18 de diciembre de 2014 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ansel Oliver/ANN
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales ha designado una Coordinadora de Respuesta al Ébola, en una medida que, afirman los líderes de la iglesia, ayudará a que la denominación mundial y sus numerosas entidades respondan al brote de Ébola en África Occidental.
La semana pasada, la agencia contrató a Elizabeth Foulkes, quien previamente trabajó en el equipo internacional de salud de World Vision Estados Unidos, para cumplir funciones en este nuevo puesto por al menos los próximos tres meses.
Foulkes, que posee una maestría en salud mundial de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda, coordinará las respuestas entre el Departamento de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista, ADRA Internacional, las diversas sedes de ADRA en África Occidental, la Universidad de Loma Linda y Adventist Health International.
“Queremos tener un enfoque unificado, en especial en lo que respecta a la utilización de las redes de la iglesia en los países afectados”, dijo David Holdsworth, de la Unidad de Gestión de Emergencias de ADRA.
Holdsworth dijo que Foulkes estará al frente de iniciativas de diversas entidades de la iglesia, y pondrá al tanto a los líderes y miembros por medio de comunicados de prensa y actualizaciones en los medios sociales.
Foulkes dijo que ingresó al área de la salud mundial porque quería ser parte de la obra mundial de salud de la Iglesia Adventista. Dijo que ya ha trabajado para unificar la obra de organizaciones, y que este nuevo cargo le permite hacer un trabajo similar a mayor escala.
“Es una situación realmente interesante que ninguna agencia, incluida ADRA, ha enfrentado antes”, dijo Foulkes. “Es tanto una oportunidad de aprendizaje como graduada reciente, como una oportunidad de unificar la tarea de diversas entidades adventistas, para que trabajen como equipo”.
“Hay mucha gente trabajando en esto, la Asociación General y las unions y asociaciones y universidades, y simplemente estoy ayudando a facilitar todos esos esfuerzos”, añadió.
El brote de Ébola de este año ha infectado a casi 18600 personas y se ha cobrado la vida de más de 6900, según un comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fechado el pasado 17 de diciembre. La mayoría de las víctimas son de Guinea, Liberia y Sierra Leona.
El Ébola es transmitido por el contacto directo con los fluidos corporales y los tejidos de una persona infectada. Según la OMS, los que tienen mayor riesgo son los que trabajan en el área de salud y los parientes que atienden a un infectado. Los casos fatales van del 25 al 90 por ciento, según la calidad del tratamiento a disposición de los afectados.
Foulkes dijo que la mayoría de los afectados por el virus no son los infectados con este. El Ébola también afecta a gente que tiene acceso limitado a la atención médica y los alimentos, dijo.
Una de las principales respuestas de ADRA a la crisis ha sido hasta el momento la provisión de raciones de emergencia de alimentos para los afectados. La Unidad de Gestión de Emergencias de ADRA también está trabajando en coordinación con el Programa de Alimentos de las Naciones Unidas, y buscando subvenciones educativas de diversos gobiernos como de los Estados Unidos, Alemania y Dinamarca.
Este año, ya varias organizaciones adventistas han respondido a la crisis con cientos de miles de dólares de diversos artículos y equipos.
Donn Gaede, secretario de Adventist Health International, felicitó a ADRA por financiar este nuevo puesto.
“Esta nueva contratación es otra de las contribuciones de ADRA al esfuerzo general”, dijo Gaede.
El doctor Peter Landless, director de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista mundial, dijo: “Me entusiasma que ADRA no haya sucumbido a la fatiga del Ébola. Adventist Health International, Ministerios de Salud de la Asociación General, Hope for Humanity y ADRA han seguido ocupándose incansablemente de al menos algunas de las necesidades después de esta gran catástrofe humanitaria”.
Gran parte del apoyo de la denominación se ha concentrado en dos hospitales adventistas de la región, el Hospital Adventista Cooper de Liberia y el Hospital Adventista Waterloo en Sierra Leona.
Ambos hospitales fueron cerrados temporariamente por un período de cuarentena en diversas instancias de los últimos meses, después de varias muertes vinculadas al Ébola. Cooper ha reabierto sus puertas, y está operando y tratando casos no relacionados con esa enfermedad. En Waterloo, el gobierno nacional efectuó renovaciones, y pronto operará las instalaciones como un centro de tratamiento del Ébola.
El actual brote de Ébola es el mayor en los cuarenta años de historia del virus, dijeron los directivos de salud.
Los directivos de salud de la iglesia instaron en agosto pasado a los líderes y miembros de África Occidental a suspender los viajes y abstenerse de realizar grandes encuentros públicos y demostraciones públicas de afecto, como por ejemplo los abrazos. Las medidas fueron “estrictas pero necesarias”, dijo Landless.
—Angela Taipe colaboró con esta noticia.
Traducción de Marcos Paseggi