Mandeville, Jamaica, 29 de octubre de 2007… [Elizabeth Lechleitner/ANN]
El presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día a nivel mundial, el pastor Jan Paulsen, dio un resonante respaldo a los jóvenes adventistas el 27 de octubre –incluso ofreciendo un «yea man!» en el lenguaje coloquial de Jamaica—durante Hablemos Caribe (Let’s Talk Caribbean), el programa número 17 de ese tipo en una serie de conversaciones, sin guiones ni ediciones, entre el presidente de la iglesia y su público menor de 30 años.
«Ustedes no tienen que ser elegidos a puestos para que la iglesia les pertenezca. Ustedes no necesitan ser un anciano local para que la iglesia les pertenezca. La iglesia es un lugar de pertenencia mutua –en esto estamos juntos», dijo Paulsen a cerca de 40 jóvenes entusiastas durante la conversación, en la Universidad Caribeña del Norte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Mandeville, Jamaica, evento que transmitió Hope Channel (Esperanza TV), de la Iglesia Adventista.
Paulsen presentó sus declaraciones durante la transmisión de una hora –como lo hace con frecuencia durante Hablemos (Let's Talk)—sobre comisión y pertenencia en la iglesia. Aunque este es un mensaje clave para todo el mundo, dijo él, es particularmente importante para la iglesia en la región de las Indias Occidentales, donde los jóvenes constituyen cerca de dos tercios de la feligresía de la iglesia adventista del séptimo día.
Más adelante, al inicio de la transmisión, Paulsen se volvió brevemente hacia la cámara para unas declaraciones que, mayormente, tenían la intención de corregir algunas de las opiniones de generaciones de más tiempo en la iglesia, sobre los jóvenes. «Estoy predicando –y es cierto, estoy predicando—para los que están viendo. Ustedes necesitan estar seguros de que confían responsabilidades a aquellos que son jóvenes. Es un hecho indiscutible que si ustedes no involucran a los que son jóvenes, ellos se irán de la iglesia».
Dándole seguimiento a una pregunta sobre la participación civil, Paulsen dijo que los cristianos no solo deberían preguntar en qué pueden contribuir en la iglesia, sino también, en qué pueden contribuir a las comunidades en las que viven. Una forma de impactar la sociedad es tener un cargo político, dijo Paulsen. Pero alguien que esté considerando la candidatura debe preguntarse: «¿Es esto algo que yo puedo hacer sin comprometer lo que soy ni mi lealtad a Dios?».
Hablemos Caribe volvió a tocar el área de la protección espiritual personal cuando un joven delegado preguntó qué estaba haciendo la iglesia para proteger a los jóvenes de los «efectos nocivos» de los medios. Paulsen recordó al grupo las cosas positivas «fenomenales» que los medios pueden hacer y, también, su potencial para propagar el vicio. «La iglesia no va a tomar la decisión que corresponde a ustedes», dijo Paulsen que, a menudo, aboga por la responsabilidad propia en vez de la responsabilidad corporativa, al responder las preguntas de Hablemos. Elegir divertirse, dijo, es esencialmente asunto de conciencia. «Cuando prendes el componente [televisor/radio/computador], no es asunto de ‘¿qué dice la iglesia sobre lo que ves u oyes?’; la pregunta es: ‘¿me hará esto una mejor persona?’».
Durante la segunda parte de Hablemos Caribe, muchos de los jóvenes delegados trataron asuntos de la sexualidad en sus preguntas.
Un estudiante preguntó sobre jovencitas que quedan embarazadas sin estar casadas; en concreto, cuando un pastor u otro oficial de la iglesia es acusado de abuso sexual o violación, y la víctima tiene mucho miedo de revelar el asunto. Paulsen respondió, con firmeza: «Mira, si has cometido un crimen, vas a la cárcel. La iglesia no va a refugiar a personas que abusan de su función, o que participan en delitos condenados por la sociedad». Añadió que la iglesia debe proveer refugio y sanidad seguros a los que llevan encima heridas y cicatrices».
La conversación giró luego hacia el SIDA, y sobre si el mensaje de abstinencia de la iglesia era suficiente para combatir el crecimiento incontrolado de la enfermedad. «¿Deberíamos estar predicando algo más?», preguntó un delegado.
«Mira, seamos francos de una vez por todas», dijo Paulsen. «El sexo pertenece a los casados. La promiscuidad jamás es aprobada en la Biblia como estilo de vida. No busquemos acomodos. O, hacerla más segura. Guardemos las cosas buenas para el tiempo apropiado».
Después de la transmisión, Paulsen dijo que estaba complacido por las preguntas inteligentes de los delegados.
Otras preguntas trataron de los métodos de la iglesia para el ministerio. Cuando un estudiante preguntó si el así llamado evangelismo «de tiendas de campaña» estaba «pasado de moda», Paulsen dijo que el evangelismo tradicional aún funciona «realmente bien» en la mayor parte del mundo. Pero los líderes de la iglesia, dijo, no deben depender de los efectos iniciales de un esfuerzo evangelístico, para producir «decisiones duraderas, profundas» para Cristo, algo en que, según él, los pequeños grupos dan mejores resultados a largo plazo. «Para que una persona permanezca en la iglesia, debe haber amigos en la iglesia». Dijo que los eventos a gran escala podrían ser mejores, si se enfocaran en celebrar en vez de en convertir.
La iglesia pueda que emplee demasiado tiempo en llegar a los de afuera en detrimento «de los ya miembros», dijo un delegado. Para un cristiano recién bautizado, aún batallando con la adicción a las drogas, el consejo de «confiar en Jesús» pueda que no sea suficiente, dijo él, sugiriendo que la iglesia supervise más programas de adicciones y capacitación en habilidades. Paulsen concordó en que haya mucha más atención para los que ya están en la iglesia, siempre y cuando los recursos no sean tomados de los destinados a llegar a los de afuera.
Hablemos se hizo más llevadero con una pregunta menos complicada: si los jóvenes adventistas deberían o no competir en los deportes. Paulsen dijo que si los deportes consumen a los jugadores y aficionados al punto de sustituir a Dios y la religión como sus prioridades, de seguro, no eran saludables. Pero, en general, dijo, los deportes fortalecen las buenas relaciones.
Derechos reservados ® 2007 por Adventist News Network