14 de octubre de 2013 – Silver Spring, Maryland, Estados Unidos…Elizabeth Lechleitner/ANN
La generosidad de los miembros de iglesia que son guiados por el Espíritu de Dios, y no las asignaciones presupuestarias, será lo que terminará la obra de la Iglesia Adventista. Y los jóvenes laicos, mucho más que los administradores de más edad, serán los que impulsarán esa obra.
Robert E. Lemon reconoció que su predicción podría parecer fuera de lugar, hasta «entrometida» en el contexto de un informe financiero ante los delegados al Concilio Anual, pero el tesorero de la Iglesia Adventista mundial está convencido de que es tiempo de cambiar la manera en que la iglesia se financia y dirige.
En primer lugar, quiere ver que los proyectos tengan más apoyo financiero de las bases.
«Nuestra iglesia tiene décadas de pensar que para que un proyecto valga la pena, necesita tener millones y millones de dólares de financiammiento, pero la obra no va a ser terminada por el dinero de la cuenta de banco [de la iglesia]», dijo Lemon.
Un ejemplo de esto es el proyecto de «El conflicto de los siglos», dijo. El proyecto de distribución de este libro recibió menos fondos del presupuesto de la Asociación General que lo que la sede central gastó en los viajes de los que asistieron al Concilio Anual. Pero los miembros de todo el mundo que apoyaron el proyecto distribuyeron más de 140 millones ejemplares del libro, que fue escrito por Elena G. White, una de las fundadoras de la denominación.
En el futuro, Lemon dijo que a él y a otros líderes financieros de la iglesia les gustaría ver que haya más proyectos que permitan que los laicos asuman una iniciativa similar. «Cuando los hijos de Dios se entusiasman por algo, entonces sacan el dinero que tienen en el bolsillo», dijo Lemon.
Mientras tanto, los líderes financieros de la iglesia seguirán dedicándose a financiar la obra en regiones con escasa o nula presencia adventista. En Pakistán, se usarán 300 mil dólares para un refugio para niñas en situaciones de riesgo. En Birmania, se destinarán 400 mil dólares para abrir nuevamente la Escuela Internacional Adventista de Yangón. Otros 500 mil dólares serán destinados a construir un centro de influencia y un restaurante vegetariano en Brunei, donde aún no se ha establecido la presencia adventista.
Los delegados también aprobaron la propuesta de enviar 570 mil dólares al Proyecto MORE, que publica libros y folletos contextualizados para otras audiencias religiosas. Otros 4 millones de dólares ayudarán a incrementar la producción en el centro de medios de la iglesia en la Unión de Oriente Medio y África Septentrional. En el presente, el centro de medios produce programas en árabe, pero los líderes quieren expandirlo hasta incluir otros idiomas.
Durante el informe financiero del día de la fecha, Lemon también abogó de manera decidida para que se incluyan a más jóvenes y a mujeres en el ministerio. No fue ninguna coincidencia, entonces, cuando les preguntó a los delegados que aprueben una propuesta de usar la ofrenda misionera recolectada en el Congreso de la Asociación General 2015 para financiar proyectos misioneros y de evangelismo a cargo de jóvenes adventistas menores de 25 años. Los proyectos recibirán la aprobación de una nueva comisión compuesta en un 75 por ciento por jóvenes, dijo Lemon.
«Es tiempo de que les digamos a nuestros jóvenes que no solo confiamos en que harán el trabajo, sino que también confiamos en ellos a la hora de tomar decisiones sobre cómo gastar el dinero de la iglesia», dijo Lemon.
«Es interesante cuánto ha cambiado nuestra percepción de la juventud», dijo Lemon, destacando que un estudio de los comienzos de la Iglesia Adventista revela que la mayoría de los fundadores de la iglesia eran adolescentes o menores de 30 años. Cuando la iglesia se estableció hace 150 años, «los jóvenes no eran los de casi 40 o más de 40 años que ahora se consideran administradores jóvenes», dijo Lemon.
El tesorero de la iglesia instó a los delegados a que aprovechen las oportunidades que se les presenten para «permitir que los jóvenes se sienten a la mesa donde se toman las decisiones». A comienzos de 2014, cada una de las trece divisiones de la iglesia seleccionará delegados al Congreso de la Asociación General 2015. «Tenemos a los jóvenes. Tenemos a las mujeres, que constituyen la mayoría de la feligresía de la iglesia. Tenemos los fondos, aunque la mayoría de ellos aún está en nuestros bolsillos. Y tenemos las bendiciones del Señor. Esta obra va a ser terminada. La pregunta es, ¿vamos a ser parte de ella? ¿O nos limitaremos a tener que salirnos del camino?», preguntó Lemon a los delegados.
«Somos una iglesia, una familia, y tenemos una obra que terminar», dijo.
Lemon también informó sobre los diezmos y las ofrendas para 2012. El diezmo devuelto en la División Norteamericana en 2012 subió un uno por ciento, alcanzando los 933 millones de dólares. El diezmo de las demás divisiones fuera de Norteamérica aumentó un 4,4 por ciento, alcanzando cerca de 1400 millones de dólares. Solo en la División Sudamericana, los miembros devolvieron casi 530 millones de dólares en diezmos.
Las ofrendas para la misión fuera de Norteamérica también crecieron, hasta alcanzar unos 60 millones de dólares, lo que representa un seis por ciento de aumento respecto del año anterior. Mientras tanto, las ofrendas misioneras en Norteamérica disminuyeron un 2,6 por ciento, aun así estuvieron cerca de los 23 millones de dólares.
Traducción de Marcos Paseggi