21 de enero de 2014 – Yaoundé, Camerún…Abraham Bakari/personal ANN
El mes pasado, un miembro adventista murió a consecuencia de disparo de arma de fuego en la República Centroafricana, constituyéndose en la última víctima de la violencia sectaria vivida en la nación.
Emeryc Patrick Dalikouba, de 21 años, e hijo de un pastor adventista pastor, fue balaceado el 21 de diciembre afuera del hogar de su padre.
Jean Jacques Gueret, presidente de la Iglesia Adventista en ese país, dijo que Dalikouba era «un joven dinámico, involucrado en el movimiento de Jóvenes Adventistas”.
El presidente Gueret dijo que otros tres jóvenes adventistas fueron asesinados el pasado abril.
Dijo además que los adventistas no han participado en los disturbios civiles entre grupos cristianos y musulmanes.
La violencia comenzó en la ex colonia francesa en marzo pasado, después que una coalición mayormente musulmana instaló a su líder, Michel Djotodia, como gobernante del país.
Al principio de este mes, Michel Djotodia abandonó el poder y un parlamento de transición eligió a la alcaldesa de la ciudad de Bangui, Catherine Samba-Panza como presidenta interina y primera mujer jefe de estado en la nación.
Más de 886,000 personas han sido desplazadas por la violencia y aproximadamente unas 86,000 han buscado refugio en países vecinos, según informes de The Wall Street Journal. Las Naciones Unidas han declarado a la República Centroafricana como una de las tres principales emergencias humanitarias actuales, las cuales incluyen también a Siria y las Filipinas.
“Estamos orando por el liderazgo recién electo en este país», dijo J. Gueret, presidente de la Iglesia Adventista en esta nación. «Todos deseamos que termine la violencia».
Hay unos 10,600 miembros de la Iglesia Adventista en esta nación de aproximadamente 4.6 millones de habitantes.
Traducción por Gloria A Castrejón