21 de febrero, 2012 Silver Spring, Maryland, Estdos Unidos…Elizabeth Lechleitner/ANN
Un nuevo programa de protección infantil de la organización de gestión de riesgo de la iglesia adventista del séptimo día está galvanizando los esfuerzos de la iglesia para proteger a los menores del abuso y la mala conducta.
A través de capacitación a adultos y niños, así como la inspección de ascendencia para los empleados y voluntarios que trabajan con menores, el Plan de Protección de Niño de la agencia adventista de seguros de manejo de riesgos, (Adventist Risk Managagement-ARM) equipa a los líderes locales para hacer de la iglesia un lugar seguro, dice el vicepresidente de ARM y jefe de administración de riesgo, Arthur Blinci.
«Es parte de nuestra misión ayudar a proteger los ministerios de la iglesia adventista del séptimo día,» dice Blinci, citando los ministerios infantil y juvenil, Conquistadores y Aventureros como un «componente principal» de esa misión. «Las comunidades religiosas tienen una responsabilidad moral, ética y legal de proteger a los niños de problemas cuando están bajo nuestro cuidado», dice él.
La iglesia ha tenido progresos significativos hacia el logro de ese objetivo. En América del Norte, muchos empleados de la iglesias y voluntarios son reporteros autorizados, dice Blinci. Esto significa que tienen una obligación legal de informar el abuso o alegatos de abusos que se cometen dentro de la estructura de la iglesia. En 2003, la División Norteamericana de la Iglesia había redactado un protocolo para ocuparse de los abusos sexuales y maltrato infantil. A finales del año pasado, la División votó una nueva política de protección de los niños que exige que cada nivel de la administración de iglesia ponga en marcha una capacitación y programa de selección para voluntarios.
La Iglesia Adventista a nivel mundial también ha sido proactiva sobre escribir directrices y políticas de votar para proteger a los menores. De hecho, en la sesión de la Asociación General de la iglesia en 2010, los delegados votaron agregar al Manual de iglesia el lenguaje específico que guía el nombramiento de empleados de la iglesia y voluntarios que trabajan estrechamente con los menores. Acordaron que los adultos que dirigen en programas de Conquistadores, de Escuela Bíblica de Vacaciones, de Ministerios Infantiles y de Escuela Sabática «deben cumplir con las normas de la iglesia y legales, y requisitos, tales como chequeo de antecedentes o certificación».
Aún así, Blinci dice que las políticas, directrices y buenas intenciones sólo llegan a cierto límite. La Agencia de Manejo de Riesgos de la iglesia, rutinariamente maneja un par de docenas de casos de maltrato cada año y ha gastado 30 millones de dólares en casos de indemnización en las últimas dos décadas. Muchos estados de los Estados Unidos tienen prescripción abierta, permitiendo demandas de abuso más antiguas a fin de que se presenten y entren en litigio. Lo que la iglesia necesita son herramientas y recursos para ponerlos a disposición de administradores locales de la iglesias y de líderes, dice él.
«Hemos oído durante tantos años de miembros de la iglesia, '¿Cómo lo hacemos?» dice Blinci. La Agencia de Manejo de Riesgos Adventista da una respuesta. A través de una asociación con Shield The Vulnerable, nuevo plan de protección del niño de la organización ofrece capacitación en línea para adultos sobre abordar el abuso, descuido, depredadores, intimidación, límites y respeto. También da información adecuada para la edad de los niños sobre reconocimiento y notificación de abuso.
Shield The Vulnerable (Escuda al vulnerable)–un proveedor de servicio con base en California, que con frecuencia trabaja con organizaciones religiosas, sin fines de lucro–también ofrece revisión de antecedentes para los empleados y voluntarios como una línea «crítica» de defensa, dice Blinci.
«Muy a menudo, en especial del lado voluntario, no hay, por lo general, ningún escrutinio de antecedentes. ¿Quieres ser voluntario en el Ministerio Infantil? Perfecto, ven, podemos usar tus servicios», dice él. «Ahora, cuando los posibles voluntarios saben, aún antes de solicitar, que se va a chequear por antecedentes criminales, si tienen una tendencia, no va siquiera a ofrecerse».
«Ahora, cuando los voluntarios potenciales saben, aún antes de solicitar, que se les va a chequear su récord de antecedentes penales, si tienen una propensión, no se van a ofrecer como voluntarios.»
Mientras creaba el Plan de Protección del Niño, ARM descubrió que la Asociación-Unión del Lago, ya se había asociado con Shield The Vulnerable y piloteaba su capacitación y selección de programas en los Estados de Illinois, Indiana, Michigan, Wisconsin y una parte de Minnesota.
Blinci espera que todas las 59 asociaciones de la División Norteamericana seguirán el mismo patrón en los próximos meses. A través de Shield The Vulnerable, una asociación u otra unidad administrativa crea una cuenta que sigue el progreso a medida que capacitan a los voluntarios y realizan chequeos de antecedentes. «Va todo el proceso hasta la iglesia local y a nivel de escuela», dice él.
ARM provee de paquetes a las iglesias locales que incluyen presentaciones de PowerPoint, un clip de vídeo, un ejemplo de política de protección del niño e información de referencia.
Aunque los reglamentos de la División Norteamericana no exigen el uso de Shield The Vulnerable, requieren algún tipo de capacitación y chequeo de antecedentes. «Hay otras formas que una asociación puede optar para llevar a cabo su propia capacitación y orientación, pero tienen que hacer algo», dice Blinci.
«El abuso de los niños no es frecuente sólo en la sociedad, pero también ocurre en nuestras iglesias,» dice Phyllis Washington, director de ministerios de la niñez de la División Norteamericana. «Al reconocer que el problema existe en nuestras congregaciones, estamos dando un paso crucial hacia proporcionar un entorno seguro, restaurar la confianza, promover sanación y en última instancia prevenir abusos.»
Si bien el programa Shield The Vulnerable no puede aplicarse plenamente a la iglesia a nivel mundial debido a las diferencias en las leyes de notificación, algunos de sus elementos son universalmente relevantes y pueden adaptarse a las necesidades locales, dice Blinci.
«El objetivo es proteger a nuestros niños, que son los recursos mayores que tenemos. Esperemos que ahora no haya excusas».
Pulse aquí para descargar los recursos del Plan de Protección del Niño y referencias de Adventist Risk Management.
Traducciòn: Aleida T. Romero