30 de marzo de 2013 – Orlando, Florida, Estados Unidos…Libna Stevens/DIA
El mensaje fue claro: Cada iglesia tiene que esforzarse para atender las necesidades de su comunidad, transformándose en un centro de salud y esperanza. Este fue el lema resonante que se escuchó durante los cuatro días que duró la cumbre de salud que reunió del 20 al 23 de marzo de este año en Orlando (Florida, Estados Unidos) a más de doscientos veinte profesionales de y directores de salud de todo el territorio de la División Interamericana.
Belkis Archbold, directora de ministerios de salud de la Iglesia Adventista en Interamérica desafió a los profesionales y directores de salud a llevar el mensaje de salud usando el método de Cristo de servir a otras personas. Imagen de Libna Stevens/DIA
«Durante más de cien años como iglesia hemos tenido un mensaje de salud que compartir, y por muchos de esos años, lo hemos mantenido para nosotros», dijo Belkis Archbold, directora de ministerios de salud de la Iglesia Adventista en Interamérica y organizadora de la cumbre.
«Tenemos que esforzarnos por despertar a nuestros miembros de iglesia para que coman alimentos sanos, tengan vidas saludables y atiendan a los demás como parte de nuestro deber cristiano de proclamar los mensajes de los tres ángeles», dijo Archbold.
Poner en acción el método de Cristo de sanidad y servicio fue el mensaje que impulsó el evento, explicó Archbold, y uno que está de acuerdo con el llamado reciente de la Iglesia Adventista mundial para que los miembros busquen el reavivamiento espiritual personal. La iglesia también está llamando a cada iglesia para que promueva el mensaje de salud en todas las comunidades y ciudades del planeta.
El doctor Allan Handysides, director de ministerios de salud de la Iglesia Adventista mundial, se dirigió a la delegación de salud de la División Interamericana pidiéndole que cada día busque el reavivamiento, y que abra sus corazones a los necesitados, para así hacer que la iglesia resulte significativa.
«Las bendiciones que debemos llevar a la comunidad tienen que ser reales y tangibles, y los centros de salud pueden ir desde tener una huerta de repollos hasta ofrecer clases de cocina, actividades de salud preventiva, consejería espiritual, consejería sobre abuso de sustancias, tratar con temas internos de la persona, conflictos, adicciones y tantas otras cosas», dijo Handysides. «Necesitamos enfocarnos en todos los aspectos de la persona. El mundo no necesita simpatía sino más empatía».
Lo que se busca es actuar de manera deliberada a la hora de asumir el desafío de atender a los jóvenes y a los ancianos que están enfrentando serias adicciones tanto dentro como fuera de la iglesia, dijo el doctor Peter Landless, director asociado de ministerios de salud de la Iglesia Adventista mundial.
El doctor Allan Handysides (al centro), director de ministerios de salud de la Iglesia Adventista mundial, responde preguntas junto a los directores asociados el doctor Peter Landless (izquierda) y el doctor Fred Hardinge (derecha) en un panel de discusión durante el cuarto día de la Cumbre de Salud de Interamérica el pasado 24 de marzo de 2013 en Orlando (Florida, Estados Unidos). Imagen de Magda Salinas/DIA.
Los presentadores de la cumbre provenientes de la Iglesia Adventista mundial y de la Universidad de Loma Linda respondieron preguntas durante un panel de discusión, sobre temas que fueron desde la fe y la sanidad, la terminología de la reforma de salud, qué hacer ante el ciberacoso, la dieta vegetariana, el consumo de vitamina B12, los tratamientos homeopáticos, la reversión del alcoholismo y la diabetes, así como las relaciones públicas a la hora de establecer un centro de salud.
Según Archbold, transmitir el mensaje de establecer un centro comunitario de salud en cada iglesia ha sido algo más fácil de decir que de hacer en Interamérica, debido a que falta un director de ministerios de salud de tiempo completo en muchos cargos a nivel de iglesia local, asociaciones y uniones del territorio. Asimismo, no es fácil la tarea de maximizar el conocimiento de los profesionales de salud de cada congregación, por lo que la tarea de establecer centros comunitarios de salud sigue siendo un desafío en el territorio, que sin embargo es vital para una iglesia que ama a Cristo, explicó. «Nuestras iglesias ya no pueden seguir dormidas respecto del mensaje de salud. Tenemos que compartilo de manera constante», dijo.
El pastor Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica, concordó en que existen desafíos, pero animó a cada profesional y director de ministerios de salud a que se comprometa para educar a la iglesia y ejercer un impacto duradero en la comunidad.
