Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…12 de agosto, 2011, Ted N.C. Wilson

Lucas dice dos veces que los discípulos estaban «unánimes juntos» cuando se preparaban para el derramamiento de la lluvia temprana (Hechos 1:14; 2:1). El hecho de que lo mencionara dos veces sugiere que la unidad dentro de la iglesia es un muy importante paso en la preparación para el derramamiento del Espíritu Santo. Hay un aspecto para la unidad presentado a través de la Escritura que raras veces es reconocido o tratado en nuestra iglesia – el papel de la identidad corporativa.

Primero que todo, observe un ejemplo de identificación corporativa y luego en dos aspectos de este fenómeno, los cuales son cruciales en la preparación para la lluvia tardía:

Primero, el ejemplo: Dios lo hizo absolutamente claro que los israelitas no deberían tomar ningún despojo para ellos en la caída de Jericó y que la plata, el oro, y que los vasos (vessels) de bronce y oro fueran consagrados al Señor (Josué 6:18, 19). Pero Achan robó 200 siclos de plata, un changote de oro, y un manto babilónico (Josué 7:21). La ira del Señor se encendió contra Israel, y en el próximo combate militar, Israel perdió 36 hombres y sufrió una derrota vergonzosa. Cuando Josué gritó, «¿Por qué, Señor?» la respuesta fue corta y al punto: «Israel ha pecado» (Josué 7:11). Toda la nación sufrió y hombres perdieron sus vidas porque un israelita desobedeció – identidad corporativa.

Ahora, dos ilustraciones que impactan directamente sobre nuestra súplica por la lluvia tardía:

Primero, cuando los 12 espías regresaron para dar su reporte sobre la tierra prometida, Caleb y Josué fueron positivos y dijeron, «Subamos luego y poseámosla; que más podremos que ella» (Números 13:31). Sin embargo, los 10 espías dijeron que ellos no podían tomar la tierra porque había gigantes en ella y se sintieron como langostas. La nación les creyó a los 10 espías y se volvieron contra sus líderes que estaban ciertos que dios cumpliría su promesa y les daría la tierra. ¿La respuesta de dios? De regreso al desierto por 40 años. Moisés, Aarón, Caleb, Josué, y los que les apoyaban tuvieron que regresar al desierto por aquellos que rehusaron creer la Palabra de Dios – identidad corporativa.

La segunda ilustración nos lleva a los tiempos de Jesús. Ahora los papeles son invertidos. La gente común de Israel estaba reuniéndose para ver y oír a Jesús. Traían a los enfermos para que fueran sanados. Había una creencia creciente entre ellos que Jesús era el Mesías prometido, pero no así entre los líderes. Estaban celosos de él y tramaron su muerte. Durante su juicio, Pilato preguntó, «¿Crucificaré a vuestro Rey?» Los principales de los sacerdotes respondieron, «No tenemos más rey que el César» (Juan 19:15).

Concerniente a la actitud de los sacerdotes, Elena White dice, «Por escoger así a un gobernante pagano, la nación judía se había dejado de la teocracia. Había rechazado a Dios como su rey. Consecuentemente, no tenían un libertador. No tenían otro rey que el César. A eso había guiado el pueblo los sacerdotes y maestros. Por esto, con el horrendo resultado que siguió, ellos fueron responsables. El pecado de una nación y la ruina de una nación eran debido a los líderes religiosos». (DA, pp. 737-738) – – identidad corporativa.

En la primera ilustración los líderes sufrieron por la rebelión del pueblo. En la segunda ilustración el pueblo sufrió por la rebelión de los líderes. Dios trata con nosotros en forma individual cuando se trata de nuestra propia salvación. Pero Dios trata con su pueblo como un grupo corporativo cuando se trata de llevar sus instrucciones para el adelanto de su obra.

¿Cuál es la lección para aprender?

Dios trata con su iglesia en la actualidad como un cuerpo corporativo. Si habremos de recibir el poder de la lluvia tardía del Espíritu Santo hoy, el cuerpo y el liderazgo deben estar en la misma página. Dios ha estado listo por años para darle a su pueblo la lluvia tardía. Ha estado esperando por nosotros para que estemos juntos. Si sólo nos estuviéramos juntos en buscar el poder prometido, orar los unos por los otros y mantenernos unidos, hombro con hombro, el poder sería dado, la obra sería terminada rápido y entraríamos al reino pronto. Sucederá y la gloria se le dará a Dios solamente.

— Ted N. C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día a nivel mundial.

— Traducción: Aleida T. Romero

Image by ANN. Foto de archivo DIA

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