Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, descubre el nuevo cartel, cambiando oficialmente el nombre de Calle Séptima de La Romana, República Dominicana, a calle Elena G. de White este 15 de enero de 2015. Imágenes de Libna Stevens/DIA

16 de enero de 2015 | La Romana, República Dominicana | Libna Stevens/DIA/ANN

La ciudad de La Romana, en el sudeste de la República Dominicana, declaró ayer que rebautizará una de sus calles con el nombre Elena G. de White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Maritza Suero, alcaldesa de La Romana, posa con el presidente adventista Ted N.C. Wilson, después de declararlo visita distinguida de la ciudad.

El anuncio se produjo durante una ceremonia especial llevada a cabo en el edificio municipal de La Romana. Allí presentes estuvieron la alcaldesa Maritza Suero, funcionarios de la ciudad y Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista.

«No alcanzan las palabras para saludar a personalidades tan distinguidas del mundo cristiano hoy aquí en esta ciudad de La Romana, que hemos declarado como la ciudad de Dios», dijo Suero, al dar la bienvenida a los principales líderes adventistas en el mundo, los líderes de la localidad y miembros de iglesia.

«Es una gran alegría reconocer a Ted Wilson como visita distinguida porque sabemos que es un hombre que ha seguido en las pisadas de Cristo de llevar la bondad de la salvación a un mundo que necesita mucho a Dios», añadió Suero, quien supervisa un distrito municipal de más de 127 mil personas.

Wilson agradeció a los líderes del municipio por el gesto, sus esfuerzos en promover la libertad religiosa y los esfuerzos por conmemorar la obra de Elena G. White al bautizar una calle con su nombre.

El concejal Wanchy Medina lee la ordenanza municipal por la cual se bautiza una nueva calle con el nombre de Elena G. de White.

«Esto nos recuerda nuestra historia y la manera en que Dios ha guiado a la Iglesia Adventista», dijo Wilson al agradecer a la alcaldesa en nombre de los líderes de la iglesia mundial. Wilson y otros líderes de la iglesia se encuentran en la región esa semana para asistir a las reuniones de planificación del Consejo Consultivo Ejecutivo del Presidente, que se realizan cada comienzo de año.

«Creemos que Elena G. White recibió visiones de Dios no para que fuera honrada ella misma sino para llevar a las personas hacia la Biblia y el Dios del cielo», añadió Wilson. «Sus escritos sobre salud, familia, la obra de publicaciones, las relaciones con otras personas, temas religiosos, estudios bíblicos y educación son instrucciones para nosotros. Por eso los adventistas respetamos las leyes, porque creemos en seguir los consejos del cielo».

Israel Leito, presidente de la División Interamericana (segundo desde la derecha), agradece a los funcionarios de la alcaldesa Suero por sostener leyes de libertad religiosa, y le garantizó que en los miembros de la Iglesia Adventista hallará los mejores ciudadanos.

Conocida antes como la Calle Séptima, la calle Elena G. de White se encuentra en la comunidad de Villa Alacrán, y conecta dos comunidades vecinas. El concejal distrital Wanchy Medina recibió el crédito por la idea de rebautizar la calle.

Medina, que creció en la Iglesia Adventista, se sintió inspirado a reconocer a Elena G. White porque ella fue una autoridad que efectuó una contribución significativa al mundo en salud y en muchos temas diferentes, dijo. La calle se encuentra a una cuadra de la iglesia adventista La Fe de Villa Alacrán, una congregación de sesenta miembros.

G. T. Ng, secretario de la Iglesia Adventista mundial y presidente de la Junta de Fideicomisarios del Patrimonio White, dijo que es la primera vez que se nombra una calle con ese nombre. «Esto se produce en el centésimo aniversario de la muerte de la Sra. White», destacó.

Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica, agradeció a la alcaldesa Suero y sus concejales por sostener leyes de libertad religiosa, y le aseguró que en los miembros de la Iglesia Adventista hallará los mejores ciudadanos.

«Aunque usted tiene los mejores ciudadanos en la ciudad, hallará que nuestros miembros respetan las leyes y aman la paz, respetan el gobierno y son personas en los que puede confiar para toda buena obra», dijo Leito. «Estamos aquí para servirle».

El pastor Cesario Acevedo, presidente de la Iglesia Adventista en la República Dominicana, entrega una placa a la alcaldesa Suero, en nombre de los trescientos mil miembros de la Iglesia Adventista en la isla.

Hacia el final de la ceremonia, el presidente del Concejo Municipal efectuó un anuncio sorpresa de que la ciudad donará un terreno en la zona oeste para que sea usado para construir una iglesia. La propiedad de 500 metros cuadrados, que tiene un valor superior a los cien mil dólares, se encuentra en una zona de clase media alta. El anuncio fue recibido con un entusiasta aplauso, dado que aún no hay presencia adventista en el lugar, según los líderes de la iglesia local.

Cesario Acevedo, presidente de la Iglesia Adventista en la República Dominicana, entregó una placa a la alcaldesa Suero en nombre de la iglesia, y entregó un juego de libros de Elena G. White a ella y a todo su gabinete.

«Este evento significa tanto para nuestros miembros aquí en la República Dominicana», dijo Acevedo. «Nuestros feligreses respetan y aprecian grandemente el ministerio de Elena G. White. Los miembros siguen beneficiándose de sus enseñanzas, y esta calle nos recordará los tesoros que se hallan en sus escritos».

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Traducción de Marcos Paseggi

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