26 de marzo, 2012. Silver Spring, Maryland, Estados Unidos… Mark Kellner, Revista Adventista
Antes del inicio de un esfuerzo evangelizador masivo el 24 de marzo en la ciudad de São Paulo, Brasil, el pastor Ted N. C. Wilson, presidente de la Asociación General, pronunció palabras alentadoras: «Todos podemos ser parte de la iglesia remanente de Dios».
Dirigiéndose a una congregación de 2,000 en la iglesia del Centro Universitario Adventista de São Paulo (UNASP) – con otros 5,000 a 6,000 viendo una emisión en otras localidades–Wilson dijo que planeaba unirse a miles de miembros de la iglesia durante ese día en la distribución de lo que resultó ser 4 millones de ejemplares de El conflicto de los siglos, un libro de divulgación basado en la gran controversia por Ellen G. White, pionera cofundadora del movimiento adventista del séptimo día. Un total de 25 millones de libros están para ser distribuidos en un día a lo largo de la División Sudamericana, señaló.
Líderes de la División Sudamericana destacaron que el esfuerzo del 24 de marzo no es una empresa aislada. El próximo sábado, 31 de marzo, será un «día de la amistad» en que los vecinos están invitados a participar en un servicio de adoración adventista y a un almuerzo con familias adventistas. El objetivo de la campaña de «Impacto esperanza» es inspirar a los adventistas del séptimo día en la División Sudamericana a vivir una vida evangelizadora personal.
Por su parte, Wilson elogió el esfuerzo masivo de un día de alcance a la comunidad con la literatura y dijo que otras divisiones de la iglesia a nivel mundial podrían beneficiarse de programas similares.
«Lo hermoso de todo esto es que motivó a toda la iglesia en todos los niveles socio-económicos a participar en la distribución del libro a sus amados, amigos y vecinos», escribió Wilson en un mensaje de correo electrónico a la Adventist Review (Revista Adventista). «Logró que la iglesia saliera a la comunidad para conocer a la gente y el Espíritu Santo bendijo los esfuerzos enormemente. … Se ha demostrado que la aproximación de un solo evento, junto con cada una de otras actividades personales de difusión y divulgación de la iglesia local, pudiera ser un enorme punto de concentración para galvanizar el pueblo de Dios a fin de testificar y para el trabajo misionero. Las divisiones y uniones de todo el mundo deberían utilizar este método para reunir a los miembros de la iglesia en algo que es mucho mayor y más grande que nada que podríamos hacer individualmente».
Junto a un floreciente esfuerzo de alcance médico misionero adventista en la región, Wilson dijo que la distribución de literatura es un medio clave que mega-ciudades como São Paulo, con una población municipal de 11.3 millones (y otros 8 millones en el área Metropolitana circundante) está para ser alcanzado. La ciudad también será una de 12 ciudades anfitrionas cuando Brasil acoja el campeonato de fútbol de la Copa Mundial de fútbol de 2014.
«La iglesia mundial se ha comprometido a distribuir 175 millones de copias «La gran esperanza» y la versión ampliada [El conflicto de los siglos] este año y el próximo», Wilson dijo a la congregación. «¿Pueden imaginarte cuántos nuevos creyentes adventistas del séptimo día tendremos como resultado de esto? Y le damos a Dios toda la gloria.
Wilson agregó, «Dios usa su palabra para cambiar la vida de las personas. Utiliza libros como este [El conflicto de los siglos] para cambiar la vida de los pueblos.»
Ese cambio fue evidente en la vida y el testimonio de Sheyla Guimarães, una constructora de vivienda de la ciudad de Mineiros do Tietê, unos 225 km de la ciudad. Su sincero testimonio por video fue interpretado durante el servicio de adoración y describe la historia de un buscador espiritual que no estaba satisfecho. En octubre de 2011, la hija de Sheyla encontró una copia de «La gran esperanza» en el buzón de correo de la familia. Ella «devoró» el libro y dijo que encontró respuestas que no fueron dadas en otras iglesias. En la actualidad, ella es una adventista del séptimo día.
Guimarães y su hija subieron a la plataforma y fueron recibidas por Wilson y otros líderes de la iglesia. Ella les expresó a Wilson y a la congregación lo feliz que es sentirse parte de la familia de Dios.
Durante su sermón, Wilson destacó el papel del movimiento adventista del séptimo día como «un pueblo único con un mensaje único». Explicó que por el don del Espíritu de Profecía, que los adventistas creen fue manifestado por Ellen G. White durante su ministerio de 70 años, la iglesia tiene una responsabilidad especial.
«Se nos dice que la mayor riqueza de la verdad jamás confiada a los mortales se ha dado a [el remanente] para dar al mundo», dijo Wilson. «Cuando entendemos que por gracia somos salvos, cuando entendemos la plenitud de la salvación según se explica en el servicio del Santuario, entonces empezamos a comprender que Jesús es nuestro creador, nuestro redentor, nuestro ejemplo, nuestro sumo sacerdote y nuestro próximo rey. En Jesús tenemos todo lo que necesitamos para ser salvos. !Qué mensaje para compartir con la gente hoy!»
Antes de unirse a los miles en la iglesia de UNASP para salir a compartir «La gran esperanza», Wilson dijo que le habían dicho que São Paulo tiene la mayor densidad de población de adventistas del séptimo día en Brasil.
«Por la gracia de Dios, São Paulo llegará a esta más densamente poblado de adventistas del séptimo día» como resultado del evento del 24 de marzo, dijo Wilson. «Vayamos a cada rincón de São Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belém, Fortaleza, Manaus – y a lo largo de todos los países de América del Sur. Lleven las maravillosa nueva que !Jesús viene otra vez!»
Después del servicio de adoración, Wilson y otros líderes de la iglesia visitaron Jd. Colombo, uno de los barrios de tugurios en São Paulo Paraisópolis, o Distrito «Paraíso» para compartir la «gran esperanza» con los residentes.
El día concluyó en São Paulo con una manifestación de más de 60,000 adventistas celebrando el esfuerzo de divulgación. En combinación con coros de jóvenes y una orquesta completa, Wilson dijo, «ustedes han dirigido un programa organizado de acción de gracias a Dios y, por supuesto, gracias a los grandes esfuerzos de tantas personas que se dedicaron a esta gran tarea misionera».
– Con reportajes de Marcio Basso y Felipe Lemos, División Sudamericana.
Traducción: Aleida T. Romero