Jamaica: Área golpeada por la violencia da la bienvenida a llegada de los adventistas

3 de agosto, 2009 – St. Catherine, Jamaica… [Nigel Coke/IAD]

Alegría y gozo fueron algunas de las emociones evidenciadas por los residentes de las zonas de la comunidad de Central Village de St. Catherine, Jamaica, desgarradas por la violencia durante una visita prometida por miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día el 1 de agosto, 2009.

«Que la iglesia visite la comunidad es bueno», dijo Craig, residente de Big Lane. «Anima a la gente. Les da más confianza, más ánimo para caminar porque, actualmente, cuando la iglesia se mantiene allí, hay personas de Little Lane y Big Lane-las facciones en Guerra-que se miran unos a otros, y si la iglesia no estuviera aquí, habría balacera.

Cuando se le preguntó por qué cree que habría tiroteo, él dijo: «Cada bando ahora tiene respeto por la iglesia. Es una barrera para la violencia. Si la iglesia viene de esta forma, todos los que están armados les daría cien por ciento de cooperación, más que a mil oficiales de la policía. La iglesia debe venir más a menudo, de esta forma, porque algunos de los residentes creen que la policía se parcializa. La presencia de la iglesia es saludable tanto para los buenos como para los malos».

Buenos samaritanos

La iniciativa fue organizada por la dirección de la Asociación Central de Jamaica. El presidente de la iglesia adventista en la Unión de las Indias Occidentales, el pastor Derek Bignall, lideró el grupo de miembros de la Iglesia Adventista de Central Village y los administradores de la Asociación Central y de la Unión en una caminata por las calles de la comunidad. Repartieron más de 600 copias de literatura cristiana-la revista Prioridades, una revista sobre estilo de vida, más de 500 cantos religiosos en CDs y 250 biblias. Este material se les dio a individuos, familias, tiendas y bares en la comunidad. Doce bolas de fútbol-dos cada una-también se les entregaron a representantes de cada enclave que comprende Central Village.

«Como cristianos debemos ser buenos samaritanos en las comunidades donde servimos como iglesia», dijo el pastor Bignall. Necesitamos vendar las heridas de los que están heridos por los males de la sociedad, por la situación económica o la herida física de aquellos que son atrapados en los problemas del crimen, violencia o decadencia moral».

«Estoy feliz por la visita de la iglesia», dijo Angella, una residente de Little Lane. «Es tan renovador escuchar cantar los cantos religiosos y estoy agradecida por la Biblia y el CD. Es un cambio del miedo diario, la ansiedad con el ruido de los disparos y la gente muriendo».

Corporal Lloyd Wellington de la Estación de la Policía de Central Village también se mostró muy agradecido por la visita que él y sus colegas recibieron de la iglesia. «Aprecio que ustedes han sacado tiempo del que dedican a la adoración para venir y orar con nosotros», dijo. «Esperamos que vuelvan pronto otra vez». A ellos también se les entregaron CDs, biblias, y literatura Cristiana.

El proyecto se mantendrá

«Tenemos la intención de adoptar la estación de policía de Central Village como proyecto de nuestra iglesia para llegar a esa comunidad» dijo Kevan Barnaby, pastor de la iglesia de Central Village». «Planeamos tener devoción recular con ellos, compartir nuestra literatura e invitarles a servicios especiales de la iglesia. También me han pedido que comparta como pastor de su estación. Sólo estoy esperando que eso se formalice».

«Ciertamente, regresaremos para compartir otros programas de intervención social a fin de proveer sanidad a esta comunidad que ha sido quebrantada por la violencia, dijo el pastor Everett Brown, presidente de la Iglesia Adventista en Jamaica Central. Queremos que eso sea un programa sostenido. Somos parte de esta comunidad. Y todo lo que podamos hacer para ayudarla a estar unida, lo haremos como iglesia».

La comunidad-que ha estado en las noticias durante las dos últimas semanas debido a los asesinatos relacionados con gangas y otros crímenes violentos, fue una de las áreas en la mira de la iglesia adventista en Jamaica Central, como parte de su «Día de oración por el país» que se tiene cada año.