«La iglesia necesita que les enseñen a los trabajadores y a los feligreses a ser saludables, para que así puedan ser efectivos en compartir el mensaje de salud con otras personas», dijo el pastor Leito. «Queremos que se den cuenta de que este es uno de los ministerios más importantes de la iglesia; por ello, continúen predicando y sigan adelante con la capacitación».
El pastor Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica (izquierda), presenta el mensaje sabático, en el que desafío a los líderes de salud a comprometerse con la educación de los miembros de iglesia para ejercer un impacto duradero en sus comunidades. A su lado, interpreta el mensaje el doctor Carlos Archbold. Imagen de Magda Salinas/DIA
El llamado que hizo el pastor Leito es la tarea principal a mano para los más de doscientos líderes de salud que asistieron a la cumbre, y para otros miles que a lo largo y a lo ancho de Interamérica serán capacitados por ellos en las próximas semanas y meses.
Ya se ha estado llevando a cabo una intensa iniciativa de la iglesia en la región Norte de México, con un programa especial interactivo que se enfoca en enseñar a los niños a cultivar hábitos saludables y a su vez motivar a los padres para que hagan lo mismo. El programa «Quiero ser saludable», creado por el pastor Antulio Espinoza, ya ha beneficiado a decenas de escuelas y comunidades de la región.
«Queremos llevar este programa al resto de las 21 uniones y campos de nuestro territorio», dijo Archbold, que también mencionó que el programa ya ha sido traducido al inglés y al francés, y compartió varias otras iniciativas que se están llevando a cabo en Interamérica.
La cumbre incluyó sesiones de capacitación sobre la significación del mensaje de salud de la iglesia, que ya cumplió 150 años, y sobre cómo revertir las enfermedades que causan muertes, adoptar relaciones positivas, perseguir ministerios de salud significativos en la iglesia y la comunidad, ofrecer escuelas de cocina que sirvan para ganar almas, y prevenir y combatir la diabetes. También se organizaron seminarios sobre las emociones y la salud, la reducción de las conductas de riesgo entre los jóvenes, el temor y el estigma del HIV, la realidad completa sobre el consumo de alcohol, el evangelismo médico misionero, las exposiciones de salud para niños y adultos, y otros temas similares.
Para el pastor David Maldonado, director de ministerios de salud de la Iglesia Adventista en la Asociación de Sonora, en la región Norte de México, el servicio a la comunidad en su territorio ha sido algo en lo que han comenzado a trabajar hace dos años. En la ciudad de Obregón (Sonora), ha estado operando un Centro de Servicios Comunitarios. «Funciona como una iglesia pero parece más un centro, y ha tenido un impacto tremendo en la comunidad». El centro está equipado con una cocina y varias salas, y ha estado ofreciendo clases de música, costura, cocina vegetariana, ejercicio físico y manualidades para niños, jóvenes y adultos. Además, según Maldonado, a lo largo del año se llevan a cabo competencias de fútbol y de básquetbol.
Este centro comunitario comenzó con una simple encuesta organizada por los miembros de iglesia de la zona para descubrir qué podía conectarlos mejor con la comunidad», dijo Maldonado. «A partir de esa encuesta, se comenzaron con varias clases, y la gente comenzó a venir a los cultos de los sábados».
«A su vez, la iglesia ha crecido, y la conexión con la comunidad ha dado un significado a la iglesia», explicó Maldonado. Hay también otro centro que ha sido construido detrás de la iglesia adventista de Palo Verde, donde se han comenzado a ofrecer clases de panadería, añadió Maldonado.
El Centro de Servicios Comunitarios de la Iglesia Adventista en Sonora es uno de varios centros administrados por la iglesia que enseña diversas clases que buscan beneficiar a la comunidad de la zona. Imagen por cortesía de David Maldonado/DIA
El establecimiento y el cultivo de las relaciones es lo que va a marcar una diferencia en los centros comunitarios, enfatizaron los expertos de salud durante la cumbre. Los profesionales de salud lanzaron múltiples ideas sobre la manera de implementar estrategias que permitan conectar a los líderes de la comunidad y a los profesionales de salud de sus comunidades.
«Las conexiones significativas pueden hacer la diferencia, pero el pastor y la congregación local tienen que apoyar plenamente esta tarea», añadió Maldonado. «La relación con la comunidad necesita ser una relación a largo plazo, y es una relación que tiene que ser alimentada».
