28 de julio, 2011 – Habana, Cuba…Libna Stevens/DIA
Comunicadores adventistas del séptimo día de toda la isla de Cuba se reunieron al comienzo de este mes en la Iglesia Adventista de la Víbora en la Habana para una conferencia de tres días para trabajar unidos, afilar habilidades y aprender nuevas formas de comunicar esperanza en las comunidades.
Cerca de 48 comunicadores asistieron para aprender a cómo escribir artículos noticiosos, deberes y responsabilidades de la comunicación, dirección de los medios, comunicación práctica, la iglesia como organización súper comunicada y trabajo social en red.
Prácticamente sin acceso a la Internet y equipo de trabajo limitado, la sede de la iglesia en La Habana batalla para comunicarse con sus cuatro oficinas regionales que supervisan a más de 280 congregaciones en las 16 provincias de la isla.
«A través de la conferencia quisimos que nuestros comunicadores estuvieran conscientes respecto a los objetivos al construir puentes de esperanza en todo nuestro país», dice Dayami Rodríguez, directora de comunicación para la iglesia en Cuba. «Cada sitio de construcción debe tener constructores profesionales para un resultado exitoso; lo mismo se aplica a nosotros como comunicadores de la verdad. Debemos estar capacitados para cumplir la misión de la iglesia».
No se trata sólo de mantener una iglesia informada; también debe llegarse a cada rincón de la isla, dice Rodríguez. Informar y llegar a la gente es aún un proceso que lleva tiempo, explica ella.
«Trabajamos con lo que tenemos a disposición», dice Rodríguez. «Nuestra mejor forma de comunicar entre nuestras oficinas regionales es por medio de líneas telefónicas de comunicación terrestre e impresos informativos».
«Podemos promover las iniciativas de nuestra iglesia, planes, estrategias, y las actividades de los diferentes departamentos y ministerios para llegar a todas las provincias», agregó ella.
Rodríguez, que ha sido directora de comunicación por sólo nueve meses, dice que la conferencia también fue una oportunidad para llevar a los comunicadores a nuevas redes y establecer más diálogo entre ellos – aún con los retos inherentes.
Sin embargo, estos retos no han prevenido a una iglesia creciente de establecer una estructura para comunicar y propagar las buenas nuevas de salvación por medio de impresos como impresos noticiosos y panfletos, agrega Rodríguez.
Coralia García ha sido una comunicadora apasionada al propagar esperanza en Santa Clara, la región central de la isla. Por 12 años, García ha trabajado para producir circulares noticiosas para informar a los miembros de lo que está ocurriendo en la iglesia en su región y en la isla, compartiendo historias animadoras y trayendo unidad a una feligresía que, en su mayoría, está consciente de lo que ocurre sólo en un corto radio de una milla alrededor de ellos. Ella puede imprimir docenas de folletos para miembros y no miembros que se suscriben.
Está emocionada de poder participar en la conferencia, primera que ha visto organizada en décadas.
«Este taller me ha ayudado, realmente, a ampliar mi conocimiento y confirmar nuestro trabajo para continuar haciendo lo mejor para comunicar nuestro mensaje», dijo García. Espera que el trabajo en red entre sus compañeros comunicadores adventistas en la isla resulte de mayor alcance.
De 30 años, Arnoldo Rodríguez, pastorea un grupo de adventistas de 30 miembros en Batábano, una municipalidad al sur de La Habana. Él es también el director de comunicación en su iglesia. Rodríguez está sorprendido de lo que ha aprendido en la conferencia, pero algunas veces se siente abrumado por la falta de recursos como un teléfono, computador, cámara y más.
«Me gusta lo que he aprendido en esta conferencia», dice Rodríguez, «que las herramientas que podamos o no tener, no son importantes, pero es el mensaje que debemos llevar lo que es importante».
Rodríguez, un técnico de sistemas de información de profesión, dejó su trabajo cibernético para convertirse en pastor hace dos años. Señaló que trabajaba con herramientas muy fabulosas antes, pero ahora es animado por la importancia del mensaje que debe llevar. Está emocionado de formar parte de un equipo técnico compuesto de técnicos como él de todas las iglesias en La Habana, que ayuda cuando se dan programas de la iglesia, actividades especiales y cuando se necesitan producciones.
