October 29, 2013 – Silver Spring, Maryland, Estados Unidos….ANN staff

Los líderes de la Iglesia Adventista mundial están volviéndose cada vez a la oración y a la búsqueda del poder divino frente a lo que dicen es una tarea aparentemente imposible: compartir el mensaje de esperanza de la iglesia en un mundo secular y urbano.

Delegados al concilio anual dicen que los dirigentes Adventistas están recurriendo cada vez más a la oración al dedicarse a los asuntos de la iglesia. Los delegados aquí oran por los presidentes de las organizaciones de la Iglesia Mundial Adventista mundial. Imagen de Ansel Oliver/ANN

Más que nunca, dijeron, los líderes están buscando la orientación divina al tomar decisiones que encaminarán el curso de la iglesia en el futuro. Muchos dijeron que se sintieron impresionados por el tono espiritual del Concilio Anual de este año, una asamblea administrativa bianual llevada a cabo a mediados de octubre.

“Este año, un número de delegados compartió cuán emocionados se sintieron por el espíritu de unidad, propósito y misión, y por el deseo de que el Señor cambie los corazones y nos capacite para cumplir la misión, que es demasiado grande para la sabiduría, el poder o los planes humanos”, dijo Jerry Page, secretario de la Asociación Ministerial de la Iglesia Adventista mundial.

Ella Simmons, una de las vicepresidentas de la iglesia mundial, dijo que las tendencias demográficas actuales resultan “aleccionadoras”. Las investigaciones indican que la mayoría de la población mundial ahora vive en las ciudades, no en zonas rurales, donde la iglesia se ha dedicado históricamente a la obra misionera. En los últimos años, los adventistas han redoblado sus esfuerzos de ministrar a las principales ciudades del mundo, pero el secularismo y el tremendo crecimiento de la población siguen presentando desafíos.

Aun así, los líderes de la iglesia afirman que siguen esperanzados.

“El clima del Concilio Anual pareció un tanto solemne, pero por sobre todas las cosas optimista en lo que el Señor puede hacer y hará por medio de la iglesia en los próximos años”, dijo Simmons.

G. T. Ng, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista mundial, observó un entusiasmo similar entre los delegados al Concilio Anual.

A pesar de la tremenda diferencia horaria que afectó a algunos delegados, “el último énfasis en la misión urbana ha hecho que muchos líderes estuvieran al borde de sus asientos. Creo que ha existido mucha aceptación del proyecto”, dijo Ng.

Ng también quedó impresionado por el énfasis espiritual “palpable” que, dijo él, definió el Concilio Anual de este año: “Es increíble que en medio de un apretado cronograma de temas, los líderes se tomaron el tiempo de orar y leer el espíritu de profecía”, dijo.

Ya hace varios años que el Concilio Anual termina con una lectura de diez minutos de los escritos de Elena G. White, una de las fundadoras de la denominación.

También hubo amplios momentos para la discusión y el debate, pero los líderes dijeron que han reconocido que la planificación “no es nada sin el derramamiento del Espíritu Santo”, dijo Armando Miranda, uno de los vicepresidentes generales de la Iglesia Adventista mundial.

Ese derramamiento, dijo Page, solo se hace realidad por medio de “mucha oración”.

Más de cien jóvenes se ofrecieron como voluntarios para orar por los delegados durante los tres meses previos y durante el Concilio Anual, dijo Page. También se llevaron a cabo otras numerosas cadenas de oración, y la oración acumulada, dijo él, “fue usada por el Señor para hacer que este Concilio Anual sea algo diferente en términos del impacto espiritual que tuvo sobre todos nosotros”.

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