Miami, Florida, Estados Unidos – 27 de julio, 2008… [Libna Stevens/DIA]
Una de las más pesadas responsabilidades entre los líderes de la iglesia recae sobre los administradores financieros. Este grupo debe equilibrar todo el dinero que llega a la iglesia para ayudar a financiar las numerosas congregaciones, instituciones y ministerios alrededor del mundo. Para Interamérica, la División de más rápido crecimiento de la iglesia a nivel mundial, operar el vasto territorio en un mundo que cambia velozmente, de paso acelerado, es una tarea enorme. Ello requiere el mejoramiento constante de destrezas y métodos.
Al comienzo del mes [julio], administradores financieros de todas las 17 regiones principales de la iglesia de la División Interamericana se reunieron para hacerse de mejores herramientas electrónicas, para repasar nuevos procedimientos financieros a fin de atender el flujo de diezmos, ofrendas y administrar diversos fondos que opera la iglesia y sus instituciones a través del territorio. La reunión se realizó en las oficinas de la sede en Miami, Florida, del 1-3 de julio de 2008.
«Todo el propósito de las reuniones fue compartir con [los administradores financieros] la necesidad de administrar mejor y con mayor eficiencia los recursos de la iglesia — los diezmos y ofrendas — y con toda su mente, mano y corazón», dijo Filiberto Verduzco. Verduzco es el tesorero para la iglesia en Interamérica y el organizador de las reuniones. «Lo que estamos tratando de hacer es darle un uso más eficiente a los recursos de la iglesia. Esto, no sólo en términos de herramientas para administrar mejor la tesorería, pero a fin de ser más cuidadosos con los recursos que actualmente administramos.
También se les recordó a los tesoreros y administradores financieros el nuevo manual de contabilidad que ha publicado la iglesia a nivel mundial y que se implementará en enero.
«La tesorería de la división está programada para acogerse al nuevo manual», dijo Verduzco. Sandra Thomas, de la Unión del Caribe, y Benjamín Lázaro, de la Universidad de Montemorelos, actuarán como asistentes especiales para Verduzco en el proyecto para capacitar a los administradores financieros a través de toda la División sobre el nuevo manual de contabilidad.
«Estamos tratando de poner la base para que cuando empecemos a usar el nuevo sistema de contabilidad, la División esté preparada», dijo Verduzco.
Otra herramienta importante presentada en las reuniones fue la base de datos de los actuales empleados de la iglesia que serán elegibles para recibir los beneficios de la jubilación, y la importancia de su manejo. Esta base de datos, actualizada, proveerá un cuadro claro de cómo cada unión debe manejar y hacer las provisiones necesarias para sus fondos de jubilación, pues, cada año se hace un estudio actuarial. Verduzco también presentó los resultados del estudio actuarial más reciente del fondo de jubilación. Esto ayuda a los administradores hacer mejores decisiones para el manejo de tales fondos.
Los administradores financieros también recibieron herramientas electrónicas para administrar mejor y transferir los fondos de nivel de iglesia a nivel de asociación/misión, unión y división. Herramientas adicionales también incluyeron programas para el manejo de solicitudes de jubilación más rápida y para eliminar el papeleo en toda documentación contable de transacciones y transferencias entre las uniones y la división.
Además, las reuniones incluyeron capacitación especial para los vicepresidentes financieros de universidades sobre costos de operación, planes y desarrollo.
Verduzco, que ha sido tesorero de la iglesia en Interamérica desde el año 2000, dijo que ha estado asombrado de ver la fidelidad de los miembros de iglesia a través de sus diezmos y ofrendas año por año, a pesar de una economía mundial lenta.
«La iglesia en Interamérica continúa devolviendo el diezmo, esto es aún normal», dijo Verduzco. De hecho, las expectaciones en el comportamiento de los diezmos y ofrendas hasta junio, no dan evidencia alguna de que la economía en los países de Interamérica se haya debilitado. Es todo lo contrario, según Verduzco.
«Hasta ahora, no hemos sentido el impacto del comportamiento de la economía en Estados Unidos. Sin embargo, creemos que, temprano o tarde, lo sentiremos», expresó Verduzco. Admitió que el efecto potencial de una recesión en la economía de Estados Unidos sobre la iglesia, lo desvela en algunas ocasiones.
«Corre el dicho por allí de que si Estados Unidos se resfría, nuestro territorio agarra neumonía», dijo Verduzco. «Sé que la calle está dura, pero Dios, aún, mantiene su iglesia funcionando».
En Interamérica, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene más de 3 millones de miembros. Éstos están dispersos en 17 regiones de la iglesia. Opera más de 9,600 iglesias, docenas de universidades y escuelas, así como instituciones para el cuidado de la salud.