14 de agosto, 2012 – Mark A. Kellner, Editor de Noticias, Adventist Review
El presidente de la iglesia adventista del séptimo día a nivel mundial, Ted N.C. Wilson apeló a la familia de la iglesia mundial a permanecer unida frente a los problemas que amenazan con crear disensión y distracción.
Wilson hizo su llamamiento en una entrevista de una hora televisada en 3ABN, una red privada de apoyo a la iglesia y también fue transmitida por la red oficial de televisión de la denominación, Hope Channel. La discusión tuvo lugar la semana pasada en la Convención de Industrias & Servicios de Laicos Adventistas (ASI) de 2012 en Cincinnati, Ohio.
Reconociendo que acciones recientes por constituyentes de uniones asociaciones sobre la cuestión de la ordenación de las mujeres están «causando considerable distracción» en la iglesia, Wilson dijo que no abordaría el asunto, pero en su lugar, pidió al movimiento a permanecer unido.
«Todos debemos mostrar respeto unos a otros», dijo. «Tenemos que trabajar en unidad y sumisión – sumisión mutua y al Señor».
Wilson señaló que pese a los llamamientos serios por la unidad de los dirigentes de la iglesia en todo el mundo – los oficiales de la Asociación General y los 13 presidentes de las divisiones mundiales – varias uniones asociaciones han aprobado o tienen planes de aprobar acciones contrarias a los reglamentos establecidos por la Asociación General en Sesión. Dijo que eso va en contra del consejo de Elena White, una pionera cofundadora de la iglesia, que los adventistas creen ejerció el don de profecía durante su ministerio.
Wilson citó la declaración de White en Testimonios para la iglesia, volumen 9, páginas 260-261: «Pero cuando, en una Asociación General, el juicio de los hermanos reunidos de todas partes del campo es consumado, la independencia y el juicio privados no deben mantenerse tercamente, sino someterse».
Añadió que la sumisión a las decisiones colectivas de la iglesia a nivel mundial es parte esencial de la vida en la unidad. «Tenemos una administración en todo el mundo; tenemos que elaborar políticas – acuerdos que acatar colectivamente, prever un fuerte empuje a la misión de la iglesia. Cuando no vemos la unidad en lo que estamos haciendo, entonces vemos un espíritu rebelde y dividido», dijo Wilson.
Mark Finley, ayudante especial de Wilson y un evangelista adventista del séptimo día y locutor de muchos años, agregó, «La unidad viene cuando la iglesia unida en consulta acepta mutuamente, y cuando ese mutuo acuerdo ocurre, y [ponemos] a un lado las diferencias por lo que es bueno para la iglesia y la misión de la iglesia».
Sin embargo, Wilson señaló que, la unidad no significa uniformidad de moldeador. «No tenemos que hacer todo en línea cuando se trata de áreas particulares que pueden diferir en ciertas situaciones particulares o ajustes,» dijo. «La unidad nos ayuda a entender que definitivamente [en] la acción de reunirnos con grandes temas doctrinales o bíblicos y el entendimiento de que lo que hago puede afectar otra parte del cuerpo.» Wilson instó a que la iglesia de todo el mundo necesita trabajar unida en temas que son de gran importancia, incluyendo al tema en discusión.
El líder mundial de la iglesia, que fue elegido para el cargo en 2010 en la Sesiones de la Asociación General en Atlanta, Georgia, concluyó la entrevista con un llamamiento a la unidad: «Tenemos que tener en cuenta la visión de quienes somos como pueblo. Que Dios nos ha llamado para ser su iglesia remanente. Él nos ha llamado para ser fieles a la Palabra de Dios. Él nos ha llamado a proclamar los mensajes de Apocalipsis 14 de los tres ángeles. … Mi llamamiento a que la iglesia sería mantener esa visión en mente. Mirar más allá de sólo los desafíos de la crisis o situación inmediatas».
Tras la entrevista, Wilson llamó la atención a la práctica de la Iglesia apostólica descrita por la cofundadora de la Iglesia Adventista del séptimo día Ellen White:
«El orden en que se mantuvo en la iglesia cristiana primitiva hizo posible avanzar sólidamente como un ejército disciplinado, vestido con la armadura de Dios. Los grupos de creyentes, aunque dispersos en un extenso territorio, eran todos miembros de un cuerpo; todos se movían en concierto y en armonía con los otros. Cuando surgió la disensión en una iglesia local, como más tarde surgió en Antioquía y otras partes, y los creyentes fueron incapaces de llegar a un acuerdo entre sí, a estas cuestiones no se les permitió crear una división en la iglesia, pero fueron referidas a un consejo general de todo el cuerpo de creyentes, conformado por los delegados designados de las diversas iglesias locales, con los apóstoles y los ancianos en posiciones de líderes en responsabilidad. Así los esfuerzos de Satanás para atacar a la iglesia en lugares aislados fueron enfrentados por la acción concertada de todos, y los planes del enemigo para desarticular y destruir se vieron frustrados.
«Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos». 1 Corintios 14:33. Él requiere que el orden y el sistema sean mantenidos en la conducción de los asuntos de la iglesia hoy, no menos que en los primeros tiempos» (Hechos de los Apóstoles, 95-96.)
Traducción: Aleida T. Romero