20 de octubre, 2008, Bucaramanga, Santander, Colombia… [Libna Stevens/DIA]

Vladimir Gómez no es muy tímido para hablar de su vida. Durante 20 de sus 35 años de edad, no ha tenido un hogar. Vive en las calles de Bucaramanga, Colombia. Rechazado por su familia y la sociedad, Vladimir pide dinero y se mueve con presteza en busca de algo para comer cada día. Prisionero de sus prolongadas décadas como drogadicto, Vladimir vive de la bondad del esporádico buen samaritano. Pero, por un día, no tuvo que preocuparse por una comida.

Vladimir Gómez fue sólo uno, entre cerca de un millón de los más necesitados a través de Interamérica, que recibió una cena especial el sábado por la tarde del día 11 de octubre, 2008. El esfuerzo, denominado «Día de Bondad y Compasión», fue organizado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día en coordinación con las oficinas de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Interamérica y las de los gobiernos locales. El evento fue para despertar conciencia por los menos afortunados que pasan hambre cada día. También reflejó el Día Mundial del Hambre de las Naciones Unidas que se celebra el 16 de octubre de cada año.

«Nuestro objetivo fue implicar a un millón de jóvenes y miembros de la iglesia dando el equivalente a una comida para beneficiar a aquellos que están en gran necesidad», dijo el pastor Bernardo Rodríguez, director de ministerios juveniles de la División Interamericana (DIA) y organizador adjunto del evento. Este acto de benevolencia, que abarcó la mayoría de las 17 regiones de la iglesia de la DIA, fue posible gracias a las donaciones de menos de $2.00 (dólares), cada una, de parte de cerca de un millón de miembros y miles de jóvenes de la iglesia.

«Hoy ha comenzado un nuevo día para la juventud en Interamérica», dijo el pastor Rodríguez. «Trabajando junto con ADRA, podemos mostrar que es posible compartir el amor de Dios, no sólo proclamando el evangelio, sino demostrándolo con estos actos de bondad».

Un programa especial se realizó en la Plaza Cívica Luís Carlos Galán en Bucaramanga, donde líderes de la iglesia, oficiales del gobierno y miles de voluntarios se congregaron para alimentar a más de 200 desamparados. El programa fue transmitido en vivo y en directo por la Internet. Además de una comida, a los invitados especiales también se les ofreció un baño con ducha, corte del cabello, una camiseta y atención médica.

«Me siento bien, estoy nuevo, toda mi mugre salió», dijo Gómez. «Gracias por hacer esto por nosotros. Esto significa que hay personas con corazón que piensan en la gente que vive en la calle».

El Gobernador de Santander y, anteriormente, Ministro del Interior de Colombia, el doctor Horacio Serpa, compartió su gratitud hacia la iglesia con centenares de participantes por su dedicación al dar un maravilloso ejemplo a la sociedad.

«Queridos amigos de ADRA de la iglesia, gracias por parecerse tanto a Jesús cuando, en esta oportunidad, nos están dando tanto en ese ejemplo extraordinario que deberíamos seguir», dijo el Gobernador Serpa. «Hoy me convierto en un voluntario de ADRA». Al concluir su mensaje, 15 camiones cargados con alimentos salieron de la plaza hacia las comunidades vecinas, donde les esperaban voluntarios.

En Las Marías, un pueblo al sudeste de Bucaramanga, devastado por inundaciones meses antes, un grupo de 12 jóvenes voluntarios distribuyeron 150 comidas y ofrecieron oraciones.

«Estoy muy agradecido por lo que ustedes nos han traído», dijo Marloy, que vive en una pequeña casa de madera con sus cuatro hijos, sus padres, una hermana y dos sobrinos. Ella sonrió cuando su hijo de 11 años, curiosamente, averiguaba lo que habían traído los extraños. «Que Dios les bendiga por lo que están haciendo», dijo Marloy.

Fueron sonrisas que hicieron brotar un sentimiento de gozo y felicidad en los voluntarios de la iglesia.

«Dios puso en nuestro corazón venir aquí hoy y ayudar», dijo Cecilia Garzes, representante de ADRA en la Iglesia Adventista Riveras del Río cercana. «Nos trae tanto gozo ayudar a estas familias que poseen tan poco». Los jóvenes también se mostraron emocionados por ser parte del equipo de voluntarios.

