3 de julio 2010, Atlanta, Georgia, Estados Unidos…Edwin Manuel García/ANN
El acto de clausura de la Sesión 59 de la Sesión de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el Georgia Dome en Atlanta el sábado por la noche presentó una colorida representación de la iglesia a nivel mundial — un despliegue de banderas y vestimentas típicas de cada región que destaca el alcance global de la denominación.
Centenares de representantes tomaron sus turnos en el desfile de las naciones. En respuesta, unos 60,000 cristianos animaban, algunos se paraban para tomar fotos y saludar a los participantes de los países que representaban su propia herencia cultural.
«Estamos celebrando nuestra distinción y nuestra unión», anunció Elizabeth Viera Talbot, introductora del programa junto con Fred Kinsey y Garret Caldwell. «Celebramos nuestra diversidad, y más que todo, celebramos nuestra unidad y misión – de ensalzar a Cristo tan alto que atraerá a toda la gente hacia él».
Los introductores abrieron el desfile introduciendo hechos y símbolos a cerca de cada región geográfica adventista – 13 en total.
Luego, un video se corría en una pantalla gigante cerca del escenario y en lo alto, mostrando imágenes de algunas de las naciones de esa región, que provocaba aplausos ruidosos.
Entonces vino el ruido más grande: Con las luces en lo alto a media luz, los presentadores leían el nombre de cada país, cuando los representantes vistiendo sus atavíos tradicionales, caminaban al escenario iluminado a través de arcos al frente de la plataforma.
El grito de júbilo era tan alto para países como Haití, Jamaica, Estados Unidos, España, Rumania, Brasil, Sudáfrica, India, las Filipinas, Reino Unido, Ghana y Nigeria – como el ruido en el juego de fútbol en un estadio que es el sitio de los juegos de los Falcones de Atlanta – que los presentadores, a veces, tuvieron que hacer una pausa antes de introducir el país que seguía.
Las emociones expresadas en los puestos de cada delegación fueron compartidas por las delegaciones que portaban las banderas y otros en la parada, según entrevistas con participantes cuando se ocupaban en la preparación final de sus trajes típicos tras el escenario antes de empezar el programa.
«Es emocionante ver la familia adventista que viene de diferentes partes del mundo, diferentes culturas, con banderas distintas, sin embargo formamos un pueblo, con una sola bandera», dijo Kenny Erwin Vicente de Paraguay, vestido de pantalones y camisa blancos, y quien participó con su esposa y dos hijos.
Es un sentimiento increíble», dijo Richard Vovlesky, tesorero de la Unión del Medio Oriente, ataviado con un sombrero keffiheh (de vestir) de Omán.
En verdad, lo hace sentir a uno que somos una iglesia mundial», agregó su esposa, Yvonne, vestida de pie a cabeza en una burka negra, que cubría hasta su rostro.»Qué reunión será aquella en el cielo», dijo Ninfa Bindoosano, vestida con un traje amarillo de Indonesia y un turbante con hojas doradas sembradas arriba. «Estamos rebosantes de gozo porque todos somos diferentes, pero unidos en Dios».
El programa terminó con comentarios del pastor Ted N. C. Wilson, quien fue elegido presidente de la denominación hacía solo 8 días, la cual tiene 16.3 millones de miembros en 203 países.
«Qué Linda familia es la nuestra», dijo Wilson con optimismo a los adoradores. «La explosión del progreso de nuestra misión se verá en cada rincón de esta tierra».