Jóvenes adventistas limpian y arreglan el terreno del Cementerio Grove Town en Mandeville, Jamaica, el pasado 22 de febrero de 2015, durante la «Operación Salve un Joven» de la región Central de Jamaica, una uniciativa que moviliza a los jóvenes para que sean voluntarios en sus comunidades e inspiren a sus compañeros en situaciones de riesgo. Imagen de Damian Chambers/JAMU

24 de febrero de 2015 | Mandeville, Manchester, Jamaica | Nigel Coke/DIA/Adventist Review

Más de dos mil jóvenes adventistas salieron a las calles de Jamaica el fin de semana pasado para arreglar los vecindarios y fomentar la adopción de un estilo de vida saludable, como parte de una iniciativa de la iglesia que busca mantener a los jóvenes alejados del delito.

Voluntarios de O-SAY pintan las paredes del Centro Comunitario de Greenvale, en Mandeville. Imagen de Nigel Coke/DIA.

El delito es un problema creciente entre los jóvenes de Jamaica, y los líderes adventistas locales están enfrentándolo con la «Operación Salve a un Joven», llamada «O-SAY», que busca movilizar a los jóvenes para que trabajen de voluntarios y ayuden a otras personas de sus comunidades, sirviendo de inspiración a otros jóvenes en situaciones de riesgo.

«Organizamos estos proyectos en un esfuerzo para salvar a nuestros jóvenes e inspirar en ellos el sentido del trabajo voluntario», dijo Greg Baldeo, director de jóvenes de la Iglesia Adventista en la región Central de Jamaica.

Las actividades del pasado 22 de febrero, la primera gran iniciativa de O-SAY, abarcó a 19 proyectos que fueron desde una feria de salud y reparación de baches u hoyos en el pavimento hasta actividades de construcción y embellecimiento de la ciudad.

Los jóvenes donaron asimismo más de treinta unidades de sangre en el Centro Comunitario de la ciudad de Manchester, que fue la sede de los proyectos. El centro también recibió a un equipo de médicos y enfermeras, que ofrecieron chequeos gratuitos, exámenes de Papanicolau, y pruebas de la vista a más de 130 personas. Hasta los muros del centro mismo recibieron una nueva capa de pintura.

Jóvenes adventistas donan sangre durante el evento del 22 de febrero. Imagen de Damian Chambers/JAMU

Los jóvenes también pintaron un hospital local y su parada de autobuses; limpiaron y pintaron un mercado; y pintaron una capilla y arreglaron el terreno de un cementerio. El voluntario Ragel Barrett dijo que él y otros jóvenes sintieron que tenían la responsabilidad de ayudar a otros.

«Dios nos ha bendecido, y necesitamos bendecir a otros con la fortaleza y la energía que tenemos», expresó. «Necesitamos hacerlo cuando somos jóvenes, y no esperar hasta llegar a viejos».

Baldeo, el director de jóvenes, dijo que los líderes de la iglesia tienen la intención de seguir trabajando con los jóvenes, y no solo los adventistas, para hacer frente a las estadísticas delictivas del país.

«Los cientos de jóvenes que hoy han salido están encendidos de entusiasmo por Dios, y tienen el deseo de ayudar a otras personas», dijo el 22 de febrero. «Tenemos que hacer que ese fuego siga encendido, ofreciéndoles participar en diversos proyectos que hemos planificado».

Traducción de Marcos Paseggi

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