Goma, República Democrática del Congo, 17 de abril, 2008 Elizabeth Lechleitner/ANN

Una familia de misioneros adventistas del séptimo día sobrevivió a un accidente de avión ayer. Salieron del desastre justo momentos antes que explotara el avión.

Barry y Marybeth Losier de Dodge Center, estado de Minnesota, y otros dos menores estaban abordo de un avión de pasajeros DC-9 con rumbo a Kisangani, donde su hijo mayor, Keith, de 24 años de edad, dirige la Misión de Congo Frontline Missions.

«Los asientos frente a ellos estaban demolidos y debajo estaban atrapadas algunas personas, y había un fuego detrás de ellos», dijo Keith, en un correo electrónico enviado, en el cual describía la condición poco tiempo que el avión se estrelló durante el decolaje desde el aeropuerto de Goma, ubicado a lo largo de la frontera oriental del país.

La hija menor de la pareja, el l4 de abril, se arrastró a través de un hueco pequeño en uno de los paneles del fuselaje. «No sabía si su mamá, su papá y Andrew había escapado ilesos hasta que todos se encontraron en el hospital», dijo Keith. Barry y Marybeth escaparon después de sacar a su hijo adoptivo, Andrew, de los escombros. El niño de tres años sufrió fractura del fémur durante el calvario.

«Recuerdo que papá reclamaba sobre el aeropuerto en Goma», dijeron más tarde en un correo electrónico Laura Abbot, Berry y la hija mayor de Marybeth. «Cerca de un tercio de la pista está cubierto de lava por las erupciones volcánicas, haciendo que el decolaje sea en extremo difícil».

Los medios noticiosos, que salieron ayer, indicaban por lo menos 40 personas muertas en el accidente y cerca de 100 heridos. Los informes también dicen que más de 100 sobrevivieron el accidente. Muchos de los muertos resultaron cuando el avión se resbaló a través de un mercado abierto congestionado en el distrito comercial de Goma, dijo Abbot.

Barry y Marybeth han servido como misioneros en Tanzania por 8 años con el Kibidula Institute of Outpost Centers International, un ministerio de apoyo de la iglesia adventista con base en Tennessee. La familia estaba visitando el Congo para ayudarse en decidir si se unían a los esfuerzos humanitarios y de alcance de Keith allí.

«Estamos orando sobre si el Señor quiere que nos mudemos a Congo», le dijo Barry Mosier más tarde a la Adventist Review. «Fue una introducción dura al Congo hace un par de semanas, pero doquiera él guíe, allí iremos».

En una actualización de la situación por correo electrónico, Keith pide que oren por la recuperación de su familia de la experiencia «traumática» y «que hace pensar». Estoy tan feliz porque ellos están vivos».

Image by ANN. Cortesía de la Familia Mosier
Image by ANN Cortesía de la Familia Mosier

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