica el 11 de octubre de 2008.
«Muchos miembros de la iglesia y especialmente jóvenes hicieron que este proyecto en Colombia fuese un éxito», dice Amundson. «Es por eso que ADRA y el ministerio juvenil se convertirán en socios para conseguir este propósito en todo el territorio de Interamérica el próximo año».
Este es un esfuerzo conjunto que tiene al pastor Bernardo Rodríguez, director de ministerio juvenil para la iglesia en Interamérica, emocionado con su propia participación. El pastor Rodríguez, quien estuvo en La Sierra para la distribución de las comidas, dijo que «fue una experiencia de mucha bendición ver los rostros de las mamás y los niños recibiendo sus cenas y es un gozo formar parte de una iglesia que está preocupada por los necesitados, dando sin esperar nada a cambio».
«Formar parte de esta actividad nos permitió a Amundson y a mí trabajar de cerca para participar en el proceso, de modo que el proyecto pueda funcionar de manera efectiva el próximo año en todo nuestro territorio, proveyendo un millón de cenas para las personas necesitadas en Interamérica», dice Rodríguez.
«Esta es una actividad que puede tener beneficios duraderos para todos los que participan en ella», añade Amundson. «Los beneficios para los voluntarios en Colombia han sido sobresalientes; esto les hace más conscientes de su propio potencial para hacer una diferencia, y mueve a cada uno para que considere las necesidades que están presentes en las comunidades cercanas a sus hogares. Este es el tipo de actividad que Interamérica está dispuesta a acoger.
Escuchar que la DIA duplicará este proyecto, tiene a Villarreal emocionado respecto a las posibilidades de que se propague en otras partes del mundo.
«Pienso que es excelente que la DIA haya tomado una acción para desarrollar este proyecto para un millón de personas el próximo año», dice él.
No sólo Interamérica estará involucrada en una actividad como esta a gran escala, sino que el pastor Mitsuo Chris Ishii, director de ADRA Japón, quien participó en el evento de Colombia, dijo que Japón también se unirá en una actividad similar en Octubre del próximo año. El pastor Ishii visitó a Colombia durante el Día de la Bondad y la Compasión este año.
«Pienso que sería un sueño si en dos o tres años esto pudiese hacerse en todo el mundo, porque así como podemos hacer esto en Colombia, y en la División Interamericana, también podemos hacerlo en todo el mundo, porque es un proyecto de ADRA y la iglesia, lo cual involucra a cada región donde hay presencia adventista», dice Villarreal.
«Este es un ejemplo estupendo de cómo ADRA y la iglesia pueden beneficiar conjuntamente a la comunidad, a gran escala», dijo Amundson. «ADRA ayudó en la parte organizacional del proyecto, pero la iglesia fue estimulada por la oportunidad de hacer algo especial».
«El éxito de este programa muestra que la iglesia y sus instituciones son un sistema fantástico de distribución al satisfacer las necesidades de la comunidad», añade él.
Para más información sobre proyectos de ADRA Interamérica, visítenos en www.interamerica.org o llame a las oficinas de ADRA Interamérica en Miami, Florida, al teléfono 305-403 4700.
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