11 de septiembre de 2014 | Sanepa, Nepal | Personal de Australian Record
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales está estableciendo dos temporarios campamentos de salud en el Oeste de Nepal, a fin de ayudar a unas 180,000 personas afectadas todavía por las fatales inundaciones del mes pasado.Hasta la fecha, las inundaciones han causado la muerte de 32 personas y han dejado a más de 30,000 familias sin alimentos, ropa y techo. Las autoridades locales informan un rápido aumento de enfermedades potencialmente mortales, incluyendo diarrea y malaria, dijo Beryl Hartman, coordinador del Programa Humanitario, de ADRA, Australia.
“Agua contaminada, cadáveres de animales y las deficientes instalaciones disponibles para aquellos que viven actualmente en refugios improvisados para el efecto, colocan a las personas bajo considerable riesgo”, añadió.
La labor de ADRA enfoca su atención en los distritos de Bardiya y Banke, los cuales han visto destruidas todas sus cuatro instalaciones de salud. Los equipos de salud, que incluyen médicos, enfermeros, educadores de salud pública y otro tipo de personal, proveerán alivio y tratamiento inmediatos en la región, además de referir los casos más serios a los hospitales.
Más de 5,000 personas se beneficiarán directamente de la respuesta de ADRA.
Beryl Hartman dijo que el equipo en Nepal está también esforzándose por proveer equipo básico y medicinas a las instalaciones de salud que han sido dañadas o destruidas por las inundaciones. Se usarán también representaciones de teatro de la calle, discusiones de grupo y demostraciones para promover conductas preventivas y positivas de salud.
El director del programa ADRA en Nepal, Bidya Mahat, dijo que 3,500 personas habían ya recibido los servicios de salud de esta iniciativa, que se ha logrado cumplir hasta en un 50 por ciento.
“Estamos recibiendo una sorprendente respuesta de parte de las comunidades, así como una cantidad excesiva de pacientes para recibir los servicios”, dijo Bidya Mahat.
Adra Australia ayudando en Nepal después de las fatales inundaciones
Traducción por Gloria A. Castrejón