Miami, Florida, Estados Unidos, 24 de noviembre de 2009…..Elizabeth Lechleitner/ANN

Lelis Viera tiene un mensaje para los líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: “Póngannos a trabajar”.

Esta puertorriqueña de veinticuatro años y estudiante en la Universidad Adventista de las Antillas estuvo entre los tres delegados jóvenes que asistieron a las reuniones regionales de la iglesia en Interamérica para fin de año en Miami este mes, y esperan que las oportunidades para dar forma al futuro de la iglesia no terminen aquí.

Desde 2006, tres de las regiones administrativas de la iglesia en Interamérica han seleccionado cada una un joven adventista local para ayudar a representar a sus compañeros miembros de iglesia en las reuniones anuales de negocios a nivel regional. Como miembros íntegros temporales del Comité Ejecutivo de la región, ellos están invitados a participar en discusiones y a votar sobre los elementos de la agenda.

Viera y sus otros delegados jóvenes—Mynor Batz de Guatemala y Amoy Johnson de Jamaica – dicen que el programa está ayudando a disipar la antigua preocupación de que la gente menor de treinta años puede no estar suficientemente equipada o comprometida como para manejar posiciones de liderazgo dentro de la iglesia.

Los tres, quienes pasaron del primero al cuatro de noviembre observando procesos de toma de decisiones en la iglesia, inicialmente estaban inseguros de su función, pero hallaron interesante el proceso y esperan que el programa introduzca un medio más continuo de incluir a jóvenes adultos en el liderazgo de la iglesia.

“Yo siento que la iglesia está abriendo más espacio para nosotros”, dijo durante las reuniones Batz, cuyo español era traducido por Viera, “Vi aquí esta semana más pastores y líderes jóvenes en la iglesia que lo que yo esperaba. Es bueno ver que la iglesia está comenzando a integrarnos”.

Mientras Batz, con 29 años, fue pronto en reconocer el progreso reciente, también dijo que hay más trabajo aún en el horizonte. “Todavía es difícil; a menudo cuando somos jóvenes los líderes de la iglesia no siempre confían en nosotros. Tal vez se nos permite ‘trabajar’ para la iglesia, pero raramente podemos tomar decisiones. Usualmente, estamos simplemente haciendo lo que la gente de más edad ha decidido que deberíamos hacer”, dijo él.

El programa de delegados jóvenes en Interamérica es una excepción que Batz dice que él espera que atrape a otras regiones de la iglesia en todo el mundo.

Bernardo Rodriguez, director de Ministerio Juvenil para Interamérica, dijo que el programa funciona bien en la región, mayormente debido a la constitución mayormente joven de la feligresía en Interamérica—cerca del 60 por ciento de los adventistas allí están entre los 16 y los 35 años de edad.

“Me gustaría ver más jóvenes en Interamérica en más posiciones de liderazgo”, dijo Rodríguez. “Traer aquí algunos de ellos cada año como parte del Comité Ejecutivo envía un mensaje a la administración—que los jóvenes en Interamérica deberían tener voz y voto; un mensaje que debería ser oído a nivel local, y a este nivel”.

En por lo menos tres países de Interamérica—México, República Dominicana y Venezuela –los jóvenes ahora son bienvenidos para servir como ancianos de jóvenes. “Eso realmente no ocurría antes de que lanzáramos este programa de delegados jóvenes”, dijo Rodríguez.
Aunque los delegados jóvenes a menudo son “penosos e inseguros” al principio, una vez que se les anima a participar, lo hacen de manera entusiasta, añadió él.

“Yo pienso que algunos de los delegados han quedado sorprendidos por lo que hemos hablados. Yo creo que ellos pensaron que simplemente nos sentaríamos allí”, dijo Viera, quien admite que ella inicialmente se sentía abrumada. “Nosotros como que sobresalimos”, añadió ella, riéndose y haciendo gestos hacia un salón mayormente lleno de oficiales de la iglesia con traje oscuro y de edad mediana.