Joel Silva, de la Iglesia Adventista Filadelfia de Bucaramanga, estuvo entre los cerca de 200 jóvenes voluntarios que se reunieron en las primeras horas del sábado en la Escuela Adventista Libertad. Él también se mostró emocionado por tomar parte al empacar comidas.

«Este es un evento increíble», dijo Siva. «Ver a tantos jóvenes ayudando para que otros puedan sentir el amor de Cristo. Y con estas donaciones sencillas podemos asegurarnos de que alguien pueda tener una cena esta noche. Eso me hace tan feliz; saber que otras personas en otros países están haciendo lo mismo en este día».

El Día de Bondad y Compasión ha sido una oportunidad maravillosa para ADRA y la iglesia ser conocidas en su comunidad, dijo el doctor Wally Amundson, director de ADRA para todo el territorio de Interamérica.

«Nuestras oficinas de ADRA han sido muy útiles ayudando a coordinar este evento», dijo Amundson. «ADRA ha estado trabajando con el gobierno local y las comunidades todo el tiempo; y estas relaciones ayudaron mucho en la coordinación».

Gabriel Villareal, director de ADRA Colombia, concuerda:

«Esta es una actividad muy buena para la iglesia; ser conocida, no solo en Bucaramanga, pero también en Colombia», dijo él. «La iglesia Adventista será conocida a través de todo el territorio como una iglesia que se preocupa por la necesidades de la población».

El evento fue apoyado por la Organización Alimentaria y Agrícola de las Naciones Unidas. Permitió que su logo fuera colocado en las cajas de comida, no sólo en Colombia, sino también a través de los otros países que participaban en Interamérica.

«Estoy seguro que las iglesias a través de Interamérica comprenderán cuán fácil y económico es hacer algo de tanto significado como esto en la comunidad», explicó Amundson. «Yo espero que cada iglesia continuará pensando en qué puede hacer en su comunidad día a día y mes tras mes, no solo una vez al año».

La idea del Día de Bondad y Compasión tuvo su origen hace cuatro años. Nació en la mente de voluntarios, miembros de la iglesia en Bucaramanga que querían ayudar a los menos afortunados en la comunidad. En los años que siguieron, cajas de cenas fueron distribuidas por toda la ciudad. Este evento anual atrajo la participación nacional en Colombia y captó la atención de dirigentes de la División Interamericana.

«No mucho tiempo después, el Comité Ejecutivo de la División Interamericana aprobó implementar el proyecto en toda la División», dijo Amundson.

En este solo día de octubre, los voluntarios en Colombia distribuyeron más de 100,000 comidas. En México, cerca a 300,000 fueron alimentados mientras en Centro América la iglesia llegó a más de 200,000. Miles más fueron repartidas en Trinidad, Venezuela, y la República Dominicana, así como en las Antillas Francesas. Además, la iglesia en Puerto Rico colectó fondos especiales y artículos de alimentos para Haití, que aún se recobra de la devastación por cuatro huracanes en varias semanas seguidas de julio y agosto. Tan pronto como mejoren las condiciones en Haití, lo suficiente para permitir la distribución, los voluntarios distribuirán a las comunidades más necesitadas. La iglesia en Cuba, que también se recupera de varias tormentas fuertes, tendrá su día especial más tarde este año.

Miembros de iglesia en varios países ya están haciendo planes para una actividad repetitiva en 2009. Además, países en tres divisiones de la iglesia, han expresado interés en tener eventos similares en sus territorios.

«Este evento fue muy importante porque captamos la imaginación de cada nivel de la sociedad», dijo Amundson. «Gente que, generalmente, está descartada o menospreciada fue invitada a una mesa donde se sentaban gobernadores, personas de gran influencia y dirigentes de iglesia. Así que hubo un tremendo intercambio entre todos los niveles de la sociedad. Cada uno de tales niveles reconoció que podemos lograr más para ayudar a los que nos rodean.

Para ver más fotos del Día de Bondad y Compasión de Interamérica, haga clic aquí.

Image by ANN. Libna Stevens/DIA
Image by ANN Libna Stevens/DIA

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