El pastor Reider Queron, director de comunicación para la Conferencia Oriental de Cuba, batalla con los recursos limitados a disposición, y lucha cada mes para publicar una serie de panfletos con noticias e información para cada uno de los departamentos y ministerios de la iglesia.
El pastor Yordángel Franco Navarro, que supervisa un área montañosa de la recién organizada misión en la parte oriental de la isla, espera encontrar pronto una forma de comunicar mejor en su región. Como antiguo periodista, sueña con usar una cámara algún día para captar imágenes de lo que está ocurriendo en las iglesias que supervisa. Informa sobre el progreso de su región a sus compañeros en la comunicación de un agotado cuaderno de notas y tiene fotografías de actividades e historias que ocurrieron hace varios meses.
«Esas fotos fueron tomadas por un miembro y las compartió conmigo», dijo Franco. Admite que sus noticias no son recientes, pero es la única forma como puede compartirlas ahora.
La mayoría de los comunicadores como Franco no poseen una cámara. García es uno de los pocos a quienes se les dio una mega píxel digital 7.2 hace años por un miembro de iglesia antes de irse de la isla. Muchos de sus colegas no han sido tan afortunados.
Rodríguez entiende los retos que confrontan sus comunicadores. Ella también batalla para producir materiales con equipo limitado. Su pequeño grupo del estudio procura trabajar con una cámara de video dañada, una cámara de video personal regalada, una vieja máquina de quemar CD, y una computadora. «Es con lo que podemos trabajar al producir programas audio y de video para nuestra feligresía», dice Rodríguez. Sin embargo, señala ella, el trabajo de esparcir el mensaje de esperanza y la comunicación de actividades y eventos aun se multiplica y no limita la iglesia.
Rodríguez, que también dirige el departamento de Arte y Cultura, recientemente organizó una actividad a nivel de toda la isla donde docenas de artistas adventistas mostraron sus pinturas y trabajos. Tiene planes de organizar una competición fotográfica que involucre miembros de la iglesia a través de la isla con las cámaras que tengan disponibles.
«Continuaremos trabajando lo mejor que podamos para compartir esperanza», dice Rodríguez. «Nuestros comunicadores compartirán sus conocimientos adquiridos en esta conferencia con sus respectivas iglesias y territorios».
Rodríguez, como sus compañeros en la comunicación, sueña con el tiempo cuando el acceso en línea esté disponible en la isla a fin de satisfacer su avidez de saber lo que está ocurriendo en la iglesia adventista en Cuba y alrededor del mundo. Por ahora, ellos esperan por un mejor mañana y laboran fuerte para trabajar unidos.
El pastor Aldo Pérez, presidente de la iglesia en Cuba, comparte la visión de comunicación firmemente en la isla. Con una feligresía de más de 31,000 miembros que crece a diario, él y sus compañeros administradores ven el gran impacto que los comunicadores pueden tener en la isla, dice él.
«Más que nunca, ahora vemos la importancia de comunicar más amor y esperanza, y creemos en el trabajo que están haciendo», agregó él. «Hemos crecido rápido de 10,000 miembros en 1990 a 31,179 este año y creemos que el papel del departamento de comunicación es de valor incalculable».
«Estamos consientes de cuán crucial es tener informada a la feligresía de la iglesia y esperamos que nuestros administradores y líderes en cada uno de nuestros cuatro campos capten la visión de cómo la comunicación puede ayudar en la estrategia de la evangelización integrada de compartir el mensaje de la verdad», dice Pérez.
Abel Márquez, director asociado de comunicación para la iglesia en Interamérica, dirigió una serie de seminarios durante la conferencia especial. Fue impresionante apreciar los talentos, la preparación profesional, la dedicación así como el compromiso para servir a Dios y a la iglesia manifestado por los comunicadores, dice Márquez.
«Fui inspirado al ver los reportes de cada uno de los campos locales. Cómo proyectan la búsqueda de métodos innovadores para compartir la verdad con herramientas limitadas y la visión que tienen para integrar áreas, algunas veces olvidadas, como el arte y la cultura, fue impresionante».
«El liderazgo del departamento de comunicación de la unión y la administración durante el evento nos permitió notar el compromiso que tienen con compartir amor al usar todos los medios disponibles», agregó Márquez.
La iglesia adventista del séptimo día en Cuba fue establecida en 1905. Supervisa tres asociaciones, una misión, un seminario, y más de 280 iglesias y congregaciones.
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Traducción: Aleida T. Romero