Batz dijo que no estaba seguro de cuánta participación se esperaba de los jóvenes delegados, pero decidió venir preparado con una declaración escrita sobre lo que ve como preocupaciones para los jóvenes adventistas en Guatemala.

“Viniendo aquí, yo sentí como que tenía la responsabilidad de decir algo en nombre de ellos. Sólo estaba esperando el momento apropiado”, dijo.

Cada uno de los jóvenes delegados comentó durante un elemento de la agenda acerca de eventos de Ministerio Juvenil en Interamérica, incluyendo la iniciativa de la iglesia mundial llamada Siguiendo la Biblia y el próximo Concurso Bíblico en el cual equipos de jóvenes adventistas competirán para responder preguntas con base en historias bíblicas. Cuando Batz, quien habló al final, comenzó a leer su declaración, un delegado oficiante le recordó que no se saliera del tema. Los delegados al Comité Ejecutivo tienen que hablar sólo acerca de elementos de la agenda que estén siendo discutidos en el momento, para asegurar que todos los temas sean discutidos durante las reuniones.

Durante un receso de tarde, Batz terminó de compartir sus pensamientos con Viera y Johnson.

Él elogió los programas de Ministerio Juvenil enlistados en la agenda, pero expresó su preocupación de que fuesen sólo eventos aislados. Él también se preguntó porqué algunos miembros mayores de la iglesia hablan de los jóvenes como los futuros líderes de la iglesia, y sin embargo están renuentes para dejarlos “practicar” para ese trabajo.

“¿Cómo podemos ser buenos líderes si no tenemos experiencia?”, dice él.
Viera estuvo de acuerdo, añadiendo que ella piensa que los profesionales jóvenes en la iglesia aún permanecen siendo un recurso sin explotar. “Tenemos tantos profesionales jóvenes y entrenados que están listos para ayudar”, dijo ella. “Tenemos un montón de ideas, y cuando nos emocionamos acerca de algo, vamos a darle lo mejor que tenemos”.

Un problema, dijo Johnson, de 21 años, podría ser que “Ministerio Juvenil” usualmente implica actividades aisladas de los eventos principales de la iglesia. Lo que comenzó como un esfuerzo admirable para hacer un espacio para los jóvenes en la iglesia podría ahora estar limitando su esfera de influencia, dice.

“Correcto”, dijo Viera, “Porque al fin, todos somos parte de la misma iglesia. No es sólo niños, o jóvenes, o mujeres. Tenemos que encontrar una forma de trabajar juntos”.
Ofrecer un programa de tutorías similar al programa de delegados de la región, pero de manera continua, podría ser una solución, sugirió Johnson. “En Jamaica, tú tienes al Ministro de Educación, y tienes a un ministro júnior quien es la sombra del ministro y aprende el trabajo”.

Esto solucionaría un problema que enfrentan muchos jóvenes adultos en busca de posiciones en la iglesia, dijo Viera –la falta de experiencia. “Incluso viniendo aquí, yo me he sentido perdido gran parte del tiempo. Nosotros no conocemos el trasfondo de la mayor parte de lo que se está discutiendo, y aunque estamos agradecidos por poder participar, no puedo decir que mi participación ha sido impactante—es esa una palabra?”

“En Jamaica lo es”, dijo Johnson. Los delegados jóvenes, quienes pasaron la mayor parte de la semana juntos, se unieron no solo por su interés común en el futuro trabajo con la iglesia tiempo completo, sino también lecciones improvisadas en inglés y español.

Más tarde en la semana, el grupo hizo un tour en la sede regional de Interamérica, donde conocieron a los administradores locales de la iglesia.

Viera dijo que la primera mujer que funge como secretaria asociada en la región, Faye A. Reid, le parece inspiradora. “Gente como ella, y Ella Simmons [la primera mujer en ser vicepresidente general de la iglesia], están haciendo espacio para que las mujeres jóvenes en particular trabajen para la iglesia. Eso es emocionante”.

Image by ANN. Libna Stevens/DIA
Image by ANN Libna Stevens/DIA

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