28 de abril, 2008, Johannesburgo, África del Sur…Taashi Rowe/ANN
Una dieta no equilibrada entre los masai –pequeño grupo semi nómada que vive en el sur de Kenya y norte de Tanzanía — podría comprometer la supervivencia de los infectados con el virus del SIDA, dicen los médicos.
La dieta de los masai, mayormente de leche, y en ocasiones de sangre para la proteína, puede ser dañina para los infectados con el virus del SIDA, según los médicos Óscar y Eugenia Giordano, misioneros médicos adventistas del séptimo día en Johannesburgo, África del Sur.
Para la población de los masai, estimada en 500,000 y que viven en tierras casi áridas, los alimentos son casi exclusivamente derivados del ganado. Pero es importante que los que están infectados con la enfermedad tengan una dieta equilibrada; una dieta variada en frutas, vegetales, granos y proteína, explica el doctor Óscar Giordano.
Los Giordano dirigen el Ministerio Internacional Adventista para el SIDA. Por cuatro años han trabajado para convertir las iglesias adventistas a través de África en centros de apoyo para las comunidades en la lucha contra el virus del SIDA. Hace dos años empezaron a trabajar con los masai en la región de Kisaju, cerca de dos horas de Nairobi.
Los forasteros, generalmente, no entran al territorio de los masai. Pero para nosotros, las puertas están abiertas por medio de adventistas masai, explica el doctor Óscar Giordano. «Con el tiempo esperamos ir aún más adentro en el territorio».
«Ellos viven de forma muy primitiva», explica la doctora Eugenia Giordano. «No tienen una dieta equilibrada y no comen una variedad de alimentos. Están agudamente afectados e infectados por el virus del SIDA.
Aprender los hábitos de una dieta equilibrada es importante porque «el virus del SIDA no es extraño aún entre la población masai», dice Fesaha Tsegaye, que dirige el Ministerio de Salud para la iglesia adventista en África Centro Oriental. «Culturalmente los masai han sido ignorados y marginados. Por eso es bueno que la iglesia esté usando un ministerio de compasión para llegar a ellos».
Sin embargo, los Giordano pudieron alcanzar a algunos de los masai por medio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Ntorosi-Kajiado. Dictaron seminarios de capacitación, tradujeron a la lengua masai materiales educacionales sobre el virus del SIDA y establecieron grupos de apoyo en la iglesia de 180 miembros. La importancia de tener una dieta equilibrada es enfatizada con frecuencia en los seminarios.
En la actualidad hay siete grupos de apoyo en Kisaju; trabajan en actividades que generan ingresos. Estas actividades incluyen huertas, panadería, barberías, costura de uniformes y venta de artesanías hechas de madera.
El doctor Alan Handysides, director de ministerios de la salud para la iglesia adventista a nivel mundial, dice que trabajar con los masai es un desafío; eso se debe a su cultura, tradicionalmente, cerrada.
Solomón Lenana, un pastor y coordinador voluntario para lidiar con el virus del SIDA entre los 800 adventistas masai en Kisaju, dice que esta clase de apoyo contra el virus del SIDA o iniciativa de intervención, es prioritaria para los miembros de la iglesia.
El doctor Óscar Giordano y Dr. Tsegaye dicen que, aunque no hay estudios confiables sobre cuantos masai están infectados con el virus del SIDA, las tasas de infección podrían establecerse alrededor del 7 al 12 por ciento de la población.
El año pasado, una sequía devastó sus cosechas –que pudieron haberles dado una dieta más variada –los dejó dependiendo de animales para sus alimentos. Aún así, la capacitación que ha liderado la familia Giordano en la iglesia ha hecho que Lenana y otros adventistas de los masai se sientan optimistas respecto a llegar a todos los 3,000 masai en la región de Kisaju.
Masieku Sitat, una líder de grupo de apoyo dice, «Como madres jóvenes, nosotras podemos hablar con libertad sobre cómo evitar esta epidemia del virus del SIDA porque algunas hemos tomado clases de alfabetización para adultos. Por eso podemos explicar las cosas que contribuyen a la epidemia del virus del SIDA».