23 de enero de 2015 | Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos | Debra McKinney Banks -AUC y personal ANN
Una iglesia adventista en Nueva York celebró un servicio de esperanza y sanidad en su esfuerzo por calmar las tensiones de varias semanas de agitación entre la policía y los grupos de defensa de derechos civiles, provocadas por la muerte de un ciudadano y dos policías.
Unido a las celebraciones para conmemorar el legado del gran símbolo de los derechos humanos, Martin Luther King Jr., el programa de Esperanza y Sanidad para Mejores Relaciones entre la Policía y la Comunidad incluyó a dirigentes de la iglesia, dirigentes de la comunidad, oficiales de policía y representantes congresistas.
Este programa, celebrado el 18 de enero del presente, en la Iglesia Adventista Flatbush, en Brooklyn, incluyó oraciones en favor de dirigentes de la ciudad, por protección para los más de 35,000 oficiales de policía de la ciudad que patrullan las calles y por la sanidad procedente de Dios para aliviar el dolor y la desconfianza que reinan en la comunidad.
Han aumentado las tensiones en Nueva York y en toda la nación, como resultado de algunos incidentes con la policía, ocurridos al término del año pasado. En Nueva York, el ciudadano Eric Garner murió en julio como resultado de haber sido sujetado por el cuello al grado de estrangulación por parte de un policía. El gran jurado del condado decidió el 3 de diciembre no condenar a dicho policía. El 20 de diciembre, dos oficiales de policía fueron asesinados por un hombre que asegura que lo hizo por venganza. Ambos eventos levantaron protestas, manifestaciones y gran cobertura nacional por parte de los medios de comunicación.
En el programa del domingo, copatrocinado por la Iglesia Adventista de las Asociaciones de Greater New York y del Noreste, los dirigentes de la iglesia adventista apelaron a todos los grupos a la calma, la comprensión y la sanidad.
“Durante las semanas pasadas, la ciudad ha estado agitada por las tensiones”, dijo el presidente de la Asociación del Noreste, Daniel Honoré. “Todavía lloramos la muerte de Eric Garner. Todavía lloramos la pérdida de los oficiales de policía Wenjian Liu y Rafael Ramos. Sin embargo, la sociedad nos ha confrontado con una falsa decisión. Nos ha dicho: ‘O bien, apoyas los derechos de la comunidad, o de otra manera apoyas a la policía’. Hoy categóricamente rechazo esta opción”.
El presidente de la Asociación de Greater New York, G. Earl Knight, dijo que en vista de los recientes eventos que dividen la ciudad, “nosotros, como comunidad de fe, no podemos quedarnos sentados restregándonos las manos llenos de desánimo. Somos un pueblo de esperanza, no de desesperanza. . . . Creemos que Dios puede sanar al quebrantado; él puede sanar nuestras relaciones rotas”.
La Representante de gobierno, Yvette Clarke, del 9º Distrito Electoral de Nueva York, elogió a la denominación por coordinar esta “reunión tan oportuna para el diálogo y la discusión”. Y añadió: “Ustedes han decidido que la iglesia tiene su lugar siete días a la semana. Desde tal comprensión del evangelio, podemos transformar la vida en los acontecimientos diarios; no solamente en el ámbito espiritual, sino ciertamente podemos provocar un cambio en el ambiente secular”.
Otros oficiales invitados presentaron también sus comentarios, incluyendo a la Abogada Pública de la Ciudad de Nueva York, Letitia James; al Representante Congresista Hakeem Jeffries del 8º Distrito Electoral; Harold Miller de la Unidad de Asuntos de la Comunidad, representando al alcalde Bill de Blasio; y Benjamín Tucker, Subcomisionado del Departamento de Policía de Nueva York.
Muchos de los asistentes fueron jóvenes y adultos jóvenes. En otro esfuerzo de cooperación, los directores de Ministerio de Jóvenes de ambas asociaciones, Andrés Peralta (Greater New York) y Roger Wade (Noreste), dieron a la audiencia tarjetas con información acerca de cómo una persona debe responder cuando lo para un policía, así como información acerca de derechos y responsabilidades de los ciudadanos.
“Orar no es lo único que podemos hacer”, dijo Roger Wade”.
El director de Comunicación de la Asociación Greater New York, Rohann Wellington, moderó una discusión panel. A los oficiales elegidos y al primer subcomisionado de NYPD se les unieron el presidente del 67º Distrito de Asociación Clerical, Gilford Monrose y los pastores de las asociaciones de Nueva York y del Noreste, Shane Vidal y Allen Martin, para hacer llegar las preguntas de Rohann Wellington y la audiencia.
Cuando se le preguntó qué pasos debían darse para salvar la brecha como resultado de los eventos recientes, Gilford Monrose citó ejemplos de activismo clerical durante la era de los Derechos Civiles en las décadas de los 1960 y los 1970. “Los ministros del evangelio tienen el papel específico de orar, pero tenemos también que poner el pie dentro de nuestra fe. . . Tenemos trabajo que hacer y servir de enlace entre la policía y nuestras comunidades”. Dijo también que mientras que son inevitables la ira y la frustración, los ministros religiosos pueden ser “esa voz en el medio” para mantener el flujo de comunicación en ambos lados.
Allen Martin señaló el enfoque más reactivo que han tenido las comunidades y contó su experiencia acerca de cuando visitó Ferguson, Missouri, después de que balacearon a Michael Brown. Al enfatizar la necesidad de participación pública antes de que ocurran las tragedias en la comunidad, dijo: “Hemos elegido oficiales en el podio, pero los oficiales electos nos representan . . . Nuestra responsabilidad es mantener responsables a dichos oficiales.
Dijo además: “Podemos no hacer nada y dejar que sucedan las cosas sin levantar nuestra voz para expresar nuestra preocupación. Y no podemos esperar a que alguien sea balaceado o que ocurra alguna tragedia, para entonces participar”.
El Pastor Shane Vidal habló en favor de un paradigma en la policía que les permita a los oficiales del cuerpo policial enfocar su atención no tanto en cuántos arrestos se hacen, sino en cuántas vidas pueden transformar a través de sus diarios encuentros.
Se prepararán las recomendaciones producto del panel de discusión y serán presentadas a la oficina del alcalde de la Ciudad de Nueva York.
El programa del domingo incluyó también adoración y una conferencia de prensa. Un momento conmovedor dentro del servicio ocurrió cuando la audiencia—compuesta por varias razas y etnicidades—se puso de pie al unísono y aplaudió entusiastamente a Nathanel McKenzie, de ocho años de edad, cuando terminó de recitar el discurso de Martin Luther King “Tengo un Sueño”.
Las observaciones finales fueron presentadas por Abraham Jules, pastor de la Iglesia Adventista Centro de Adoración Comunitario. Usando la parábola del Buen Samaritano, relatada por Cristo, el Pastor Jules le recordó a la audiencia que aquellos que han sido lastimados, con frecuencia tienen una mayor capacidad de convertirse en agentes de sanidad.
Se están haciendo planes futuros para edificar sobre las relaciones formadas en este evento y proveer una presencia preactiva en los vecindarios afectados por estas tragedias.
Traducción por Gloria A. Castrejón