26 de enero, 2011, Pittsburgh, Pennsylvania, Estados Unidos Arin Gencer/ANN
Con miembros desempleados y un diezmo mermado, la iglesia adventista del séptimo día en Europa ha estado batallando, tanto como el resto del continente, para lidiar con la crisis financiera mundial.
En forma particular en Grecia, España y Portugal – países cuya tasa de desempleo está entre las más altas de Europa y donde la crisis financiera ha sido especialmente calamitosa – la denominación mundial protestante ha sido forzada a hacer ajustes, luchando para hacer el mismo trabajo con menos recursos. «Con fe en nuestro Señor Jesucristo, estamos haciendo lo mejor que podemos», dijo Apostolos Maglis, presidente de la iglesia adventista en Grecia, la cual ha visto ya los efectos adversos de la crisis de endeudamiento del país en la iglesia. Maglis anticipa que los ajustes se filtrarán al 2011.
Desde que recibió el apoyo económico el año pasado de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, Grecia ha introducido una cantidad de medidas de austeridad para reducir significativamente del déficit público. estimulando varias protestas y huelgas de parte de uniones obreras.
La Misión Griega de la iglesia adventista, que comprende 10 iglesias, ha visto los desórdenes impactar la iglesia en varias formas. Estas formas incluyen una merma en el diezmo – reducido en 20 por ciento a fines de 2010 en comparación con el año anterior, por primera vez en una década, dijo Maglis en un correo electrónico.
La misión espera que ese número baje más, al 35 por ciento, más bajo en 2011, agregó él. Los retos económicos representan aún otro obstáculo para la iglesia adventista en esta parte del mundo, donde la evangelización ya se enfrenta a dificultades considerables, incluyendo la supremacía de la Iglesia Ortodoxa y la inhabilidad de conducir programas religiosos públicos, dijo Maglis.
«Muchos miembros perdieron sus trabajos y están desempleados», dijo Maglis, impidiéndoles pagar alquileres y comprar materiales básicos. Varias iglesias están colectando y distribuyendo alimentos a las personas en necesidad, añadió él, «pero esto no es suficiente».
Maglis describió dos programas de evangelización lanzados hace poco – uno adiestrando a la gente para ser misionera en su sitio de trabajo; el otro mostrándole a los miembros «cómo pueden traer amigos a Jesús». Él dijo que ambos programas han llevado a bautismos récord de 56 personas en año pasado y subió la membrecía a 570. Los blancos de bautismos de la Misión griega establecidos para este año, ahora deben batallar con fondos reducidos.
Oficiales en las uniones española y portuguesa dicen estar teniendo problemas similares, los cuales no se limitan a la iglesia adventista o aún a Europa. La División Norteamericana de la iglesia ha reportado ligeras pero consecutivas mermas en diezmo en 2008 y 2009, una baja atribuida a la depresión económica en Estados Unidos
La «delicada» situación económica en España – donde la tasa de desempleo es la segunda más alta en Europa, con 3 millones de personas sin trabajo – ha puesto a la Unión de Iglesias Adventistas Española en una posición difícil desde 2008, dijo Juan Andrés Prieto, el tesorero de la unión. «Lo mismo que está sucediendo en la sociedad está ocurriendo en la iglesia», dijo Prieto, citando como ejemplo una congregación de cerca de 60 o 70 miembros donde todos están desempleados.
La Unión está funcionando bajo una regla de austeridad: lo que no se gana, no se gasta. Y aunque continúan sirviendo a la iglesia de la misma forma con menos recursos, ciertas cosas han sido afectadas, dijo Prieto.
Desde noviembre de 2008, la Unión ha suspendido su práctica de dar asistencia financiara a nuevos grupos que apenas empiezan a alquilar lugares de reunión, dijo él, y aún ha reducido ayuda ocasional a organizaciones establecidas. Los sueldos en la Unión también han sido congelados desde entonces.
En un intento de hacerle frente a los retos de cada día, la Unión ha propuesto un programa voluntario que tomaría 2 por ciento del salario de los pastores para crear una reserva en efectivo para ayudar a miembros de la iglesia en necesidad.
Igual, los líderes portugueses están viendo difícil realizar ciertas actividades, tales como lanzar nuevas congregaciones o establecer comunidades en ciertas áreas, dijo Rui Filipe Días, tesorero para la Unión de Iglesias Portuguesa de la denominación. El desempleo en ese país está cerca al 10 por ciento., dijo él.
«La mayor dificultad que he encontrado es ayudar todas las necesidades de nuestros miembros», dijo Días, añadiendo que la Unión típicamente sufre bajas en las ofrendas en medio de crisis financieras. «Sus necesidades son mucho más grandes que en una situación normal».
«Dependemos de las bondades de Dios para guiarnos», dijo Días
Traducción: Aleida Torres-Romero