Tegucigalpa, Honduras, 22 de Julio de 2009… [Libna Stevens/DIA]
Los servicios religiosos y las actividades de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han continuado sin interrupción luego de que un gobierno interino llegó al poder después de la destitución del presidente varias semanas atrás. El derrocamiento provocó demostraciones en la ciudad capital de Tegucigalpa, donde ahora hay un aumento de la presencia militar. Un toque de queda también ha entrado en efecto allí.
“Hasta ahora todas nuestras iglesias en Tegucigalpa y el resto del país han continuado sus servicios semanales sin ningún problema”, dijo Walter Ciguenza, director de comunicación para la iglesia en la sede de la Unión Centroamericana Central, ubicada en Honduras. “Hay mucha más tranquilidad aquí que lo que se presenta en los medios de comunicación”.
“Nuestra iglesia aquí está bien establecida y disfruta de una imagen”, continuó él. “Continuamos difundiendo la Palabra de Dios a través de nuestros templos y nuestras estaciones de radio sin ningún inconveniente”.
Sin embargo, los líderes de la iglesia en Honduras siguen siendo cautelosos y están en constante comunicación con las tres oficinas regionales principales, para asegurarse de que las iglesias, escuelas e instituciones de salud estén funcionando normalmente, dijeron los líderes.
Hay más de 200.000 adventistas del séptimo día adorando en 379 iglesias en el país centroamericano de Honduras.