1 de noviembre de 2012, Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…personal ANN staff, con reportajes de George Johnson y Nigel Coke
El presidente de la Iglesia Adventista mundial, Ted N. C. Wilson, dirigió esta semana un mensaje de condolencia a los residentes de la costa Este de los Estados Unidos, después del paso del huracán Sandy.
“Acepten por favor nuestra simpatía y tristeza por la devastación causada, especialmente en Nueva Jersey y la zona metropolitana de Nueva York,” dijo el presidente Wilson. Continuaremos orando por los miembros, iglesias, organizaciones de la iglesia y la comunidad en general que ha sido golpeada por esta tragedia”.
El huracán Sandy fue la tormenta más grande, en términos de zona afectada, que haya caído en los Estados Unidos por generaciones, provocando extensas inundaciones, cortes de energía eléctrica y daños a propiedades. La así llamada “supertormenta” – un híbrido de huracán y tormenta invernal, averió el sistema de transporte subterráneo en la ciudad de Nueva York y obligó a la Bolsa de Valores de Nueva York a cerrar por dos días consecutivos por causas climáticas, por primera vez en más de un siglo.
El número de defunciones a causa de Sandy se elevó hoy hasta por lo menos 82, a través de ocho estados, con el número mayor de fatalidades reportadas en Nueva York, de acuerdo a la agencia Reuters. New York Harbor sostuvo un récord de más de 4 metros de marejada ciclónica durante el huracán.
Los residentes de las zonas afectadas, muchos de ellos, adventistas, sufren aun las repercusiones. Se estima que por lo menos 42 iglesias adventistas, con congregaciones que albergan un total de 4,500 miembros, están situadas en las zonas más afectadas, dice un comunicado de prensa del departamento de Comunicación de la División Norteamericana. Solamente ocho de los pastores de iglesia fueron contactados al tiempo de tal comunicado.
Don King, presidente de la Unión del Atlántico en esta zona, dijo que por lo menos tres congregaciones en la zona de la ciudad de Nueva York fueron golpeadas fuertemente por la tormenta. Entre las que sufrieron daños sustanciales se encuentran la Iglesia Adventista Macedonia, la Iglesia Adventista Wyandanch, en Long Island y la Iglesia Adventista Solid Rock, en el distrito de Queens, en Nueva York.
“Las bancas del templo estaban flotando”, dijo D. King, refiriéndose a la iglesia Solid Rock, invadida por las aguas procedentes del Océano Atlántico y Rockaway Beach, a un cuarto de milla de la iglesia.
Extensos cortes de energía eléctrica continúan complicando la comunicación con las oficinas de las Iglesias de la región, especialmente en Long Island, donde la Asociación de Greater New York tiene sus oficinas en North Shore.
Hasta la fecha, cinco iglesias adventistas han informado que hay familias en sus congregaciones afectadas por Sandy. Dos iglesias adventistas en el Bronx están sirviendo actualmente como centros de refugio.
Los Servicios Adventistas a la Comunidad (ACS) de la Asociación Greater New York, tienen planes de recaudar US $100,000 para 100 familias adventistas en la región que han experimentado daños por inundación, totales o parciales, dice el comunicado de prensa. Los representantes de la asociación ya han visitado algunas 20 familias cuyas casas se inundaron.
“Estamos trabajando con la administración (de la asociación) para recolectar una ofrenda especial durante los siguientes dos sábados en las iglesias de la Asociación Greater New York”, dijo Reuben Merino, director ACS de la asociación.
Los adventistas en la región fuertemente afectada de Nueva Jersey, están también planificando esfuerzos de ayuda humanitaria. ACS de la Asociación de Nueva Jersey está “lista para ayudar en todo lo que sea necesario.”, dijo Claudia Ramírez, coordinadora ACS de respuesta en caso de desastre para esa región. La agencia está recolectando actualmente artículos de cuidado personal, ropa y alimentos enlatados para su distribución.
“Es importante que la iglesia se haga presente para ayudar a las personas afectadas por esta gran devastación”, dijo Dan Jackson, presidente de la División Norteamericana de la iglesia. “Podríamos ser el único Jesús que algunas de estas personas ven y experimentan a través de esos actos de bondad”.
Las oficinas de la iglesia mundial, cerca de Washington, D.C. cerraron por dos días esta semana, mientras la región fue visitada por Sandy. El Pastor Wilson tomó uno de los últimos vuelos a Moscú, antes de que cerraran los aeropuertos de la zona. Presente ahora en las sesiones de fin de año de la División Euroasiática, el presidente Wilson expresó su solidaridad con quienes participan en actividades de rescate y limpieza.
“Estamos orando por ustedes y sus colegas al ayudar a nuestros miembros de iglesia en esta difícil situación”, dijo. “Que Dios los guíe y aliente a ustedes y a nuestros miembros al testificar en favor de él durante los desafíos impuestos por el paso del huracán”.
Antes de azotar sobre esta zona en los Estados Unidos, Sandy asoló el Caribe, matando a más de 70 personas y destruyendo casas y negocios. Gran parte de la región continua sin electricidad y algunas carreteras permanecen todavía intransitables, por causa de árboles y postes derribados.
Los adventistas en el noreste de Jamaica informaron que hasta un 75 por ciento de las propiedades adventistas en la isla sufrió daños, obligando a la Iglesia Adventista Boston, en Portland Parish, a celebrar sus servicios de adoración bajo un árbol de gynep.
A pesar de los contratiempos en el noreste de Jamaica, los miembros de iglesia están llevando a cabo actividades de ayuda humanitaria.
“Aunque hemos sigo golpeados fuertemente, la iglesia está organizando ayuda a personas que necesitan alimento, ropa y reparación de techos, a través del departamento de servicios a la comunidad, grupos de servicio y la agencia ADRA en Jamaica”, dijo Damion Clarke, pastor de la Iglesia Adventista Boston.
— reportaje adicional por Mark A. Kellner/Adventist Review
Traducido por Gloria A. Castrejón