Comenzaron las tareas de limpieza de escombros días después de que el pasado 7 de noviembre de 2012, un terremoto de 7,2 en la escala de Richter destruyó edificios y hogares en San Marcos, en la región occidental de Guatemala. La catástrofe produjo unas 52 muertes, entre ellas la de cinco miembros de la Iglesia Adventista. Imagen de Yuri Samayoa

15 de noviembre de 2012 – Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango, Guatemala… IAD

La Iglesia Adventista de Guatemala está de duelo por la muerte de cinco de sus miembros, entre ellos de un anciano de iglesia, después de que la semana pasada, un terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter sacudió la región occidental del país. El número de muertos asciende por el momento a 52 personas, y más de 2 600 hogares han sido destruidos. Los líderes de la iglesia informaron que seis templos han sido destruidos, 15 miembros han perdido sus hogares, y las casas de más de otros cien han sufrido daños de distinta consideración.

Abilio Cima (al centro en la hilera posterior), tesorero de la Iglesia Adventista en Guatemala, posa el pasado 10 de noviembre con seis miembros sobrevivientes de la iglesia adventista de Tupox. Las familias que sobrevivieron recibieron fondos especiales para ayudar con los gastos de sepelio de sus familiares. Imagen por cortesía de la Unión Guatemalteca.

“Este evento nos ha  tomado de sorpresa, estamos profundamente consternados y con mucho dolor por las familias de nuestra iglesia que han perdido a seres queridos, y dirigentes de iglesia», dijo el pastor Guenther Garcia, presidente de la Iglesia Adventista en Guatemala.

Un testigo dijo que el pasado 7 de noviembre, Juan Pérez López, primer anciano de la iglesia adventista de Tupox, en Concepción Chiquirichapa (provincia de Quetzaltenango), estaba con su padre Guillermo extrayendo arena en la ladera de la montaña junto a su camión cuando la tierra fue estremecida por un terrible temblor. El movimiento de tierra produjo un deslizamiento de tierra que sepultó a ambos. Su hermano Augusto, otros dos miembros de iglesia y algunas otras personas trataron de rescatarlos, cuando se produjo una réplica que también terminó produciendo la muerte de los rescatistas.

«La iglesia en Guatemala está muy dolida», añadió García. «Estos acontecimientos son señales de la pronta venida de Cristo, y le queremos decir a todo el pueblo de Guatemala que no pierda la fe […]. El gozo mayor será cuando podamos vernos como una iglesia unida en el reino de los cielos».

Abilio Cima, tesorero de la iglesia en Guatemala, visitó a las familias damnificadas días después de la tragedia y participó de un servicio conmemorativo en la iglesia adventista de Tupox. Cima dijo que las familias de la iglesia no han perdido la esperanza.

Kevin Pérez, de 18 años, tendrá que ser desde ahora el que se encargue de mantener a sus cuatro hermanos menores que han perdido a su padre y a su abuelo. «No estamos solos, tenemos una gran familia, a la Iglesia Adventista. Es como si Dios hubiera venido y estado con nosotros, brindándonos apoyo y consuelo», dijo Kevin.

Un hombre levanta un bloque de las ruinas de lo que era su casa hasta que fue alcanzada por un terremoto que azotó la zona de San Marcos, en Guatemala. Imagen de Yuri Samayoa.

Como resultado de esta catástrofe, los desafíos de la iglesia de Guatemala son abrumadores, dijo García.

«Hay miles personas alojadas en refugios, cientos de casas con daños estructurales y miles de personas afectadas. A esto se le suman las condiciones del clima, con temperaturas casi bajo cero. Las personas afectadas necesitan comida, abrigo y un techo».

La División Interamericana ha liberado fondos de emergencia para ayudar a cubrir los costos de alimentos y mantas para las familias adventistas afectadas, dijo García.

La Comisión Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) ha informado que más de 1,2 millones de personas se han visto afectadas por el terremoto, más de 12 mil hogares han sido destruidos o dañados, unas 18,700 personas han sido evacuadas y más de 6 200 han sido alojadas en 64 refugios. Equipos adventistas de rescate asistieron en la evaluación inicial de los daños.

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales de Guatemala (ADRA Guatemala) ya ha comenzado a distribuir las provisiones necesarias a unas 560 familias, gracias a fondos provistos por ADRA Internacional y ADRA Interamérica, dijo Gustavo Menéndez, director de ADRA Guatemala.

Miembros de la Guardia Nacional y voluntarios de ADRA ayudan a preparar bolsas de porotos frijoles y de otros artículos alimentarios para ser distribuidos en las zonas más afectadas de San Marcos y Quetzaltenango, en Guatemala. Imagen de Gustavo Menéndez.

“Hemos podido adquirir alimentos y mantas para las víctimas del terremoto en diez comunidades de Quetzaltenango y San Marcos”, dijo Menéndez.

Al mismo tiempo, ADRA Guatemala y la Iglesia Adventista han lanzado una campaña nacional para recolectar alimentos en unos novecientos templos adventistas a lo largo y a lo ancho del país, añadió Menéndez. «En los próximos días, más de mil bolsas de víveres, ropa, frazadas y zapatos serán llevadas a las zonas más afectadas», explicó el dirigente.

La Guardia Nacional de Guatemala se ha unido a los esfuerzos y ha distribuido dos camiones cargados con alimentos a ADRA, y decenas se miembros de iglesia se han ofrecido como voluntarios para distribuirlos, dijo Menéndez.

El terremoto del pasado 7 de noviembre es el de mayor magnitud que ha azotado Guatemala desde 1976, cuando un sismo produjo la muerte de más de 24 mil personas.

Si desea saber más sobre la respuesta a la catástrofe por parte de ADRA y la Iglesia Adventista de Guatemala, visite www.uniondeguatemala.org

Gustavo Menéndez contribuyó con este informe.

Traducción de Marcos Paseggi

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