14 de febrero de 2013 Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…Ansel Oliver/ANN
Después de un período de luchas espirituales, Morris Venden pasó a ofrecer una perspectiva renovada de Cristo y la salvación por la fe dentro de la Iglesia Adventista a partir de la década de 1970.
Venden, que falleció el 10 de febrero a los 80 años, era un bien conocido pastor universitario, orador invitado y autor de más de cuarenta libros. En especial era bien recibido entre los estudiantes, pastores jóvenes y profesionales que escuchaban sus sermones sobre la seguridad de la salvación.
“Sin duda, Venden hizo más por enseñar la justificación por la fe que cualquier otra persona de la denominación durante estas décadas. Predicó sobre el tema, lo enseñó y escribió sobre él”, dijo Floyd Bresee, quien fue secretario de la Asociación Ministerial de la Iglesia Adventista entre 1986 y 1992.
“Creo que desde el comienzo, nosotros [los adventistas] hemos tenido la teología correcta de la gracia. Elena G. White [una de las fundadoras de la denominación] habló sobre el tema, pero somos gente de la ley, y algunos tenían lo que podríamos denominar un legalismo accidental. Venden nos apartó de eso”, dijo Bresee.
Venden fue pastor de varias iglesias de colegios superiores y universidades, incluida la Universidad de la Sierra y el Colegio Superior Unión del Pacífico en California, el Colegio Superior Unión en Nebraska, y la Universidad Southwestern de Texas. También fue pastor de la iglesia adventista Azure Hills, en el Sur de California, antes de jubilarse en 1998.
En Azure Hills, Venden tenía tres cultos cada sábado que estaban llenos al límite de su capacidad. Su hijo Lee recuerda el consejo que le dio su padre cuando él también llegó a ser pastor: “El mundo y la Iglesia Adventista del Séptimo Día están hambrientos de más de Jesús […]. Cualquier pastor que haga de Jesús la cuerda de su violín, estará en demanda”.
Venden colaboró más tarde como orador asociado del ministerio “La voz de la profecía”, con sede en California. La última década de su vida, Venden sufrió de demencia frontotemporal.
A lo largo de todo su ministerio, Venden marcó sus sermones con ingenio, diciendo expresiones con humor sin dejar escapar una sonrisa. Por más que tenía una sólida presencia en el púlpito, era tímido por naturaleza, y a menudo evitaba ponerse a saludar gente antes y después de sus sermones en iglesias y encuentros.
Uno de sus libros más destacados fue “Noventa y cinco tesis sobre la justificación por la fe”, publicado en 1987 por la casa editora Pacific Press. Su favorito personal era “Del Éxodo a la Segunda Venida”, publicado por la Southern Publishing Association, en el que comparó, según su perspectiva, errores y lecciones similares tanto en el relato bíblico del Éxodo como en el movimiento adventista.
“Creo que estaba deseoso de que su propia subcultura aprendiera esas lecciones para que no tuviéramos que repetir esos mismos errores”, dijo su hijo.
Venden publicó 42 libros por medio de cuatro editores, dijo su hijo. Sus libros se vendieron bien en los Estados Unidos y también fueron distribuidos en otros países.
“Sus libros eran como un oasis de fresca espiritualidad. Se ocupaban de ensalzar a Cristo, no solo de guardar el sábado y la ley”, dijo Ovidiu Radulescu, quien ahora es pastor en Arkansas, pero que en la Rumania comunista en secreto copiaba a máquina y distribuía ejemplares traducidos de “Una fe que obra”, un libro de Venden de 1980.
El eslogan del libro en Amazon.com es “No se consigue la justificación al buscar la justificación. La justificación se hace realidad cuando buscamos a Cristo”.
“Conozco a varias personas que tomaron la decisión de quedarse en la iglesia después de leer los libros de Morris Vender”, dijo Radulescu.
Venden nació en Portland (Oregon, Estados Unidos), y se graduó de la Universidad de la Sierra en 1953. Él y su hermano Lou trabajaron juntos como evangelistas en California, pensando por un tiempo que llegarían a ser “Los Hermanos Venden II”, sucesores de su padre y su tío, que habían sido evangelistas por mucho tiempo.
En 1959, el dúo se separó cuando Lou recibió un llamado para enseñar en el Colegio Misionero de Japón.
Fue durante esa época, cuando tenía poco más de 30 años, que Venden se dio cuenta de que no tenía una sólida fe espiritual, y casi abandonó el ministerio, dijo su hijo. “Papá pasó por una crisis. Su propia vida espiritual estaba vacía. Tenía información sobre Jesús, pero no lo conocía como amigo”.
Fue al leer el libro “El camino a Cristo”, escrito por Elena G. White, que Venden comenzó a renovar su conexión espiritual, lo que más tarde lo motivó a enfatizar continuamente las doctrinas sobre Cristo que tenía la denominación.
Al igual que su modelo el pastor adventista H.M.S. Richards Sr., “creía que el mensaje adventista podía ser bien resumido en unas pocas palabras, como ‘Solo Jesús’”, expresó su hijo.
Se ha planificado un servicio conmemorativo de su vida para el próximo domingo 3 de marzo a las 10.00 en la iglesia adventista de Loma Linda, en California.
En un sermón de 2003, Venden compartió sus propios pensamientos sobre los funerales. Dijo: “Un buen funeral es aquel en el que en énfasis está en Cristo […]. ¿Por qué no glorificar al dador de la vida en lugar de limitarse a ensalzar al fallecido?”
—informe adicional de Mark A. Kellner y Jay Wintermeyer
Traducción de Marcos Paseggi