Washington, D.C., 13 de junio de 2008… Ansel Oliver/ANN
Los estándares internacionales de libertad religiosa deben ser reforzados, dijo un legislador de los Estados Unidos en una declaración que marca 10 años desde que Estados Unidos aprobó el Decreto Internacional de Libertad Religiosa, un decreto que reconoce la importancia de la libertad de creencia en el contexto de la política extranjera.
«Es fundamental que otras naciones se unan a nosotros para reafirmar este derecho humano fundamental y que defiendan la libertad de que todas las personas escojan sus creencias religiosas», dijo Trent Franks, representante al Congreso de los Estados Unidos por parte del estado de Arizona, y director conjunto de Congressional Religious Freedom Taskforce [Comité del Congreso de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa].
Hablando a proponentes de libertad religiosa en Washington, DC, el 12 de junio, Franks reafirmó a los miembros del personal del congreso, embajadores extranjeros y miembros de la Asociación Norteamericana de Libertad Religiosa, llamando a su trabajo como algo «absolutamente fundamental» en un tiempo cuando más de la mitad de la población mundial vive en países sin «verdadera libertad religiosa».
«Estoy convencido de que tenemos que proteger la libertad religiosa aquí en casa de modo que podamos proyectarla alrededor del planeta», dijo Franks. Sus declaraciones fueron parte de su discurso inaugural para la sexta celebración anual de la Cena de Libertad Religiosa, llevada a cabo este año en el Salón Presidencial en el hotel Capital Hilton, a unas pocas cuadras de la Casa Blanca.
El evento es patrocinado por la Asociación Internacional de Libertad Religiosa, la Asociación Norteamericana de Libertad Religiosa y la revista Liberty—tres organizaciones de libertad religiosa fundadas por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Los asistentes se reunieron con 77 miembros del congreso o su personal en el Capitol Hill más temprano ese día para abogar por el paso del Decreto de Libertad Religiosa en el Lugar de Trabajo, el cual fue introducido en 1996 por el senador John Kerry, orador invitado para la cena del año pasado. Otros oradores invitados previos en el evento que promueve la libertad religiosa incluyen a los senadores John Mc Cain y Hilary Clinton.
«El asunto más significativo es que estamos reuniéndonos, la comunidad de organizaciones no gubernamentales, la comunidad diplomática y el mundo de la comunidad de fe, para enfocarnos en la libertad religiosa de un modo que muy poco se hace en esta ciudad y en este mundo», dijo el honorable James Standish, director de Asuntos Legislativos para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
«Usted podría pensar que esto es sólo una cena, pero hemos tenido efectos tangibles y significativos provenientes de este evento a través de los años», dijo Standish. «Nos hemos reunido con embajadores de naciones que han excluido a los adventistas y hemos tenido algunas conversaciones bastante concretas y productivas. El embajador de cierta nación ha prometido trabajar con nosotros en un país donde no hemos sido capaces de trabajar durante más de tres décadas. Si podemos regresar allí, ese es un logro sorprendente».
Durante la cena, que atrajo cerca de 160 miembros de NARLA provenientes de todo Estados Unidos, v arios individuos fueron honrados por su compromiso con la libertad religiosa.
Mikhail P. Kulakov Sr., director del Instituto de Traducción de la Biblia en la Universidad Adventista de Zaoksky, ubicado en Zaoksky, región de Tula, Rusia, recibió el Premio a la Realización de Toda la Vida. Nacido en 1927 en Leningrado (ahora San Petersburgo), Kulakov fue arrestado por su fe y sentenciado a duras labores en el gulag (campo de concentración) y más tarde exilado en Kazajstán. En 1953 él inició un periódico clandestino para ministros, y estableció cursos no oficiales para el entrenamiento de ministros. En 1992, él fundó el capítulo de Rusia de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa.
El padre y el hermano de Kulakov también fueron arrestados por su fe y enviados a campos de trabajo. «Por una razón—teníamos una carga en nuestro corazón, nuestro deseo de compartir con otros la belleza de Jesús y su amor, y la importancia de vivir por fe en este mundo».
«Estos son hombres y mujeres de carácter y sustancia», dijo Standish más tarde acerca de Kulakov y otros honrados en el evento, incluyendo a Carl Wilkens, antiguo director de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales en Ruanda. Como el único trabajador americano de ayuda humanitaria estacionado en Ruanda detrás de la escena durante el genocidio de 1994, a Wilkens se le acredita salvar cientos de vidas en Kigali.
«A mi juicio, la libertad religiosa y la igualdad no tienen campeones más grandes hoy que en la comunidad de la Iglesia Adventista del Séptimo Día», dijo el honorable Alan E. Brownstein, quien enseña ley constitucional, ley y religión, y leyes sobre agravios, en la Universidad de California, Facultad de Derecho Davis. A Brownstein se le premió de parte de la asociación por su erudición constitucional relacionada con asuntos de iglesia-estado y la doctrina constitucional conocida como Free Exercise and Establishment Clause [cláusula sobre el libre ejercicio y establecimiento de la libertad religiosa].
«Yo no conozco de ninguna otra organización en mi estado natal de California que haya sido tan efectiva para reunir comunidades religiosas a fin de trabajar por la libertad religiosa para todos, como el Concilio Estatal de la Iglesia Adventista del Séptimo Día», añadió Brownstein.
Dorothy G. Keith, miembro del comité de NARLA-Occidental, recibió como premio de la asociación la Medalla A.T. Jones por sus casi 30 años de trabajo para la Iglesia Adventista del Séptimo Día y la promoción de la libertad religiosa. Keith sirvió como misionera en Sierra Leona por nueve años, y en Korea del Sur por tres años.
-Red de Noticias Adventistas.