Las relaciones con importantes funcionarios y líderes del gobierno también pueden marcar una diferencia, dijo Archbold.
La iglesia ya ha firmado un memorándum de entendimiento en 2011 con la Organización Panamericana de Salud (PAHO) que formaliza la colaboración para la implementación de proyectos de salud en las Américas, en especial en lo que respecta a los objetivos trazados que buscan promover la salud, fortalecer la prevención de la salud y lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas. Entre estos objetivos se encuentran las comunidades necesitadas de Nicaragua, Guyana, Honduras y Haití, entre otras.
«Tenemos que trabajar junto co la PAHO para implementar actividades combinadas, compartir información y desarrollar proyectos en cada una de nuestras naciones», dijo Archbold.
Los directores de salud de cada uno de los países se comprometieron durante la cumbre a trabajar de manera conjunta con la PAHO en sus respectivos países con el propósito de colaborar en proyectos comunitarios que busquen ofrecer atención de salud primaria preventiva en forma gratuita.
La doctora Edinora Brooks, médica clínica y directora médica de la Clínica Valle de Ángeles en Honduras, y también directora de ministerios de salud en ese país, dijo que el trabajo conjunto con la PAHO y el ministerio de salud en Honduras harán posible una coordinación mayor de los miembros de iglesia voluntarios, lo que permitirá ayudar a decenas de comunidades pobres que están diseminadas a lo largo y a lo ancho del país.
Aunque solo ha estado en su nuevo cargo durante dos meses, Brooks se sintió inspirada por la cumbre y planea capacitar plenamente a sus directores de salud y a los miembros para que se incorporen a la colaboración con la PAHO, además de coordinar a las iglesias para que estén más conectadas con las necesidades de la comunidad circundante.
«Somos una iglesia con un mensaje especial de salud para este tiempo del fin y tenemos que ser útiles», dijo. «Somos instrumentos para dar sanidad a los problemas de salud contemporáneos».
Para Priscilla Prevost, enfemera y directora de ministerios de salud de la iglesia en Barbados y Dominica, compartir el mensaje de la vida saludable es más que solo crear conciencia entre la gente al ofrecer exámenes básicos de salud.
«Necesitamos participar en la tarea de ayudar a que la gente controle su peso, revierta con éxito la diabetes, y reduzca las conductas de riesgo, y esto no tiene que ser hecho solo una vez al año», dijo Prevost. «Necesitamos enseñar a los miembros de la comunidad de qué manera cambiar sus hábitos de salud e incorporar a los profesionales de salud de nuestras comunidades para trabajar de manera conjunta con ellos».
Gracias a esa creencia, dijo Prevost, en Barbados se han implementado varios ministerios que buscan enseñar a los estudiantes de primaria y secundaria sobre hábitos de salud, y brindar grupos de apoyo para la depresión, el control de la diabetes y los pacientes que sufren de cáncer.
«Se necesita hacer mucho más a largo plazo», añadió Prevost, «y un centro de esperanza o un centro de salud comunitaria nos dará una mejor oportunidad como iglesia de atender las necesidades físicas y espirituales de la gente, así como lo hizo Cristo».
Más de doscientos veinte delegados de toda Interamérica participaron la semana pasada en la primera cumbre de salud de todo el territorio. Imagen de Libna Stevens/DIA
El impulso dado a la iglesia para que establezca centros de salud comunitaria significará una integración y colaboración entre los líderes, ministerios y miembros comprometidos que se interesan más allá de las paredes de su iglesia, y que buscan ofrecer algo que resulte beneficioso para la comunidad, dijo Archbold.
El doctor Handysides concordó con las palabras de Archbold, y dijo que los líderes de salud tienen que ofrecer un servicio motivado por el amor.
“Podemos hablar todo lo que querramos sobre este maravilloso mensaje, pero sino tenemos la oportunidad de darle poder y esparcirlo en la comunidad, parece ser que solo nos promovemos a nosotros mismos, que solo buscamos el conocimiento propio, y que solo nos interesa nuestra propia educación», dijo Handysides.
«Tienen que cumplir con el ministerio de salud porque aman a las personas, porque quieren crear una comunidad mejor, porque están anhelando una sociedad más saludable», dijo Handysides.
«Se sorprenderán al notar cuánto más fácil la gente será capaz de identificarse con ese mensaje».
Si desea saber más sobre la Cumbre de Salud de Interamérica, visite el sitio salud.interamerica.org
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Traducción de Marcos Paseggi