12 de agosto de 2014 | Oshkosh, Wisconsin, Estados Unidos | Ansel Oliver/ANN
Los niños están entusiasmados por conocer gente de otros países. Los adolescentes están ansiosos por trepar muros y limpiar parques. Y sus acompañantes mayores están felices de que la mayoría de sus teléfonos celulares estarán apagados durante una semana.
El inmenso Camporí Adventista de Conquistadores ha comenzado aquí en el estado de Wisconsin, Estados Unidos, que es sede de un evento que reúne a 44 mil personas de Estados Unidos, Canadá y Bermuda, además de unos dos mil conquistadores adicionales de más de 50 países.
El evento, el Camporí de Conquistadores de la División Norteamericana organizado por el Centro de Evangelismo Joven es llevado a cabo cada cinco años. El organizador Ron Whitehead dice que demanda cuatro años de planificación.
«Jamás me he sentido tan exhausto físicamente, pero nunca he estado tan feliz de sentirme así de cansado», dijo Whitehead. «Realmente nos interesa y valoramos a nuestros jóvenes».
El Camporí de este año, que se desarrolla bajo el lema «Fieles para siempre», se está llevando a cabo en el campamento de Air Venture, de la Asociación de Aeronavegación Experimental. Es la cuarta vez que los organizadores llevan a cabo el evento en este lugar. El encuentro incrementa la población de la ciudad de Oshkosh en un setenta por ciento.
Desde ahora y hasta el próximo sábado, decenas de miles de jóvenes adventistas y sus amigos participarán de proyectos de servicio comunitario, asistirán a programas vespertinos espirituales y serán condecorados por sus actividades de aprendizaje y servicio.
Algunos Conquistadores bien podrían recibir una condecoración tan solo por hacer acto de presencia. En el día de hoy, once integrantes de clubes de la Asociación de las Carolinas de la Iglesia Adventista llegaron al campamento después de cubrir en bicicleta más de 1300 kilómetros. Otros clubes han pasado años recolectando fondos por medio del lavado de autos y ventas de alimentos para ganarse el costo de la inscripción y cubrir el viaje y la compra de los elementos necesarios.
Ahora que la mayoría de los clubes ya ha llegado, han comenzado las caminatas, parte de las cuales se hacen por el lodo. El evento está siendo llevado a cabo en un campamento de 200 hectáreas, donde los caminos de tierra se enlodaron anoche como consecuencia del viento y la lluvia.
Aun así, la mayoría de los asistentes están manteniendo una actitud positiva a pesar del clima que, se anticipa, mejorará por el resto de la semana y ofrecerá un buen marco para el inmenso encuentro.
«Ha sido un desafío, porque la tienda donde teníamos la cocina se voló por el viento», dijo Terell Rhooms, un joven de 15 años que pertenece al Club de Conquistadores de la Iglesia Adventista Hope en Toronto, Canadá. Desde entonces la han amarrado, dijo, mientras aguarda que se abran los hangares del aeródromo donde se llevan a cabo las exhibiciones. Rhooms dijo que escuchó que durante el camporí se podrá jugar al básquetbol, participar de la tirolesa y de carreras de obstáculos.
«Vine porque escuché que era divertido», dijo Rhooms. «Todos dijeron que era una buena experiencia, con buenos recuerdos, y que uno puede acercarse a Dios».
Tiffany Fronda tiene 27 años, y es subdirectora del Club de Conquistadores Challengers de la iglesia adventista Filipino Estadounidense de Hindsdale, Illinois. Fronda dijo que el clima no era bueno, pero tampoco tan malo. «En el pasado hemos tenido tornados, bajas temperaturas, y hasta una ola de calor. Ahora tenemos lluvia. Todas las estaciones».
«Sin embargo, el Señor siempre se hace presente», siguió diciendo Fronda, antes de agregar: «Al menos no tenemos que preocuparnos por una tormenta de polvo, como sucedió en el Camporí 1994 en estado de Colorado.
Abigail Oré Calderón, una jovencita de 12 años de Lima, Perú, que disfruta de acampar y de las «aventuras», dijo: «Aunque estaba lloviendo, me sentía feliz de estar aquí». Ella y su grupo del Club de Conquistadores Orión, de la iglesia adventista Villa Unión han sido invitados por un club de los Estados Unidos.
Ese grupo, de la iglesia adventista de Mentone, California, escogió en línea hace tiempo un grupo internacional al cual recibir como anfitrión. David Guajardo, de 13 años e integrante del club, dijo que vino porque disfruta de acampar, y porque sus padres lo animaron a hacerlo. «Me dijeron que sería una experiencia única», dijo.
Varios líderes de los clubes dijeron que la mejor parte del evento es que los Conquistadores simplemente interactúen entre sí. Algunos hasta tienen la regla de que las cámaras fotográficas son los únicos electrónicos permitidos. Anoche, en el aeropuerto de Milwaukee, Lester Lorenson, un líder de Conquistadores de Burnaby, Columbia Británica, Canadá, dejó que sus Conquistadores jugaran con sus teléfonos mientras aguardaban la furgoneta que los trasladaría a Oshkosh, pero dijo que el plan era que apagaran sus dispositivos móviles por el resto de la semana.
«Quiero que sean un equipo», dijo Lorenson. «Cuando están jugando con el teléfono dejan de hablar entre sí, de experimentar cosas, hacer ejercicio y hacerse bromas… esas cosas que hacen los chicos».
El Camporí continuará hasta el próximo 16 de agosto. Se pueden ver más fotografías del evento en los álbumes de Flickr de ANN y de la División Norteamericana, así también como en la página de ANN en Facebook.
Traducción de Marcos Paseggi